6 Señales de que su intestino está desequilibrado y cómo solucionarlo | GHA

Su intestino está nadando con millones de bacterias. Todas esas bacterias constituyen la mayor parte del microbioma de nuestro cuerpo. La clave para una buena salud intestinal es mantener un equilibrio entre las bacterias buenas y malas del microbioma. Si su intestino actúa de forma diferente a la normal, podría estar desequilibrado. Un intestino desequilibrado puede llevar a experimentar cualquier número de problemas de salud.

6 razones por las que tu intestino está desequilibrado

Malestar digestivo

El estreñimiento, la hinchazón, los gases, los calambres estomacales, el reflujo ácido o la acidez estomacal ocurren. Pero, son síntomas de un intestino desequilibrado. Un sistema digestivo sano tendrá menos problemas para procesar los alimentos y eliminar los residuos.

Cambio de peso inesperado

Perder o ganar peso sin cambiar la dieta o los hábitos de ejercicio puede apuntar directamente a un intestino poco saludable. Un intestino que no está equilibrado puede tener problemas para absorber nutrientes, regular el azúcar en la sangre, señalar que está lleno y almacenar grasa. La falta de diversidad en el microbioma intestinal puede ser un precursor de la obesidad, que puede conducir a condiciones de salud aún más graves, como las enfermedades del corazón y la diabetes.

Fatiga constante

Estar constantemente cansado, incluso antes de que el día haya comenzado, puede ser una indicación de que tu intestino está actuando. La falta de diversidad de las bacterias intestinales se ha relacionado directamente con la falta de energía, la fatiga crónica y los trastornos del sueño, como el insomnio y el sueño agitado. La serotonina, una hormona que afecta al sueño y al estado de ánimo, se produce en el intestino. Un intestino que no funciona correctamente puede tener dificultades para producir o regular la serotonina, lo que puede afectar a su capacidad para conseguir un sueño reparador.

Afecciones cutáneas irritantes

La salud intestinal afecta a todo, incluso a la piel. Condiciones como el eczema y el acné se han relacionado con la inflamación en el intestino causada por alergias a los alimentos, la mala alimentación y la falta de bacterias intestinales buenas. Cuando el intestino está desequilibrado con más bacterias dañinas que buenas, puede causar estragos en tu piel.

Intolerancias alimentarias

Cuando aparece el término «intolerancia alimentaria», mucha gente piensa en alergias alimentarias. Pero, el hecho de que un determinado tipo de alimento, como los lácteos o el trigo, te provoque un malestar estomacal no significa necesariamente que tengas realmente una alergia, ni siquiera una intolerancia. La razón por la que ese alimento en particular te está causando malestar gástrico es que tu microbioma está probablemente desequilibrado. Su intestino podría simplemente carecer de suficientes bacterias buenas necesarias para descomponer eficazmente ciertos alimentos.

Cambios en el estado de ánimo

Se ha demostrado que el intestino tiene tanta influencia sobre las funciones del cuerpo que a menudo se le conoce como su «segundo cerebro». Las investigaciones confirman una y otra vez que cosas como la ansiedad, la depresión, los cambios de humor y la salud emocional están ligadas al estado de tu intestino. La presencia de bacterias buenas en el intestino favorece la producción y regulación de importantes sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo, como la dopamina y la serotonina.

6 cosas que puedes hacer al respecto

Cambia tu dieta

La dieta tiene un gran impacto en la salud intestinal y en el equilibrio de bacterias buenas y malas. Reducir el número de alimentos procesados, con alto contenido de azúcar y grasa puede conducir a un intestino más saludable. Intenta llevar una dieta equilibrada que incluya muchos alimentos de origen vegetal, proteínas magras y fibra.

Duerme más

Dormir lo suficiente puede ayudar a promover un intestino sano. La privación del sueño puede conducir a una disminución de las bacterias intestinales beneficiosas. A su vez, la falta de bacterias beneficiosas en el intestino puede conducir a más problemas de sueño. Es un círculo vicioso.

Evite los medicamentos innecesarios

Añadir más productos químicos y medicamentos al intestino sólo exacerbará cualquier problema que ya tenga. Aunque algunos medicamentos son realmente necesarios y sirven para algo, como los antibióticos que salvan vidas, limítelos a lo que realmente necesite y a lo que su médico le recomiende. Los antibióticos, por ejemplo, pueden agotar totalmente las bacterias buenas del intestino mientras combaten las malas. Otros medicamentos como los AINE, los antiácidos, los anticonceptivos, los esteroides y los sustitutivos hormonales también pueden dañar las bacterias buenas de tu intestino.

Suplementa con prebióticos y probióticos

Una gran manera de mejorar tu salud intestinal es añadir un prebiótico y un probiótico a tu dieta. Los prebióticos se pueden añadir fácilmente a su dieta comiendo más alimentos como plátanos, ajo, cebollas y verduras de hoja verde. Los probióticos pueden encontrarse en el yogur y en los alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi, la kombucha, las verduras encurtidas no pasteurizadas y el kéfir. Ambos también pueden añadirse como suplementos dietéticos, pero consulta con tu gastroenterólogo para asegurarte de que estás tomando suplementos de alta calidad que no acaben dañando aún más tu bioma intestinal.

Bebe más agua

Una de las formas más sencillas de promover una buena salud intestinal es beber más agua. El aumento de la ingesta de agua puede ayudar a mantener las cosas en movimiento en el tracto digestivo, así como promover un equilibrio saludable de las bacterias intestinales. Evite reemplazar el agua con cosas como bebidas con cafeína o alcohol que pueden irritar aún más su intestino.

Evita el estrés

Es más fácil decirlo que hacerlo, pero reducir el estrés puede ayudar a equilibrar tu intestino. Pequeños cambios como dar un paseo, recibir un masaje, hacer yoga o algo tan simple como reírse un poco pueden reducir las hormonas del estrés permitiendo que el intestino produzca más serotonina y dopamina.