7 cualidades de un líder eficaz

Es una creencia común que los líderes «nacen» y no «se hacen». Tendemos a pensar que si alguien tiene todos los rasgos de liderazgo adecuados, o es un experto en la materia, será automáticamente un buen líder. En realidad, el liderazgo se perfecciona mediante el trabajo duro y el perfeccionamiento de un conjunto de habilidades concretas.

Es, en general, un comportamiento aprendido – y uno en el que podemos trabajar para llegar a ser excelentes. Convertirse en un buen líder no es sólo cuestión de trabajo duro, sino de centrarse en las necesidades de un equipo ajeno al tuyo. He aquí cómo empezar.

Influir adecuadamente

Acabas de recibir un puesto de liderazgo. Ahora estás en un lugar donde tienes algún tipo de influencia sobre aquellos empleados de tu equipo.

Puedes aprovechar esta oportunidad para influir positivamente en tus empleados. Ayudando a las carreras, desarrollando habilidades y, en general, afectando a la forma en que su equipo ve la empresa. O puede utilizar su nueva posición para inculcar una cultura basada en el miedo.

Desgraciadamente, muchas personas en funciones de liderazgo utilizan tácticas de miedo y manipulación. Muchos directivos sólo tienen cosas negativas que decir que nunca ayudan a sus empleados. Si la gente no está dispuesta a acudir fácilmente a usted con su trabajo, su estilo de liderazgo podría necesitar un ajuste.

Sea accesible, sin importar la situación. Mantenga conversaciones sinceras. Sea coherente, para que su equipo sepa cuál es su postura en todo momento. Predique con el ejemplo. Sé apasionado con tu trabajo. Esté plenamente presente.

Todas estas actividades le ayudarán a ganarse la confianza y el respeto de sus empleados, y le ayudarán a facilitar una influencia positiva en su equipo.

Reconozca el éxito

Como líder, es fácil llevarse los elogios por los resultados o las ideas que presenta a los demás. Si a su director general le encanta una propuesta que en realidad no salió de usted, asegúrese de dar crédito a la persona que la ideó.

Esto no disminuye de ninguna manera sus habilidades o capacidades. De hecho, al mostrar lo que tu equipo es capaz de hacer, permites que sus habilidades brillen, y demuestras tu capacidad tanto para cultivar como para reconocer el buen trabajo.

Reconocer y apreciar sistemáticamente los éxitos de cada individuo de tu equipo inspira lealtad, motiva a la gente a trabajar duro y crea un ambiente de trabajo positivo.

Toma decisiones difíciles

Los que desempeñan funciones de liderazgo suelen ser responsables de tomar las decisiones difíciles para su equipo. Esto puede incluir cosas como medidas de recorte de costes o dejar ir a un empleado que no está rindiendo como debería.

También significa decidir la dirección estratégica que seguirá un equipo, y asumir la responsabilidad de esa elección – tanto si resulta ser exitosa como si no. Un buen líder acepta la responsabilidad de sus decisiones.

Reconocer los errores

Todo líder va a cometer errores. Es la forma en que se manejan esos errores lo que marca la diferencia, y establece el tono para el equipo.

Los grandes líderes saben reconocer sus errores de inmediato y luego trabajar para rectificarlos lo más rápido posible. Hacer algo menos hará que pierdan la confianza de sus empleados inmediatamente. Al admitir cuando se equivocan, los buenos líderes crean una cultura de honestidad y respeto mutuo.

Cuando los empleados saben que serán apoyados, es más fácil que admitan inmediatamente un problema. Esto no quiere decir que no debas tomarte el tiempo de dar feedback. Sólo que debe centrarse en arreglar el problema en cuestión primero, y las consecuencias después.

Enfóquese y escuche

Cuando tiene una conversación con un empleado, le debe toda su concentración. Evita las distracciones. No revises tu correo electrónico ni tus cuentas en las redes sociales.

Puede que pienses que ya lo haces. Sin embargo, pregúntate: «Cuando mi equipo acude a mí, ¿me alejo del ordenador y del teléfono? O simplemente trato de dividir mi atención entre la persona en mi oficina y varias pantallas?» Si haces lo segundo, no estás escuchando de verdad.

Los líderes escuchan con atención y luego hacen preguntas adecuadas y relevantes. Se centran en reconocer las áreas en las que se puede mejorar y los problemas que hay que resolver. Piensan en el problema, así como estratégicamente en cómo puede afectar a su equipo en el futuro.

Los líderes necesitan escuchar a su equipo, ya que les ayuda a identificar los problemas y ser proactivos. De esta manera, los pequeños problemas no se convierten en paralizantes.

Delega donde puedas

Si estás contratando a los mejores, deberías delegarles el trabajo. Un buen líder le da a un empleado tanto su confianza como la libertad de conseguir que la tarea se complete confiando en su propio criterio.

Si haces esto, acabarás liberando tu tiempo para centrarte en objetivos empresariales más altos y, lo que es más importante, potenciando a tu equipo.

Tu equipo tiene un sinfín de habilidades secundarias. No maximizar su potencial es dejar que estas habilidades se desperdicien. Un buen líder aprovecha todos los conocimientos de su equipo en beneficio de todos.

Proceso de contratación estratégico

Los verdaderos líderes reconocen las diferentes fortalezas de cada miembro de su equipo. También identificarán cualquier brecha de conocimiento, de forma proactiva, y tendrán un proceso de contratación para cubrirla.

Nutre tu relación con el equipo de RRHH, para que estén al tanto de cualquier brecha de habilidades que estés experimentando. De esta manera, cuando necesite hacer una contratación, ellos sabrán qué buscar.

Lo mismo ocurre cuando se trabaja con una agencia. Ser proactivo y comunicar las necesidades de tu equipo permite a una agencia de contratación construir una reserva del talento que necesitas, lista para cuando lo necesites.

Mantén tu enfoque en aprender y perfeccionar continuamente tus rasgos de liderazgo. Hacerlo te convertirá en el líder que siempre has admirado. What kind of leader you end up becoming will depend on you.

Stan Lee might have put it best when he wrote, «With great power there comes great responsibility».