Cartas de Oncología

Introducción

El aumento de la cirugía del cáncer hepatobiliar y pancreático, las variaciones anatómicas del tronco celíaco (también llamado tronco celíaco o arteria celíaca (CAT) en la literatura) y las arterias hepáticas es de suma importancia en la cirugía hepato-pancreática-bilar (HPB). En la literatura, las anomalías vasculares en la región peripancreática se dividen en variaciones del área mesentérica superior, el tronco celíaco y la arteria hepática. La información sobre la anatomía arterial del abdomen se deriva de la literatura de radiología y anatomía. Por lo general, el tronco celíaco nace anteriormente de la aorta abdominal a la altura de la duodécima vértebra torácica, justo cuando la aorta entra en el abdomen, y luego sigue su curso anterior o ligeramente anterolateral en el saco menor y en el borde superior del páncreas se divide en tres ramas: La arteria gástrica izquierda (AGI), la arteria esplénica (AE) y la arteria hepática común (AHC) (1). En el 89,1% de los pacientes se encontró una anatomía normal de la CAT (1). La longitud del tronco celíaco desde su origen hasta el lugar donde da las ramas principales es de 1,5-2 cm. Los diámetros de SA, CHA y LGA son de 5, 6 y 4 mm, respectivamente(2).

Los patrones de la anatomía arterial hepática no son constantes. La anatomía normal de la arteria hepática es una ACh que surge del eje celíaco y que discurre hasta el punto en el que surge la arteria gastroduodenal (AGD), más allá de la cual se convierte en la arteria hepática propia (AHP). La AHC suele pasar hacia delante durante una corta distancia en el retroperitoneo y luego emerge en el borde superior del páncreas y en el lado izquierdo del conducto hepático común. Tras surgir del CAT, el CHA gira hacia arriba y discurre lateral y adyacente al conducto biliar común. La GDA es la primera rama de la CHA que irriga el duodeno proximal y el páncreas. La arteria gástrica derecha parte poco después y continúa dentro del epiplón menor a lo largo de la curva menor del estómago. En este punto, la arteria gástrica menor se denomina arteria gástrica primaria, que se dirige hacia el hilio y pronto se divide en arteria gástrica ligera y arteria gástrica derecha. En el 80% de los casos, la AHR discurre por delante del conducto hepático común antes de entrar en el parénquima hepático; en el 20% de los casos, la AHR puede situarse por delante del conducto hepático común (3). Esta anatomía normal de la AHC representa del 25 al 75% de los casos (1,4,5). Sin embargo, las anomalías durante la embriogénesis pueden dar lugar a diversas variantes anatómicas y las más comunes son: De la aorta: 0,5-2%; de la AME: 1,5-3,5% (1,4,5). Sobre la base de la literatura se pueden distinguir dos vías principales de CHA. Estas dos variaciones pueden tener un impacto significativo en el corte quirúrgico: i) La vía extraparietal (fuera de la cabeza del páncreas): la ACh sale de la AMS y pasa al hígado en la superficie posterior de la cabeza del páncreas; en este caso la disección de esta arteria del páncreas sin lesión de la cabeza del páncreas no es difícil; ii) el trayecto intraparenquimatoso (en la cabeza del páncreas) – CHA sale de la arteria mesenteral superior y se dirige al hilio del hígado a través del parénquima de la cabeza; en este caso puede ser difícil salvar la parte intraparenquimatosa de la CHA (cuando es imposible salvar la CHA es necesario reconstruirla debido a la realización de una anastomosis de extremo a extremo con la arteria gastro-duodenal).

Reportamos dos casos de anomalía asociada de CAT y CHA con su importancia clínica. Este artículo es un análisis y una revisión de la literatura elaborados de forma retrospectiva, basados en dos casos raros independientes relacionados con la cirugía pancreática-bilar. El tema que se presenta pertenece al área de interés del Departamento de Oncología Quirúrgica de la Universidad Médica de Lublin, que se concentra principalmente en la cirugía de los cánceres del tracto gastrointestinal; además, el Departamento es un centro académico y se centra en la formación en oncología quirúrgica. Describimos las variantes anatómicas de la arteria hepática: Donde un sistema arterial hepático (HAS) que surge directamente de la SMA y viaja por detrás de la cabeza pancreática y la vena porta. Discutimos la importancia de estas variantes arteriales y las implicaciones del manejo quirúrgico.

