Cicatrices: Una guía para una buena curación

Las cicatrices pueden ser una fuente de ansiedad para muchas personas. Es posible que le preocupe que una cicatriz no esté cicatrizando lo suficientemente rápido, o que se vea peor de lo que cree que debería. Aquí se explica cómo ayudar en el proceso y cuándo pedir ayuda.

Mantenga un ojo, no una mano en su cicatriz

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Monitorear su cicatriz le ayudará a seguir su progreso y detectar cualquier problema a tiempo, pero debe evitar tocar el área innecesariamente. Haga lo necesario para mantener la zona limpia y seca, pero asegúrese de esterilizar sus manos antes de aplicar cualquier crema o gel que le hayan recomendado. Nunca te arranques las costras, ya que esto sólo prolonga el proceso de curación y aumenta el riesgo de infección. Cada cicatriz es diferente, así que asegúrese de seguir los consejos específicos de su médico.

No se puede subestimar la importancia de mantener la herida limpia. La infección es lo peor para una cicatriz en proceso de curación. Retrasará su cicatrización y podría ponerle muy enfermo. Consulte a su médico de cabecera si nota alguno de los siguientes signos:

  • hinchazón, enrojecimiento, picor y aumento del dolor en la zona afectada
  • pus en la herida o alrededor de ella
  • sentirse generalmente indispuesto
  • una temperatura elevada de 38C (100.4F) o más
  • Glándulas hinchadas en la barbilla, el cuello, las axilas o la ingle.
    • Conoce tu fase de recuperación

      No saber en qué punto del proceso de curación te encuentras puede llevar a una preocupación innecesaria o a pasar por alto los signos de que la cicatriz no está curando correctamente. Si tienes una incisión o puntos de sutura, la herida puede tardar tres meses completos en sanar y la cicatriz se desvanecerá a lo largo de varios años. Así es como se desglosa el proceso:

      Etapas de la cicatrización

      Etapa uno: Hemostasia

      La sangre acude al lugar de la herida y se produce la coagulación, deteniendo la hemorragia. Este proceso comienza inmediatamente.

      Fase dos: Inflamación

      Una vez conseguida la hemostasia (normalmente en pocos minutos) se envían células para reparar la herida. La herida se calienta, aumenta el dolor y se extiende el enrojecimiento. Esto puede persistir hasta el cuarto día aproximadamente.

      Etapa tres: Proliferación

      El tejido alrededor de la herida se contrae, reduciendo la herida y cerrando la piel. Esto suele ocurrir desde alrededor del cuarto día hasta el día 21.

      Etapa cuatro: Remodelación

      Después de unos 21 días, las estructuras más profundas comienzan a formarse, dando a la herida resistencia a la tracción. Este proceso puede continuar durante unos dos años. Es durante este tiempo cuando pueden surgir problemas con la cicatriz y dejarle una cicatriz más severa a largo plazo.

      Cuidado con las cicatrices queloides e hipertróficas

      Cicatriz queloide en el pecho

      Cicatriz queloide cicatriz en el hombro

      Cicatriz queloide en la pierna

      Como el tejido conectivo se acumula durante la fase de remodelación, pueden producirse dos problemas clave: la cicatrización queloide y la hipertrófica.

      Tanto en las cicatrices queloides como en las hipertróficas, el tejido sigue acumulándose cuando la cicatriz se ha curado efectivamente, haciendo que se oscurezca y forme grandes montículos de tejido cicatricial. Su aspecto es similar, pero sus resultados son muy diferentes. Los queloides son difíciles de tratar y nunca mejorarán por sí solos, mientras que las cicatrices hipertróficas pueden desvanecerse con el tiempo y responden bien al tratamiento con esteroides.

      Distinguir la diferencia es difícil, así que si cree que se está formando una cicatriz queloide o hipertrófica o ha tenido queloides anteriormente, hágaselo saber a su médico de cabecera o a su especialista de la piel lo antes posible. El tratamiento precoz con corticoides puede reducir el riesgo de desarrollar una cicatriz queloide, pero una vez que se ha formado hay pocas formas de mejorar su aspecto. Hay opciones como la criocirugía, la escisión, el láser y las inyecciones de esteroides que se pueden explorar, pero puede haber un riesgo de que se formen más cicatrices.

      Los queloides son bastante raros, ya que sólo se dan en el 10% de las personas. Son más comunes en las personas de origen afro-caribeño o con piel más oscura y es más probable que se produzcan en los hombros, la cara, la parte superior del pecho y la espalda. Si ha tenido un queloide antes, su riesgo de tener otro es mayor.

      Las cicatrices hipertróficas no crecen tanto como los queloides y pueden desaparecer por sí solas. Sin embargo, son más comunes en todos los grupos raciales. Las cicatrices hipertróficas suelen responder bien y se aplanan con el tratamiento con esteroides. También se ha visto que la cinta de silicona es un tratamiento eficaz para las cicatrices hipertróficas.

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      Piel sana, cicatrices sanas

      La mejor manera de mejorar sus posibilidades de obtener un buen resultado es comenzar con una piel sana. La vitamina C, E, zinc y B son todas muy buenas para la piel y he visto resultados particularmente buenos con el uso de la vitamina A – no sólo en cremas, sino en su dieta (ADVERTENCIA: no use la vitamina A si está embarazada).

      Asegúrese de obtener un montón de estas vitaminas mientras se cura, y mantenga su cicatriz fuera del sol, que puede causar problemas de pigmentación, incluyendo el melanoma.

      Última actualización lunes 7 de noviembre de 2016