Cómo comer sano en el campus: 4 consejos para estudiantes universitarios

La temporada de frío ha llegado. Y si no te estás cuidando, ¡un resfriado o una gripe podrían estar en tu futuro!

Probablemente ya sabes que una dieta saludable es uno de los componentes clave para fortificar tu sistema inmunológico-pero hay una serie de otros aspectos para mantenerse saludable, como hacer ejercicio y dormir lo suficiente. Practicar todos estos hábitos saludables con regularidad te ayudará a sentirte mejor, a tener más energía y a evitar enfermarte durante tu estancia en el campus.

Aquí tienes cuatro consejos para comer de forma saludable en la universidad, así como algunos recursos del campus que puedes aprovechar como estudiante.

Comer alimentos saludables

Comer alimentos densos en nutrientes no sólo mantiene tu cuerpo sano; también hace que cumplir con tu plan de nutrición sea más fácil. Por ejemplo, los alimentos ricos en fibra y proteínas tienen un efecto saciante, lo que significa que te sentirás lleno durante más tiempo después de las comidas. Además, los alimentos que contienen muchas vitaminas y minerales pueden ayudar a evitar que te enfermes.

Así que si tu objetivo es mantenerte sano, intenta basar tu dieta en alimentos saludables como:

  • Frutas y verduras
  • Fuentes de proteínas magras (si no comes carne, busca una fuente de origen vegetal)
  • Grasas saludables, como los frutos secos, los aguacates y el aceite de oliva
  • Productos lácteos bajos en grasa
  • Granos integrales
  • También es conveniente evitar los alimentos altamente procesados y azucarados. Definitivamente, debes recompensar tu duro trabajo con un capricho de vez en cuando, pero es mejor hacerlo con moderación.

    Entérate de cómo comer sano en el comedor

    Quizás hayas oído hablar de los «15 años del primer año», o del rumor de que los nuevos estudiantes universitarios ganan peso comiendo en el comedor.

    Si bien estas afirmaciones pueden ser exageradas (un estudio publicado en el Journal of American College Health descubrió que los estudiantes sólo ganaron alrededor de 2,7 libras), sí ayuda tener un plan. Después de todo, el control de las porciones puede desempeñar un papel importante en el control del peso.

    Seguir estos consejos puede ayudarte a mantener tu salud sin dejar de obtener los nutrientes que tu cuerpo necesita:

    • Planifica cuántas comidas comerás cada día
    • Come un plato de ensalada antes de comer otros alimentos
    • Limítate a un postre o dulce (por comida o por día)
    • Bebe mucha agua (se ha demostrado que hidratarse antes de una comida reduce la cantidad que comes)
    • Hoy en día, las universidades invierten mucho dinero para asegurar que sus estudiantes se mantengan saludables. Por ejemplo, los Servicios de Comedor de la APU se han asociado con la galardonada Bon Appétit Management Company para proporcionar a los estudiantes comidas deliciosas, nutritivas y de origen responsable en todos los campus de la escuela. Sigue siendo responsabilidad de los estudiantes seguir una dieta saludable, pero esto hace que sea más fácil para ellos tomar decisiones saludables de forma consistente, proporcionando acceso a los alimentos más saludables.

      Alimenta tu mente y tu alma

      Podrías pensar que comer sano sólo se refiere a tu salud física. Pero en realidad existe una relación directa entre la salud del cerebro y una buena nutrición

      Cuando tu dieta está llena de ciertos nutrientes (como los ácidos grasos omega-3, la vitamina B y otros minerales) tu salud mental puede mejorar, según un estudio publicado en Clinical Nutrition Research. ¡Asimismo, cuando se trata de estrés o ansiedad, es más probable que te des un atracón o consumas alimentos poco saludables.

      Tu mente afecta a tu cuerpo, por lo que comer sano es también una inversión en salud mental! Es una buena idea enfocar tu nutrición de forma holística, o como parte de tu plan más amplio para mantenerte saludable en el campus.

      Conecta tus objetivos de fitness y salud con tu dieta

      Hacer ejercicio puede mejorar tu estado de ánimo, darte energía y fortalecer tu sistema inmunológico. También es un eficaz reductor del estrés, según la Clínica Mayo, y regula el apetito, según explica Medical News Today.

      Puede que estés más motivado para hacer ejercicio de forma constante si estableces un objetivo de fitness (o un propósito de Año Nuevo) que priorice tu salud y lo conecte con tu dieta. Esto te da cosas para trabajar, como el número de veces que vas al gimnasio cada semana o el número de comidas saludables que comes (de esta manera puedes planear comidas «trampa» o días libres).

      Por supuesto, alcanzar tus objetivos personales será más fácil con el acceso a un gimnasio de vanguardia y profesionales del bienestar. En APU, los estudiantes pueden aprovechar el centro de fitness del campus antes de dirigirse al comedor. Además, los estudiantes pueden disfrutar del acceso a un nutricionista en el campus que es capaz de evaluar sus hábitos dietéticos y proporcionar apoyo a aquellos con alergias a los alimentos y trastornos de la alimentación, entre otras necesidades.