Casos clínicos

Caso 1

(CHA originado en la SMA, tronco hepatomesentérico). Hombre de 44 años que presenta un tumor en la cabeza del páncreas. La colangiopancreatografía endoscópica retrógrada (CPRE) reveló una estructura de bileducto común y células atípicas, y se colocó un stent. La TC demostró un CHA que surgía directamente de la AMS (Fig. 1). Intraoperatoriamente, se encontró una masa palpable de 3×4 cm en la cabeza del páncreas y se confirmaron las sospechas de anomalías de la arteria hepática tras una maniobra de Kocher extendida y una disección cuidadosa del espacio peripancreático y retroperitoneal con el llamado enfoque «primero la arteria». Se llevó a cabo una pancreatoduodenectomía «radical» para preservar el píloro con intención curativa. No se observaron complicaciones postoperatorias y la paciente fue dada de alta el 10º día del postoperatorio.La evaluación patológica reveló un carcinoma tubular pancreático T4N0M0 resecado con margen retroperitoneal positivo (R1).La linfadenectomía regional permitió el examen patológico de 27 ganglios linfáticos sin metástasis. El 19º día del postoperatorio, la paciente volvió a ingresar en el hospital debido a una fístula pancreática de tipo B. La complicación se trató eficazmente de forma conservadora durante 16 días. Treinta y cinco días después de la operación se programó para quimioterapia sistémica adyuvante.

Caso 2

(CHA originado en SMA, tronco hepatomesentérico). Un hombre de 67 años se presentó con un cáncer de cabeza de páncreas. La TC demostró un tumor focal en la cabeza del páncreas. La TCarteriografía mostró un CHA que se originaba en la AMS y viajaba por detrás de la cabeza del páncreas, así como por detrás de la VenaPorta (Fig. 2). Tras la división del cuello pancreático anterior a la vena mesentérica superior, la movilización de la cabeza del páncreas y el proceso uncinado expuso el CHA y el GDA. Se realizó una pancreatoduodenectomía con preservación del píloro. Traverso-Longmire y colecistectomía. La hospitalización postoperatoria del paciente duró 10 días. La evaluación patológica confirmó que se trataba de un adenocarcinoma tubular etpapillare partim gelatinosum (G1), pT2N1M0 con márgenes negativos. La paciente fue calificada para quimioterapia sistémica.

Discusión

Hoy en día, hay muchas mejoras y desarrollos en las técnicas quirúrgicas del abdomen: cirugías de abdomen superiorvideolaparoscópicas, trasplante de hígado y procedimientos radiológicos (6,7). Todos los procedimientos invasivos en el abdomen requieren un conocimiento profesional y amplio de la anatomía del TAC, de la HAS y de sus principales variaciones. La frecuencia de lesiones vasculares hepáticas oriatrogénicas inadvertidas aumenta en caso de anatomía y variaciones aberrantes. El conocimiento de las variantes anatómicas vasculares hepáticas es crucial para disminuir la morbilidad y mortalidad operatoria y postoperatoria durante la realización de cirugías hepáticas y pancreáticas (7-9).Afortunadamente, junto con el desarrollo de las técnicas quirúrgicas viene la mejora de la visualización radiológica. Las imágenes preoperatorias pueden detectar incluso hasta el 60-80% de las anomalías arteriales(8). El estándar de oro para la visualización de los suministros arteriales sigue siendo la angiografía, aunque hay que destacar el enorme impacto de la angiografía por tomografía computarizada (TC) multidetector y los modernos programas de reconstrucción. El uso de técnicas de proyección de máxima intensidad y de representación de volumen tridimensional permite la visualización no invasiva de pequeñas arterias en la angiografía por TC multidetectora (10).

La vascularización arterial del tracto gastrointestinal está proporcionada por ramas anteriores en tres niveles diferentes de la aorta abdominal (tronco celíaco, arterias superior e inferiormesentérica). Haller (1756) describió la CAT como la trifurcación que se origina en la AGL, SA y CHA (6,11). Desde entonces se han descrito muchas variaciones y anomalías (7). La anatomía normal del CAT y sus ramificaciones se observa en el 60-89,1% de los casos, mientras que la irrigación hepática normal se observa en el 52-80,3% de los casos (10). Tandler (1904) dio una explicación embriológica a las variaciones anatómicas del TAC (11), explicando que las ramas ventrales se desarrollan inicialmente a partir de la aorta abdominal como vasos pareados, que forman cuatro raíces conectadas por anastomosis longitudinal ventral. La AGL suele estar formada por la primera raíz, la segunda da lugar al inicio de la SA y la tercera crea la CHA; la AME se desarrolla a partir de la última raíz, que migra caudalmente con el intestino (6,11). Citando a Morita, la desaparición de las arterias esplácnicas ventrales primitivas y la anastomosis longitudinal es la razón de numerosas anomalías del TAC, como se presenta esquemáticamente en la Fig. 3 (11).

