Aprender a aprender

Pasamos años de nuestras vidas asistiendo a la escuela, pero hay muchas habilidades para la vida que faltan en el plan de estudios típico. El pensamiento crítico, las conversaciones constructivas, el manejo del dinero, la escritura comercial, la gestión del tiempo y el autocuidado son sólo algunas. Otra habilidad a la que no dedicamos suficiente tiempo es aprender a aprender.

Es una pena, porque hay muchas herramientas mentales respaldadas por la ciencia a nuestra disposición. Cómo puedes aprender rápido, mejor y, en definitiva, crecer como creador y líder?

Entiende cómo funciona tu cerebro

Hay un curso estupendo en Coursera llamado Aprender a aprender, impartido por la doctora Barbara Oakley y el doctor Terrence Sejnowski. Abarca la ciencia del aprendizaje para que puedas optimizar la forma en que vas a estudiar, comprender y utilizar material novedoso.

Por ejemplo, tu cerebro tiene dos modos: uno «enfocado» y otro «difuso». El modo enfocado consiste en mantener tu atención en una tarea específica, como leer este artículo o resolver un reto de codificación. El modo difuso consiste en dejar que tu mente divague, dejando que tu cerebro establezca nuevas conexiones por sí mismo.

Esto es por lo que a menudo tenemos «pensamientos en la ducha»: después de estudiar intensamente un tema, la ducha es un lugar en el que solemos relajarnos, y los nuevos pensamientos parecen aparecer en nuestra mente.

También es por lo que dormir es tan importante cuando se trata de dominar un nuevo tema. Dormir permite a nuestro cerebro solidificar nuevas conexiones, deshacerse de las toxinas que se acumulan durante el día, y estar listo para su próxima sesión de estudio.

Olvídate de tu estilo de aprendizaje

Hoy en día, hay muchas, muchas maneras de estudiar un tema: libros, cursos online, podcasts, bootcamps presenciales, blogs, conferencias, wikis, aplicaciones móviles, grupos de estudio, tutorías. Según muchos profesores, tu estilo de aprendizaje puede ser visual, auditivo, verbal, físico, etc.

Un estilo de aprendizaje puede definirse como «la manera compleja en la que, y las condiciones en las que, los alumnos perciben, procesan, almacenan y recuerdan de forma más eficiente y eficaz lo que intentan aprender» o, alternativamente, como «la preferencia o predisposición de un individuo a percibir y procesar la información de una manera particular o una combinación de maneras.»

Un marco que se ha utilizado históricamente para averiguar el estilo de aprendizaje de cada uno se llama VARK, que significa aprendizaje visual, auditivo, de lectura/escritura o cinestésico. Si tienes curiosidad, puedes hacer el test de forma gratuita.

Pero es importante tener en cuenta que en los últimos tiempos ha habido cierto rechazo en la comunidad científica en torno a los estilos de aprendizaje y su validez, e incluso algunos investigadores los llaman neuromitos. Mientras que la mayoría de los estudiantes creen que los estilos de aprendizaje influyen en el rendimiento, investigaciones recientes muestran que hay muy pocas pruebas que apoyen la idea de que los resultados del aprendizaje son mejores cuando los estilos de enseñanza se alinean con los estilos de aprendizaje de las personas.

La idea de los estilos de aprendizaje también puede ser perjudicial al colocarte en una mentalidad fija, impidiendo que cultives las habilidades de aprendizaje clave que se pueden desarrollar en todo el mundo.

En última instancia, lo más importante es utilizar estrategias de aprendizaje que maximicen tu recuerdo. Estas técnicas respaldadas por la ciencia incluyen espaciar las sesiones de estudio a lo largo del tiempo, ponerse a prueba con el material y experimentar el contenido de múltiples maneras para poder hacer conexiones significativas.

La realidad del aprendizaje

Sólo hazlo

La procrastinación a menudo se interpone en el camino del progreso. Pero empezar es la mitad de la batalla. Aquí hay algunas técnicas que pueden ayudarte a hacerlo.

  • La técnica Pomodoro: probablemente ya hayas oído hablar de ella, pero la razón por la que es tan popular es porque realmente funciona. Se pone un temporizador y no se hace nada más que estudiar el tema en cuestión, y se sigue concentrando hasta que se acabe el tiempo. Un temporizador Pomodoro típico es de 25 minutos con un descanso de 5 minutos después.
  • Chunking: consiste en dividir lo que quieres aprender en trozos manejables, y dominar cada uno de los trozos hasta que puedas formar una imagen más grande en tu mente. En primer lugar, prepare su cerebro examinando el contenido, por ejemplo, escudriñando el índice de un curso. A continuación, observa un ejemplo, como ver un vídeo del instructor construyendo una aplicación. Por último, hazlo tú mismo. Este es un paso muy importante para consolidar tus conocimientos.
  • Proceso frente a producto: el aprendizaje no es un proyecto con un principio, un medio y un final. Tienes que enamorarte del proceso. Quieres convertirte en un mejor escritor? Write everyday. A better coder? Code every day. It’s impossible to know everything about a topic, but you should embrace that impossibility.

Trust the process and you will go from good to great.

Learn more:

  • The Problem with «Learning Styles» (Scientific American)
  • Learning Styles: ‘Neuromyth’ or Helpful Model? (Inside Higher ED)
  • Learning techniques from the Coursera course (Learn. Love. Code)