Cómo cocinar el bacon en el horno

Hay muchas formas de cocinar el bacon, pero después de mucha investigación (hemos comido MUCHO bacon, chicos), hemos determinado que la más inteligente para cocinar las lonchas es en el horno: hay menos lío, hace que servir el bacon a una multitud sea TAN fácil, y los resultados son igual de crujientes.

Hay algunas excepciones a esta regla. Si estás cocinando sólo un par de rebanadas, una sartén es más fácil – ¡con agua si eres inteligente! En segundo lugar, si saltear el tocino es un paso en una receta que lleva a cocinar algo más en la grasa del tocino (como en esta receta de patatas para el desayuno), siga las instrucciones. No te desvíes y hornea en su lugar.

Pero en el 80 por ciento de los casos de desayuno, el método del horno funciona mejor. He aquí cómo cocinar perfectamente el bacon en el horno cada vez.

1. Calienta el horno.

Precalienta a 400º y forra una bandeja de horno grande con papel de aluminio. (Lo agradecerás cuando llegue la hora de fregar los platos)

Nota de la cocina de prueba: el horno de cada uno es diferente. Recomendamos encarecidamente utilizar un termómetro de horno para asegurarse de que el calor está realmente a 400°. (Muchos termómetros incorporados son inexactos.) Si el tuyo está funcionando a más temperatura, corres el riesgo de quemar el bacon.

2. Utiliza tu rejilla para enfriar.

Si te gusta el bacon extra crujiente, pon una rejilla metálica para enfriar dentro de la bandeja del horno. Elevar el bacon permite que las tiras se cocinen por todos los lados. Si te gusta el tocino con un poco de masticación, o no tienes una rejilla para enfriar, omite este paso. Tu bacon seguirá siendo increíble.

3. Hornea el bacon.

Coloca las tiras de bacon en una sola capa en la bandeja del horno. No dejes que se superpongan o las tiras se pegarán. Hornea hasta que el bacon esté crujiente, unos 20 minutos, dependiendo de su grosor. Nuestro consejo: Empieza a comprobarlo a los 15 minutos porque algunos hornos son quisquillosos y el bacon quemado es triste.

4. Escurre las lonchas.

Por lo general, escurre las lonchas de bacon (muy grasientas) en un plato forrado con papel de cocina y sírvelas inmediatamente.

5. Guarda la grasa del bacon

Vierte la grasa en un tarro de cristal (u otro recipiente de cristal) y guárdala en la nevera. En serio: guardar la grasa será la mejor decisión que tomes en toda la semana. Puedes usarla para cocinar huevos, asar verduras y hacer palomitas de maíz.