Diez métodos de estudio que funcionan

Estudiar con eficacia no es una cuestión de azar. Los educadores y psicólogos han investigado los métodos de estudio durante años. Algunos de los mejores estudios provienen de las mejores universidades: Stanford, Indiana y Chicago, donde experimentos precisos con grupos de estudiantes han arrojado luz sobre los métodos de estudio más eficaces. Los estudiantes que siguen estos métodos aprenden más fácilmente, retienen el material durante más tiempo y se ahorran horas de estudio. Los diez métodos de estudio que los investigadores han encontrado que funcionan son:

Hacer y mantener un horario de estudio

Reservar ciertas horas de cada día para el estudio al igual que se hace con la alimentación y el sueño. Mantenga el mismo horario fielmente desde el día a día. La cantidad de tiempo necesaria para el estudio variará para cada individuo en función de las habilidades con la materia. Se recomienda una media de dos horas de estudio al día por cada hora de clase. Ir a clase es sólo el principio; ¡el verdadero trabajo empieza después!

Estudiar en un entorno adecuado – Misma hora, mismo lugar, todos los días

Si tu problema es la concentración, el entorno adecuado te ayudará mucho. Tu mesa o escritorio de estudio debe estar en un lugar tranquilo, libre de tantas distracciones como sea posible. Te concentrarás mejor si estudias en el mismo lugar todos los días. Es una cuestión de mentalidad. Por ejemplo, cuando te sientas en la mesa de la cocina, esperas comer. Cuando te sientas en un sillón, ves la televisión, etc. Desarrollar el hábito de estudiar en el mismo lugar y a la misma hora todos los días mejorará tu concentración.

Equipar tu zona de estudio con todos los materiales que necesitas

Tu mesa o escritorio de estudio debe estar equipado con todos los materiales que puedas necesitar para completar la tarea, por ejemplo, lápices, bolígrafos, gomas de borrar, clips, grapadora, diccionario, aperitivos y refrescos líquidos, etc. Para algunas tareas, es posible que necesites una calculadora u otros materiales. Con tus materiales a mano, podrás estudiar sin interrupciones. Si tienes un contestador automático, deja que haga su trabajo durante tu tiempo de estudio. Puedes devolver las llamadas cuando hayas terminado de estudiar. Llevar tu comida y bebida al lugar de estudio eliminará esos interminables viajes a la cocina que rompen tu concentración.

No dependas de la inspiración para motivarte

¿Te imaginas a un atleta en entrenamiento esperando a que le llegue la inspiración para practicar en la preparación de una prueba? Por supuesto que no. Ellos entrenan a diario para seguir siendo competitivos, quieran o no. Al igual que el atleta, debes ponerte a entrenar para las pruebas y los exámenes haciendo las tareas y preparándote a diario mediante el repaso para estar listo para la acción.

Mantener un cuaderno bien guardado mejora las notas

Los investigadores nos dicen que definitivamente hay una relación entre el orden y las notas altas. Saber dónde encontrar tus materiales cuando los necesitas es crucial. Mantén una sección especial para cada asignatura en tu cuaderno, así como un calendario semestral para que puedas anotar todas las tareas importantes a medida que se anuncian. Tener toda esta información reunida en un solo lugar es vital para tu éxito. Un cuaderno bien cuidado forma parte de una buena gestión del tiempo. Si alguna vez has extraviado una tarea importante, sabes cuánto tiempo valioso se puede perder buscándola.

Mantener un registro cuidadoso de las tareas

Apúntalo en blanco y negro -incluyendo los detalles- y guárdalo en tu cuaderno. Saber exactamente lo que se espera que hagas y cuándo se espera que lo hagas es el primer gran paso para completar las tareas importantes con éxito y a tiempo.

Hacer uso de los «secretos comerciales»

¡Las tarjetas flash no son sólo para niños! Son una herramienta de estudio legítima. Utiliza el anverso de la tarjeta para escribir un término importante, y en el reverso, escribe una definición o un dato importante sobre ese término. Lleva tus tarjetas de memoria contigo. Utilízalas durante los «tiempos muertos», como cuando estás en la cola de una caja, cuando esperas en la consulta del médico o del dentista, cuando vas en el autobús o cuando esperas en la lavandería. Guarda un juego en la guantera de tu coche para las largas colas en tu restaurante de comida rápida favorito o en el banco. Colócalos en el espejo del baño para revisarlos mientras te afeitas o te maquillas. Te sorprenderá todo lo que puedes conseguir en esos «tiempos muertos». Piensa en desarrollar tus propios «secretos comerciales» que mejorarán tus habilidades de estudio.

Tomar buenos apuntes como seguro contra el olvido

Aprende a tomar buenos apuntes de manera eficiente mientras tus instructores hacen hincapié en los puntos importantes en clase y mientras estudias tus tareas. Los buenos apuntes son un «must» para el repaso justo antes del examen. Sin apuntes, tendrás que releer y repasar toda la tarea antes de un examen. Esto puede requerir que leas entre 100 y 300 páginas de material en una sola sesión. Con los apuntes, puedes recordar los puntos principales en sólo una fracción de tiempo. El tiempo que dedicas a tomar notas no se pierde, sino que, de hecho, es un ahorro de tiempo.

El sobreaprendizaje del material mejora la memoria

Los psicólogos nos dicen que el secreto del aprendizaje para futuras referencias es el sobreaprendizaje. Los expertos sugieren que después de que usted pueda decir: «Conozco este material», debe continuar estudiando ese material durante una cuarta parte adicional del tiempo de estudio original. El alfabeto es un ejemplo de sobreaprendizaje. ¿Cómo lo has aprendido? Probablemente mediante la recitación, que es la mejor manera de grabar el material en la memoria. Manipule el material de todas las formas posibles, escribiéndolo, leyéndolo, tocándolo, oyéndolo y diciéndolo. En un estudio experimental, los estudiantes que sobreaprendieron el material retuvieron cuatro veces más después de un mes que los estudiantes que no sobreaprendieron.

Revisar el material con frecuencia

¡Un estudiante que no repasa el material puede olvidar el 80% de lo aprendido en sólo dos semanas! El primer repaso debe producirse muy poco tiempo después de que el material haya sido presentado y estudiado por primera vez. Repasar pronto actúa como una salvaguarda contra el olvido y ayuda a recordar durante mucho más tiempo. Los repasos frecuentes a lo largo del curso traerán recompensas a la hora del examen y aliviarán la ansiedad previa al mismo.

Aunque estos diez métodos de estudio funcionan, hay otro componente necesario cuando se usan todos ellos: asumir la responsabilidad de estudiar siguiendo las tareas. Todos los métodos de estudio del mundo no te ayudarán si no te ayudas a ti mismo. Como con casi todo en tu vida, tu lema debería ser: «¡Soy responsable de mi éxito!»

Si te esfuerzas por estudiar de forma efectiva, las habilidades mejoradas pronto se convertirán en un hábito y serán tan naturales como respirar. El resultado puede ser mejores notas, mayores conocimientos y una mayor autoestima. Estas habilidades también le servirán en su vida profesional y personal.