Aprenda a identificar y eliminar los pulgones en sus plantas de interior

Los pulgones son pequeños insectos chupadores de la familia de insectos Aphididae. El grupo incluye aproximadamente 5.000 especies diferentes, con varios cientos que pueden ser un problema para la agricultura y la jardinería. Los pulgones adultos tienen forma de pera y miden menos de 1/8 de pulgada de longitud. Los pulgones más comunes en las plantas de interior son los de color verde claro (pulgones de la pera), pero también se pueden encontrar pulgones de color rosa, blanco, gris y negro. Además, los pulgones alados pueden aparecer cuando las colonias están establecidas y volar para infectar nuevas plantas. Los pulgones juveniles (ninfas) parecen versiones más pequeñas de los adultos.

Cómo dañan los pulgones a las plantas

Las infestaciones de pulgones tienden a desarrollarse rápidamente, y los insectos son muy móviles: viajan rápidamente de una planta a otra. En el jardín, las colonias de pulgones suelen estar atendidas por hormigas, que se alimentan de la melaza de los pulgones, un líquido azucarado que segregan al alimentarse de la savia. En el interior, los pulgones se propagan entre las plantas volando o arrastrándose.

Los pulgones causan daños al chupar la savia del nuevo crecimiento de las plantas. Tienden a agruparse en el extremo de crecimiento de las plantas y se adhieren a los tallos blandos y verdes. Como resultado, el nuevo follaje puede parecer arrugado o atrofiado, y los pulgones suelen ser claramente visibles alrededor del tallo. Si la infestación es lo suficientemente grave, la planta empezará a dejar caer las hojas. Por último, al igual que las cochinillas, la melaza que segregan los pulgones puede favorecer el crecimiento de hongos y moho.

El abeto

El ciclo de vida del pulgón

En el exterior, los huevos de los pulgones sobreviven al invierno adhiriéndose al crecimiento leñoso. En la primavera, los huevos eclosionan en hembras. Las hembras dan a luz a ninfas sin aparearse, y estas ninfas maduran rápidamente en adultos (en unos 10 días). Los machos nacen en otoño y comienzan a aparearse con las hembras para producir huevos en preparación para el largo invierno. En el interior, sin embargo, no hay invierno que frene su reproducción, y las hembras de los pulgones pueden seguir produciendo ninfas todo el año sin pausa. Así, la población de pulgones puede descontrolarse rápidamente en las plantas de interior.

Prevención y tratamiento de los pulgones

Como la mayoría de las plagas, el mejor control de los pulgones es el defensivo. Las plantas sanas y vigorosas son menos susceptibles de ser infestadas que las débiles, con poca maceta y estresadas. Como regla general, si te aseguras de que tus plantas están sanas, es menos probable que atraigas a estos molestos bichos en primer lugar.

Si ves pulgones en tus plantas de interior, hay muchas opciones de control, la mayoría de ellas no químicas.

  • Lávalos: Utiliza un fuerte chorro de agua para expulsar a los pulgones de tus plantas. También puedes eliminarlos con los dedos o con un bastoncillo de algodón. Esto es mejor para las infestaciones ligeras.
  • Sumérjalos en agua: Si la planta tiene un follaje delicado que no tolera la pulverización, puedes sumergir toda la planta en agua para desalojar a los pulgones. Pon la planta boca abajo y sumerge la parte del follaje en un cubo de agua limpia a temperatura ambiente.
  • Utilice jabón insecticida: existen jabones insecticidas en el mercado (como el jabón insecticida de Safer), o puede hacer el suyo propio utilizando un detergente para platos como Ivory Liquid. Intenta encontrar un producto sin perfumes ni aditivos que puedan dañar las plantas. Mezcla el jabón en una concentración débil con agua (empezando con 1 cucharadita por galón y aumentando según sea necesario). Pulverice sobre las plantas, centrándose en el envés de las hojas.
  • Aplique aceite de neem: El aceite de neem se deriva del árbol de neem y por lo tanto es totalmente orgánico. Utilícelo según las instrucciones de la etiqueta. Además de sus propiedades insecticidas, el neem es también un fungicida y tiene beneficios sistémicos (lo que significa que la planta lo absorbe para poder controlar los insectos con los que no entra en contacto directamente). Según la Asociación de Protección del Medio Ambiente, el neem es seguro para su uso en hortalizas y plantas alimenticias, así como en plantas ornamentales.
  • Utiliza un insecticida casero: Este aerosol de insectos para todo uso fue desarrollado por los editores de la revista Organic Gardening y ha sido descrito en Rodale’s Organic Gardener’s Handbook of Natural Insect and Disease Control. Para hacer un lote, combine 1 bulbo de ajo, 1 cebolla pequeña y 1 cucharadita de pimienta de cayena en un procesador de alimentos o licuadora y procese hasta obtener una pasta. Mézclala en un litro de agua y déjala reposar durante una hora. Colar a través de una gasa y añadir 1 cucharada de jabón líquido para platos. Mezclar bien. La mezcla puede conservarse hasta una semana en el frigorífico. Otros dos tipos de sprays caseros también pueden controlar los pulgones.
  • Aplicar alcohol de quemar: Aunque este método requiere un poco de tiempo, los pulgones morirán si los cubre con un hisopo humedecido en alcohol de fricción.
  • Retirar la parte dañada de la planta: Puedes cortar las secciones de la planta que estén muy infestadas y eliminarlas al aire libre.
  • Cuelgue trampas adhesivas: Las hojas o tiras de papel adhesivo colgadas alrededor de tus plantas atraparán a los insectos que vengan a visitarte. Las trampas pegajosas están disponibles en centros de jardinería y en tiendas online.
  • Utiliza un spray químico: Siempre es mejor evitar las soluciones químicas cuando puedas, pero si una infestación severa de una planta preciada no te deja opción, trata las infestaciones con un spray que contenga piretrinas, imidacloprid o piretroides. De estos, los pulverizadores a base de piretrinas son los más seguros, ya que tienen una baja toxicidad y no persisten durante mucho tiempo.

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