Cómo se usa la lana de acero para lijar?

La lana de acero puede utilizarse en lugar del papel de lija fino para muchos trabajos de lijado. Las finísimas hebras de acero cortan suavemente la superficie a lijar, eliminando una capa ultrafina. La principal ventaja de utilizar lana de acero en lugar de papel de lija es que la lana de acero se puede comprimir a casi cualquier forma, por lo que se puede utilizar mucho más fácilmente en lugares de difícil acceso, así como en formas complejas como bordes biselados o molduras.

Hay una serie de diferentes grados de lana de acero, desde el más grueso, el número 5, hasta el más fino, el 0000. Los grados más gruesos se pueden utilizar para eliminar la pintura, el barniz o el acabado de la madera para preparar el artículo para su posterior trabajo. Los grados más finos son especialmente útiles para el delicado trabajo de lijado entre acabados (recorte). Si desea «frotar» una última capa al final del proceso de acabado, la lana de acero más fina también es buena para este trabajo. La lana deja un tacto especialmente satinado porque corta en lugar de desgastar o rasgar la superficie. Utilice frotamientos cortos alrededor de los bordes de la obra, y trazos largos con la veta en las superficies planas grandes.

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La desventaja de la lana de acero es que puede oxidarse cuando se moja. Esto significa que no es adecuada para usarla entre capas de acabados a base de agua o pintura. A menudo se rompen pequeños trozos de lana durante el proceso de lijado o frotado, y los que quedan pueden dejar manchas de óxido. Asimismo, no se recomienda utilizar lana de acero sobre el yeso, ya que los trozos pueden quedarse atascados en el yeso y oxidarse allí. Este problema puede solucionarse en algunos casos limpiando cuidadosamente con un paño suave o pasando un imán fuerte por la superficie para recoger los trozos de lana de acero que queden.