Aspartamo: ¿Deberían tomarlo las personas con diabetes de tipo II?

Contexto: Las personas con diabetes de tipo II (T2D) tienen que controlar los niveles de glucosa en sangre para mantener la salud y la longevidad. Los edulcorantes artificiales (incluido el aspartamo) son las alternativas al azúcar sugeridas para estas personas. La seguridad del aspartamo, en particular, ha sido durante mucho tiempo el centro del debate. A pesar de ser un producto tan controvertido, muchos médicos recomiendan su uso a los pacientes con T2D, durante una dieta controlada y como parte de una estrategia de intervención. El aspartamo es 200 veces más dulce que el azúcar y tiene un efecto insignificante sobre los niveles de glucosa en sangre, y se sugiere su uso para que los T2D puedan controlar la ingesta de carbohidratos y los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, las investigaciones sugieren que la ingesta de aspartamo puede conducir a un mayor riesgo de aumento de peso en lugar de pérdida de peso, y causar un deterioro de la tolerancia a la glucosa en sangre en la T2D.

Objetivo: Esta revisión consolida los conocimientos obtenidos a partir de los estudios que relacionan el consumo de aspartamo con los distintos mecanismos asociados a la T2D.

Método: Se revisa la bibliografía que aporta pruebas que hacen temer que el aspartamo pueda exacerbar la T2D y aumentar la carga global de la enfermedad.

Resultado: El aspartamo puede actuar como un estresante químico al aumentar los niveles de cortisol, y puede inducir un estrés oxidativo sistémico al producir un exceso de radicales libres, y también puede alterar la actividad microbiana intestinal e interferir con el receptor de N-metil D-aspartato (NMDA), dando lugar a una deficiencia o resistencia a la insulina.

Conclusión: El aspartamo y sus metabolitos son seguros para la T2D es todavía discutible debido a la falta de datos consistentes. Se requiere más investigación que proporcione pruebas y plantee la preocupación de que el aspartamo pueda exacerbar la prevalencia de la fisiología patológica en la ya estresada fisiología de la T2D.