En el trabajo nos propusimos ilustrar varios tipos de variaciones anatómicas del tronco celíaco, la arteria hepática y sus ramas principales, basándonos en la descripción de casos clínicos raros. Describimos dos casos independientes de tales anomalías raras. Además, también nos centramos en las implicaciones quirúrgicas y en el establecimiento de consejos prácticos para los cirujanos durante la cirugía abdominal, especialmente la cirugía de la arteria hepática.

En la literatura se informa del curso clásico del TAC con una frecuencia del 72-90% (6,12).Según la clasificación de Uflacker (6,13) las variaciones del TAC más comúnmente observadas son: Tronco hepatoesplénico (3% de los casos), tronco esplenogástrico (4%), tronco hepatogástrico (1%), tronco hepatomesentérico (<1%), la ausencia de CAT es la más rara (0,1-4,0%) (6,10). Entre las anomalías vasculares también se pueden calificar los vasos «accesorios» y «sustituidos», cuyos ejemplos son la arteria hepática derecha sustituida (11-21% de los casos) y la arteria hepática izquierda sustituida (3,8-10%) (8). En la literatura, la bifurcación del tronco celíaco se reporta en un porcentaje de alrededor del 12% (12).

Las clasificaciones mayormente elegidas para la descripción de los hallazgos anatómicos y las posibles implicaciones quirúrgicas de la variación de la TAC se presentan en la Tabla I.En cuanto a la irrigación arterial hepática, se describe como ‘anatomía normal’ cuando la CHA origina la PHA después de la emergencia de laGDA; luego, la PHA se separa en arterias hepáticas derecha e izquierdadentro del ligamento hepatoduodenal. El conocimiento del suministro de la arteria hepática es esencial para evitar complicaciones iatrogénicas durante la cirugía de la HPB; en presencia de variaciones anatómicas, la ligadura accidental puede provocar necrosis hepática, lesión biliar isquémica y fístula anastomótica que pueden complicar el curso peri y postoperatorio (14). Con el aumento del número de trasplantes de hígado, la importancia de la anatomía de la arteria hepática se ha vuelto crucial y muchos autores han propuesto clasificaciones que describen las variaciones vasculares del hígado basándose en sus estudios (7). Las variaciones anatómicas de la arteria hepática más frecuentemente descritas son: i) una RHA anómala desde la SMA (10-21%); ii) una LHA desplazada desde la LGA (4-10%); iii) una RHA y LHA desplazadas; iv) una RHA y/o LHA accesorias (1-8%); v) una CHA desplazada desde la SMA o la aorta (0,4-4,5%); o vi) una cuadrifurcación de la arteria hepática (14). En nuestro estudio describimos dos casos independientes de variantes anatómicas de la arteria hepática en los que una HAS surgía directamente de la AMS y se desplazaba por delante de la cabeza del páncreas y la vena porta. Se denomina tronco hepatomesentérico y es la segunda variante más común de la AH (2-3%) (14). Los casos descritos pertenecen al tipo V en la clasificación de Hiatt (Tabla II).

Tabla I.

Clasificación de Uflacker del TAC y sus posibles implicaciones quirúrgicas.

Tabla II.

Variaciones anatómicas de la arteria hepática: clasificación de Hiatt y sus posibles implicaciones quirúrgicas.

El artículo ilustra varios tipos de variaciones anatómicas del tronco celíaco, la arteria hepática y sus principales ramas, basándose en la descripción de dos de estos hallazgos en nuestra propia práctica clínica. Sin embargo, en la última década hay varios informes de casos y artículos valiosos (especialmente de centros de trasplante de hígado) que comparten un enfoque adecuado del tema de las variantes arteriales hepáticas. La primera publicación en la que se menciona el paso de la ACh a través del parénquima pancreático es de Michels (1951), pero aún no está claro por qué la ACh penetra en el páncreas (podría ser que la ACh se desarrolle antes de la fusión del páncreas dorsal y ventral)(15). Rammohan et al(8), destacan que el tronco hepatomesentérico que atraviesa el parénquima pancreático puede salvarse dividiendo el páncreas, pero siempre existe el riesgo de no conseguir márgenes libres de tumor, lo que es esencial en la cirugía oncológica. Si el tronco hepatomesentérico discurre ventral al páncreas, se puede desplazar y disecar de la superficie del páncreas y realizar una pancreatoduodenectomía estándar. Cuando un tronco hepatomesentérico tiene una conexión anastomótica con la AGL u otra arteria accesoria, la ligadura no comprometerá el suministro de sangre. En los casos en los que el TCH se divide de forma involuntaria o con fines oncológicos, debe reconstruirse utilizando un injerto vascular autólogo, como el GDA o la vena safena (8,16). El conocimiento de las anomalías anatómicas es de gran valor durante las intervenciones quirúrgicas. Según Pallisera et al (14), los problemas relacionados con las variaciones anatómicas de la arteria hepática y la estenosis del tronco celíaco son las complicaciones arteriales más frecuentes durante la cirugía de la HPB. Se destaca que las complicaciones arteriales intraoperatorias generan un mayor tiempo operatorio, una mayor tasa de transfusión y más complicaciones postoperatorias (19).

