¿Debes casarte con él? Diez pasos para la claridad
Elegir un compañero de vida es una de las decisiones más importantes que puedes tomar. Si tiene dudas, imprima estos diez consejos y póngalos en el espejo del baño o en la puerta de la nevera.
Obviamente, estos diez consejos son igual de relevantes para los hombres. Mis consejos a continuación no son en absoluto sólo para mujeres.
1. No confundas intimidad con intensidad. Los sentimientos intensos, por muy convincentes que sean, no son un buen predictor de una cercanía verdadera y duradera en el futuro.
2. Evalúale con la cabeza, no sólo con el corazón. Durante la etapa de velcro de las relaciones, podemos centrarnos automáticamente en lo positivo y pasar por alto y excusar lo negativo. Sé tan claro y objetivo al evaluar a una posible pareja como lo harías si estuvieras contratando a un candidato para un trabajo importante o a una niñera para un niño.
3. Conviértete en un observador claro. Observa a tu pareja con su familia y amigos, y con tu familia y amigos. Nunca aísles la relación. Observa cómo trata a su madre, al camarero y a la tintorería. ¿Qué clase de ciudadano es en el mundo del trabajo y de la familia?
4. Obsérvate a ti mismo también. Si eres demasiado complaciente, evitas los conflictos, estás ansioso por complacer y estás desesperado por hacer que funcione, no llegarás a conocer a una posible pareja. Ve más despacio y practica tener una voz clara, fuerte y asertiva en la relación. Utiliza las citas como una oportunidad para practicar el tener una voz fuerte y llevar más de tu auténtico yo a la relación.
5. Considera si querrías que esta persona fuera uno de tus mejores amigos si no tuvieras ningún interés romántico. No toleres comportamientos en una pareja con los que no te conformarías en un buen amigo.
6. Presta atención a cómo te sientes cuando estás con él. El tiempo que pasas con él, ¿te deja una mayor autoestima y más ganas de conectar con personas y proyectos fuera de la relación? Si ocurre lo contrario, considera si la relación es buena para ti. Si las llamadas telefónicas o el tiempo que pasáis juntos te hacen sentirte disminuida o deprimida, pasa página.
7. Conoce en qué puedes comprometerte y en qué no. Quizá no sea tan importante que le gusten los productos de queso y que hable demasiado alto en el cine. Pero hay cosas que rompen el trato. Escribe tu propia lista y consúltala. Puede incluir comportamientos adictivos, deshonestidad, irresponsabilidad, actitud defensiva y problemas para escuchar, inmadurez, reactividad, etc.). Si se trata de algo que rompe el trato, sal cuanto antes. Lo mismo ocurre si detectas una gran bandera roja ondeando en tu cara.
8. Céntrate en tu propio plan de vida que no requiere ni excluye el matrimonio. Mantén tu enfoque principal en tus propios objetivos y en tu plan de vida, lo que te pondrá en una posición más firme tanto si te casas como si no. No olvides que hay muchas posibilidades de intimidad y conexión distintas al emparejamiento.
9. No evites los conflictos. Esto no es una invitación a participar en peleas y reproches improductivos que no van a ninguna parte. Pero no preserves la paz silenciándote a ti mismo. Amplía y profundiza la conversación cuando te sientas decepcionado o enfadado. No conocerás a una posible pareja (ni a ti mismo) si no llevas la conversación al siguiente nivel y compruebas si está a la defensiva o es justo cuando tienes una petición o queja legítima.
10. Nunca creas que el matrimonio (o tener un bebé) es la solución a cualquier problema de la relación. No lo es. Las relaciones se vuelven más difíciles, no más fáciles, después de casarnos y avanzar en el ciclo vital. No creas en el poder de tu amor o de tus regaños para crear más adelante algo que no existe ahora mismo.