4 remedios naturales para los calambres musculares
Para reequilibrar el déficit de minerales que el espasmo ha puesto en evidencia y devolver los músculos a su pleno rendimiento cuentas con buenas la cola de caballo y la avena.
Cuando se trata de relajar el músculo tienes la ayuda de la pasiflora y la milenrama.
¿Has sufrido un calambre muscular?
El buen tiempo invita a salir y ejercitar el cuerpo al aire libre. Pero al hacer ejercicio, sobre todo si es intenso o no se calienta antes, es fácil sufrir calambres o espasmos musculares.
De hecho, suele pasar cuando se tienen niveles bajos de minerales como el potasio y el calcio, o si se sale sin haber tomado suficiente líquido.
Saltar, correr, nadar, levantar pesas, pero también montar una estantería o cargar una nevera pueden ser motivo suficiente para provocar un calambre muscular. El estrés es otro disparador, y suele cebarse en las cervicales.
Lo que cabe hacer es abandonar la acción que te ha provocado el espasmo o calambre, aplicar calor para relajar el músculo en un primer momento, efectuar un masaje enérgico del músculo dañado y, más adelante, aplicar calor y frío de manera alternada.
En casos más graves o persistentes, convendrá recurrir a algún antiinflamatorio que rebaje el dolor.
Aquí puede entrar en juego la fitoterapia, a dos niveles: nutricional y miorrelajante.
Este artículo se ha elaborado con la asesoría de Josep Maria Teixé, herborista de El Manantial de Salud