El cremor tártaro es un polvo fino y blanco que suele venderse en la sección de especias y repostería del supermercado. Cuando no tengas cremor tártaro en la despensa, no te preocupes. Puedes utilizar zumo de limón, vinagre o levadura en polvo, u omitirlo por completo. El sustituto más adecuado depende del papel que desempeñe el cremor tártaro en tu receta.
¿Qué hace el cremor tártaro?
El cremor tártaro es la forma en polvo del ácido tartárico, una sustancia que se forma en el fondo de las barricas al elaborar el vino. Sus propiedades ácidas son útiles en las recetas por tres razones específicas:
Estabiliza las claras de huevo: Con frecuencia verás que las recetas de tartas de merengue y suflés piden una pizca de cremor tártaro. Es el ingrediente que ayuda al merengue a mantener sus picos altos, incluso después de un viaje por el horno.
Actúa como agente leudante: En las galletas, panqueques y otros productos horneados sin levadura, el cremor tártaro puede combinarse con el bicarbonato de sodio. La reacción química resultante hace que sus golosinas sean más esponjosas.
Evita que el azúcar se cristalice: En escarchas, glaseados y jarabes, la adición de cremor tártaro puede evitar que el azúcar se cristalice y dar lugar a una textura más cremosa.