Beneficios de la terapia con láser frío para el alivio del dolor y la curación
Respaldados científicamente, opciones eficaces de alivio del dolor son algunos de los beneficios de la terapia con láser frío
A diferencia de los láseres utilizados en procedimientos quirúrgicos diseñados para eliminar tumores internos o sellar los vasos linfáticos o sanguíneos, la terapia con láser frío utiliza niveles de luz tan bajos que no aumentan el calor dentro de los tejidos tratados. De ahí el nombre de terapia láser «fría».
Según los resultados de la investigación, estas aplicaciones láser frías, que también se denominan terapia láser de bajo nivel (LLLT) o fotobiomodulación, son útiles para múltiples propósitos. Dos de estos propósitos son el alivio del dolor y la mejora de la curación.
Terapia con láser frío para el dolor
La diabetes, el cáncer y las enfermedades del corazón son tres condiciones médicas que la mayoría de la gente teme. Sin embargo, los Institutos Nacionales de Salud comparten que hay más estadounidenses aquejados por el dolor que todos estos problemas juntos. De hecho, el dolor es la razón número uno por la que la gente busca atención médica hoy en día, además de ser una de las principales causas de discapacidad.
En el pasado reciente, los analgésicos se prescribían a menudo en un intento de proporcionar alivio a los pacientes. Sin embargo, ahora que existe una creciente preocupación por la crisis de sobredosis de opiáceos -una situación que, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, es responsable de la pérdida de 130 vidas cada día sólo en Estados Unidos-, los médicos se están dando cuenta de que este método de tratamiento en realidad predispone a los pacientes a sufrir más daños que beneficios. Especialmente cuando existen otras opciones de alivio del dolor científicamente respaldadas y eficaces, una de las cuales es la terapia con láser frío.
Por ejemplo, en 2009, la revista The Lancet publicó una revisión sistemática y un metanálisis de 16 ensayos controlados aleatorios en los que participaron 820 pacientes con dolor de cuello. Tras considerar cada ensayo y sus resultados, los investigadores concluyeron que la terapia con láser frío (en este caso denominada terapia con láser de bajo nivel) tenía resultados positivos a corto y largo plazo. En concreto, los autores afirmaron que esta modalidad «reduce el dolor inmediatamente después del tratamiento en el dolor de cuello agudo y hasta 22 semanas después de la finalización del tratamiento en pacientes con dolor de cuello crónico».
Otro estudio informó de hallazgos similares, excepto que este examinó más de cerca la terapia con láser frío y sus efectos en el dolor de espalda. El estudio se publicó en la revista Australian Journal of Physiotherapy y contó con la participación de 61 pacientes que habían sufrido dolor lumbar durante un mínimo de tres meses.
Para los fines de esta investigación, los participantes se dividieron en tres grupos. El primer grupo se sometió a una terapia con láser frío, el segundo se sometió a una terapia con láser y también hizo ejercicios, y el tercer grupo se sometió a una terapia con láser placebo además de hacer ejercicios.
Al concluir el estudio, los investigadores observaron que, en comparación con el grupo que sólo hizo ejercicios, el grupo que se sometió a una terapia con láser combinada con ejercicios tuvo una mayor reducción del dolor a las 12 semanas. Este grupo también experimentó una mejor amplitud de movimiento en la región lumbar y una reducción de la discapacidad en el mismo periodo de tiempo.
Mejora de la curación y terapia con láser frío
Healthline explica que la terapia con láser frío funciona aplicando diferentes longitudes de onda de luz de bajo nivel en la zona afectada. Tras ser absorbida por el tejido, se produce una reacción que acaba por promover la regeneración celular. Por este motivo, este método de tratamiento suele denominarse «medicina regenerativa». Además, es en esta regeneración celular donde se potencia la curación, y las investigaciones así lo confirman.
Por ejemplo, un meta-análisis de 2004 publicado en la revista Photomedicine and Laser Surgery estudió nueve artículos revisados por pares sobre este tema y determinó que, además de proporcionar alivio del dolor, los láseres de baja potencia también ayudan a mejorar la reparación de los tejidos, lo que repercute positivamente en la tasa de curación de una persona.
Este meta-análisis señaló además que los láseres fríos tienen también otros efectos beneficiosos relacionados con la reparación de los tejidos, algunos de los cuales incluyen la forma en que afecta a la formación de colágeno, la resistencia a la tracción, la tensión de tracción y la supervivencia del colgajo. Como resultado, la conclusión general de los autores fue que «la fototerapia con láser es un armamento terapéutico muy eficaz para la reparación de los tejidos y el alivio del dolor».
Una revisión sistemática de 2014 añade que la terapia con láser de baja intensidad también reduce el proceso inflamatorio, modula los factores reguladores de crecimiento y miogénicos, y aumenta el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos. Juntos, estos mejoran el proceso de reparación muscular aún más.
Un efecto combinado
Si las aplicaciones de láser frío reducen el dolor y mejoran la curación, los pacientes ganan de dos maneras. No sólo tienen que luchar menos con las molestias que sienten -sin tener que tomar opioides- sino que también se sienten mejor más rápido. Eso hace que los beneficios de la terapia con láser frío sean una opción que debería considerarse.