Hay algunos consejos clave cuyo conocimiento y aplicación en la práctica clínica pueden ser útiles para que la cirugía de HPB evite complicaciones innecesarias. En primer lugar, la TC multidetector con reconstrucción multidimensional debe hacerse en el manejo preoperatorio (14). A continuación, tras la kocherización completa y la apertura de la cavidad, se debe palpar el porta hepatis para determinar la localización de la pulsación arterial (8). Después, la decisión sobre el enfoque quirúrgico y el procedimiento intraoperatorio depende de las variaciones anatómicas arteriales descubiertas. Las variaciones anatómicas de la arteria hepática más importantes que el cirujano debe tener en cuenta durante la pancreatoduodenectomía son: la RHA accesoria, la CHA accesoria o desplazada, ambas procedentes de la SMA. Si nos encontramos con anomalías arteriales hepáticas, las posibles opciones de tratamiento intraoperatorio son la ligadura, la disección y la tracción fuera del lugar de la disección, la división y la anastomosis (14). Existen numerosas dificultades durante la cirugía y complicaciones postoperatorias que pueden producirse si se identifican anomalías arteriales: i) Isquemia y necrosis hepática parcial, el principal problema con la ligadura de la RHA desplazada y la CHA sustituida. Durante la pancreatoduodenectomía, la ligadura del GDA debe retrasarse hasta que se haya completado la disección retropancreática y la correcta identificación de la arteria; lo deseable es el pinzamiento preoperatorio de las arterias que se van a ligar y el control del flujo sanguíneo después de la ligadura (8,14); ii) modificación de la zona de resección y riesgo de no conseguir márgenes libres de tumor: compromiso oncológico difícil entre la seguridad del procedimiento y la extirpación radical del tumor (8); iii) anastomosis pancreática o biliar: es posible la elevación de las enzimas hepáticas en el postoperatorio (8); y iv) hemorragia inesperada: pérdida de sangre post o intraoperatoria (6).

En resumen, hemos descrito dos raros casos de aCHA originados en la AMS en combinación con la topografía.Sin embargo, esta variante anatómica es muy rara (con una frecuencia del 1-3%)debería ser conocida por el oncólogo quirúrgico. En nuestra opinión, este artículo es de gran valor para los cirujanos durante su periodo de formación, así como para los expertos. Las anomalías arteriales múltiples en una sola persona se encuentran raramente. Al realizar operaciones de la región pancreática, es necesario tener un conocimiento de la anatomía que incluya aquellos patrones que se han observado raramente. The awareness of thepossible extra- or intra-parenchymal path of CHA has a huge effecton decisions connected with next steps of surgery, achievingtumor-free margins, complications, patient’s quality of life andcosts of hospitalization. Careful review of preoperative imagingespecially during multidisciplinary meeting may prevent injury tothese vascular structures and later complications.

Glossary

Abbreviations

Abbreviations:

CT

computer tomography

CAT

celiac artery trunk

CHA

common hepatic artery

ERCP

cholangiopancreatography

GDA

gastroduodenal artery

HAS

hepatic arterial system

HPB

hepato-pancreatico-billary

LGA

left gastric artery

LHA

left hepatic artery

SA

splenic artery

SMA

superior mesenteric artery

PHA

propia hepatic artery

RHA

right hepatic artery

Song SY, Chung JW, Yin YH, Jae HJ, Kim HC,Jeon UB, Cho BH, So YH and Park JH: Celiac axis and common hepaticartery variations in 5002 patients: Systematic analysis with spiralCT and DSA. Radiology. 255:278–288. 2010. Ver artículo : Google Scholar : PubMed/NCBI

Standring S: Gray’s Anatomy: TheAnatomical Basis of Clinical Practice. Elsevier; ChurchillLivingstone: 2005

