Charlotte Perkins Gilman

«No hay una mente femenina. El cerebro no es un órgano del sexo. Como también hablar de un hígado femenino»

-Charlotte Perkins Gilman, Women and Economics, 149

Charlotte Perkins Gilman rechazó la etiqueta de feminista y en su lugar abrazó el término humanista, creyendo que era importante promover la justicia para todos. Fue muchas cosas a lo largo de su vida: economista, conferenciante, artista comercial y una de las primeras teóricas del movimiento feminista, pero es más conocida por sus obras literarias. «El papel pintado amarillo», un cuento que apareció por primera vez en la revista New England Magazine en enero de 1892, se basaba en las propias experiencias de Gilman como madre joven que sufría un ataque de depresión; las conversaciones de Gilman con su psiquiatra, en las que éste le recomendaba «llevar una vida lo más doméstica posible» y «no tocar nunca una pluma, un pincel o un lápiz mientras viva», se entrelazan en el cuento. Su novela utópica Herland (1915) presenta una sociedad libre de la opresión patriarcal. Muchas de sus obras literarias aparecieron originalmente en The Forerunner, que Gilman publicó y editó de 1907 a 1916.