Cómo mejorar tu firma
Siempre he pensado en escribir un artículo sobre cómo mejorar tu firma. ¡Sin embargo, he tardado tanto en abordar este tema porque me preguntaba si una firma se puede cambiar! Como por ejemplo: ¿puedes un día decidir que ya no quieres una firma desordenada y optar por escribir una ordenada en su lugar (o viceversa)? Ahora que nos acercamos a enero -un mes de cambios- me puse a pensar: ¿por qué no? La firma es una forma más de presentarnos al mundo, y tu presentación siempre es algo que puedes cambiar. Hoy, vamos a dar algunas ideas para hacer una firma satisfactoria de la que te sientas orgulloso/a.
Decide qué tipo de look quieres que transmita tu firma.
¿Quieres algo tradicional y elegante? Busca inspiración en el alfabeto de Janet Style. ¿Prefieres transmitir pulcritud y organización? Considere la cursiva tradicional. O, ¿quieres hacer algo totalmente fuera de lo común? Investiga las firmas de otros (Pablo Neruda y Oscar Wilde tienen firmas divertidas y artísticas que merece la pena consultar).
2. Piensa en una forma de hacer que tu firma destaque.
Tu firma no es como la escritura cotidiana, así que no tiene por qué ser legible. En lugar de centrarte en la legibilidad, intenta pensar en formas de conseguir que las letras funcionen juntas de una manera única. Por ejemplo, la firma de Barack Obama: no es correcto poner la «b» dentro de la «O» de su apellido, pero visualmente funciona bien. Walt Disney tenía ese distintivo bucle sobre la «i» de «Disney». Taylor Swift tiene una «T» en bucle que sólo parece una «T» cuando has leído el resto de las letras. El punto es: puedes elegir absolutamente la licencia creativa por encima de la legibilidad.
Dato interesante: según The Journal of Forensic Research, las firmas ilegibles son más difíciles de falsificar que las legibles. La revista también sugiere tener un estilo de firma que utilices para artículos personales (por ejemplo, cartas) y otro estilo que utilices para artículos oficiales (por ejemplo, para firmar papeles).
Rompe las reglas
Como he dicho, tu firma no tiene por qué ser legible, así que piensa un poco más allá. Prueba con una mezcla de cursiva y letra de imprenta, por ejemplo, o intenta añadir elementos que vayan con tu personalidad. Por ejemplo, puedes ponerle un punto a tu «i» con un corazón o una estrella. La cola de una letra, como la «g», podría dar la vuelta para cruzar una «t». O haz como mi madre y desvía todas las letras hacia la izquierda. Considera la forma correcta/legible que debe tener tu firma como una guía suelta, y tómate una licencia creativa a partir de ahí.
4. Para mejorar tu firma, aprende caligrafía.
¡Noté un cambio drástico en mi firma después de aprender a usar una pluma de inmersión! Creo que saber caligrafía te ayuda a estar más en sintonía en cuanto a ver las letras como arte. Como calígrafo (aficionado o no), sabes estar abierto a la experimentación, ¡y tienes una base de conocimientos de varias formas diferentes de escribir letras!
Dicho esto, aprender caligrafía no es necesario para mejorar tu firma. No recomendaría aprender caligrafía con el único objetivo de tener una firma más bonita. Tienes que querer aprender caligrafía también por otras razones. Sin embargo, saber escribir caligrafía te ayudará absolutamente a generar un John Hancock más impresionante y llamativo.
5. Experimenta escribiendo tu firma de varias formas diferentes.
Nunca sabrás con certeza el aspecto que quieres para tu firma si no tienes unas cuantas opciones con las que compararla. Intenta sacar un papel y escribir tu firma al menos de 10 formas diferentes. Una vez que tengas una sólida colección de posibles firmas, fíjate en las cualidades que más te gustan. ¿Te gusta cómo has hecho una letra mayúscula aquí? ¿Hizo un bucle de una cola allí? Toma nota de lo que te gusta, y luego combina todos esos aspectos para hacer un par de muestras más!
Después de haber encontrado la opción que te gusta, intenta memorizarla. Escríbela varias veces, y quizás hazle una foto con tu teléfono para recordar cómo es tu firma ideal.
6. Recuerda que no pasa nada por cambiar tu firma cuando te apetezca.
Al igual que puedes decidir mantener la casa más limpia o cambiar de look, ¡puedes decidir cambiar tu firma! Yo he pasado por cinco firmas desde que empecé esta web, y con cada nueva firma, me siento más fresco y presentable.
Si has estado pensando en cambiar tu firma, ¡espero que te haya gustado este artículo! Guárdalo mentalmente para el próximo mes, que tradicionalmente es un mes de cambios. Fíjate también en cómo reacciona la gente a tu nueva firma. Cuando te tomas la molestia de hacer una firma adornada y llamativa en un recibo de tarjeta de crédito (por ejemplo), lo más frecuente es que alguien la admire, lo que siempre es una sensación genial.