Cómo mejorar el equilibrio: Parte I – De pie sobre una pierna
El equilibrio disminuye gradualmente con el tiempo por una variedad de razones, incluyendo los cambios nerviosos relacionados con la edad, la debilidad muscular y simplemente no realizar movimientos que desafían su equilibrio.
La investigación nos dice que la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio y el tiempo de reacción son los factores de riesgo más fácilmente modificables para las caídas. Lo que significa que muchos de los cambios que conducen a un mal equilibrio pueden retrasarse, ralentizarse o incluso invertirse. En esta serie de 5 partes voy a mostrar 5 ejercicios rápidos y sencillos que puede hacer para mejorar su equilibrio.
Al realizar estos ejercicios durante un minuto cada uno, todos los días, tiene el poder de mejorar su equilibrio, aumentar su fuerza y mantenerse activo e independiente en su propia casa.
¡Comencemos!
Ponte de pie sobre una pierna
Antes de que digas, «no puedo ponerme de pie sobre una pierna», piensa en esto: a menos que estés usando un bastón o un andador, cada vez que das un paso hay un momento en el que estás de pie sobre una pierna.
Este ejercicio le está entrenando para extender ese momento en el tiempo, de modo que si está caminando y está a punto de pisar la proverbial cáscara de plátano, puede mantenerse sobre una pierna el tiempo suficiente para seleccionar otro lugar para que su pie baje.
Subir y bajar de los bordillos también requiere estar de pie sobre una pierna.
Así que aunque ahora mismo no seas capaz de mantenerte sobre una pierna, si lo practicas, mejorará, ¡y también tu equilibrio!
Mira el vídeo de abajo para ver cómo hacerlo de forma segura y deja cualquier duda que tengas en la sección de comentarios de abajo.
Transcripción del vídeo:
Te voy a enseñar cómo practicar de forma segura el mantenerse sobre una pierna. Para empezar comienza en una superficie resistente como la encimera de la cocina o una silla robusta que no se mueva sobre ti.
Puedes empezar con las dos manos en la superficie y progresar a una sola. Levanta un pie del suelo, con cuidado de que tus piernas no se toquen o tu cadera no caiga.
Sentirás esto en tu cadera de pie. Practica ambos lados llevando la cuenta del tiempo que puedes hacerlo a la izquierda y a la derecha, porque la mayoría de la gente no es igual.
Estoy orgulloso de que quieras mejorar tu equilibrio.
¡Sigue trabajando bien!