Bhart S: Srb’s Surgical Operations. TextAtlas: Jaypee Brothers Medical Pub; 2014

Hiatt JR, Gabbay J and Busuttil RW:Surgical anatomy of the hepatic arteries in 1000 cases. Ann Surg.220:50–52. 1994. Ver artículo : Google Scholar : PubMed/NCBI

Michels NA: Newer anatomy of the liver andits variant blood supply and collateral circulation. Am J Surg.112:337–347. 1966. Ver artículo : Google Scholar : PubMed/NCBI

Torres K, Staśkiewicz G, Denisow M,Pietrzyk Ł, Torres A, Szukała M, Czekajska-Chehab E and Drop A:Anatomical variations of the coeliac trunk in the homogeneousPolish population. Folia Morphol (Warsz). 74:1–99. 2015.PubMed/NCBI

Maslarski I: Anatomical variant of theliver blood supply. Clujul Med. 88:420–423. 2015. View Article : Google Scholar : PubMed/NCBI

Rammohan A, Sathyanesan J, Palaniappan Rand Govindan M: Transpancreatic hepatomesenteric trunk complicatingpancreaticoduodenectomy. JOP. 14:649-652. 2013.PubMed/NCBI

Rela M, McCall JL, Karani J y Heaton ND:Accessory right hepatic artery arising from the left: Implicaciones para el trasplante de hígado dividido. Transplantation. 66:792-794. 1998.View Article : Google Scholar : PubMed/NCBI

Araujo Neto SA, de Mello Júnior CF, FrancaHA, Duarte CM, Borges RF y de Magalhães AG: Angiografía por tomografía computarizada multidetectora del tronco celíaco y del sistema arterial hepático: Anatomía normal y principales variantes. Radiol Bras.49:49-52. 2016. View Article : Google Scholar : PubMed/NCBI

Kardile PB, Ughade JM, Ughade MN, Dhende Aand Ali SS: Anomalous origin of the hepatic artery from thehepatomesenteric trunk. J Clin Diagn Res. 7:386–388.2013.PubMed/NCBI

Ugurel MS, Battal B, Bozlar U, Nural MS,Tasar M, Ors F, Saglam M and Karademir I: Anatomical variations ofhepatic arterial system, coeliac trunk and renal arteries: Ananalysis with multidetector CT angiography. Br J Radiol.83:661–667. 2010. View Article : Google Scholar : PubMed/NCBI

Uflacker R: Atlas of Vascular Anatomy: AnAngiographic Approach. Lippincott Williams & Wilkins;Baltimore, MD: 1997

Pallisera A, Morales R y Ramia JM:Trucos y consejos en pancreatoduodenectomía. World J GastrointestOncol. 6:344-350. 2014. View Article : Google Scholar : PubMed/NCBI

Nakamura Y, Miyaki T, Hayashi S, Iimura Ay Itoh M: Tres casos de los troncos gastrosplénico y tehepatomesentérico. Okajimas Folia Anat Jpn. 80:1-76. 2003.View Article : Google Scholar : PubMed/NCBI

Hosokawa I, Shimizu H, Nakajima M,Yoshidome H, Ohtsuka M, Kato A, Yoshitomi H, Furukawa K, TakeuchiD, Takayashiki T, et al: Un caso de pancreaticoduodenectomía por carcinoma duodenal con una arteria hepática común sustituida que atraviesa el parénquima pancreático. Gan To Kagaku Ryoho.39:1963-1965. 2012.(En japonés). PubMed/NCBI

Skórzewska M, Romanowicz T, Mielko J,Kurylcio A, Pertkiewicz J, Zymon R y Polkowski WP: Frey operationfor chronic pancreatitis associated with pancreas divisum: Informe de un caso y revisión de la literatura. Prz Gastroenterol. 9:175-178.2014.PubMed/NCBI

Mielko J, Kurylcio A, Skórzewska M, CisełB, Polkowska B, Rawicz-Pruszyński K, Sierocińska-Sawa J andPolkowski WP: Obstrucción duodenal por páncreas anular asociada a carcinoma de duodeno. Prz Gastroenterol.11:139-142. 2016.PubMed/NCBI

Kim AW, McCarthy WJ III, Maxhimer JB,Quiros RM, Hollinger EF, Doolas A, Millikan KW, Deziel DJ, GodellasCV y Prinz RA: Las complicaciones vasculares asociadas a la pancreaticoduodenectomía afectan negativamente al resultado clínico. Surgery.132:738-747. 2002. View Article : Google Scholar : PubMed/NCBI