Benzoato de sodio
El benzoato de sodio se ha utilizado en una gran variedad de productos por sus características antimicrobianas y de sabor. Es el conservante alimentario más utilizado en el mundo, incorporándose tanto a productos alimenticios como a bebidas no alcohólicas. Se utiliza en margarinas, salsas, jarabes de arce, encurtidos, conservas, mermeladas y jaleas. Casi todos los refrescos dietéticos contienen benzoato de sodio, al igual que algunos refrescos de vino y zumos de fruta. También se utiliza en productos de cuidado personal como pastas de dientes, limpiadores de dentífricos y enjuagues bucales. Como conservante, el benzoato sódico tiene la ventaja de su bajo coste. Un inconveniente es su sabor astringente que puede evitarse utilizando niveles más bajos con otro conservante como el sorbato de potasio.
Además de su uso en alimentos, se utiliza como intermedio durante la fabricación de tintes. Es un medicamento antiséptico y un inhibidor de la oxidación y el moho. También se utiliza en el tabaco y en preparados farmacéuticos. En forma de ácido libre, se utiliza como fungicida. Un uso relativamente reciente del benzoato de sodio es como inhibidor de la corrosión en los sistemas de refrigeración de los motores. El benzoato de sodio se ha incorporado recientemente a los plásticos, como el polipropileno, donde se ha comprobado que mejora la claridad y la resistencia.