El exterior y los perros
No es vida para un perro
Los encontramos en todas partes, en la ciudad, en los suburbios, en las zonas rurales. Perros que viven su vida solos en el patio trasero, detrás de una valla, o peor aún, encadenados a una caseta de perro. Reciben comida y agua, si tienen suerte, pero poco o ningún contacto social. ¿Es esto una vida para un perro?
Una vida de soledad, aburrimiento y frustración. No, esto es abandono, una forma de maltrato animal que a menudo pasa desapercibida.
Los perros son criaturas sociales al igual que nosotros. Sus antepasados y primos, los lobos, viven en manadas. Los miembros de la manada dependen unos de otros para sobrevivir. Cazan juntos, juegan juntos y duermen juntos. El perro doméstico también depende de su manada para sobrevivir, pero NOSOTROS somos su manada. Un perro es un animal social que necesita estar con su grupo social para mantenerse psicológicamente sano. La comida y el agua no son suficientes.
Los perros son desterrados al patio trasero por muchas razones. Tal vez ese lindo cachorro se convirtió en un perro de 45 kilos y es demasiado grande para vivir en la casa. Tal vez nunca fue educado en casa, o es destructivo cuando se le deja solo. O tal vez, según algunos, los perros deben estar al aire libre para poder correr y jugar siempre que quieran. Es un perro raro el que disfruta viviendo una vida sin compañía.
La soledad y la frustración que experimentan los perros al aire libre conduce a muchos problemas de comportamiento. Algunos perros ladran todo el día, otros cavan agujeros y otros desarrollan comportamientos estereotipados como pasearse o dar vueltas en círculos. Estos comportamientos son intentos de llamar la atención, de aliviar el aburrimiento, o simplemente el resultado de tratar de hacer frente a una existencia solitaria.
Muchos perros de patio trasero muestran signos de agresión. Esta agresión se deriva de la falta de socialización, la frustración de la barrera y, a menudo, la autodefensa. También se vuelven muy protectores de su territorio, creando una situación peligrosa en caso de que un niño o un lector de parquímetros desconocidos se acerquen demasiado.
Los perros son animales de compañía que necesitan nuestro acompañamiento. Nos ofrecen amor y amistad incondicionales, todo por una simple palmadita en la cabeza. Se merecen una vida mejor que ser desterrados al patio trasero. Merecen amor y respeto, atención y adiestramiento, y dormir entre su manada. Con un poco de paciencia y persistencia, cualquier perro puede aprender a comportarse bien en casa.
¡Una vida sola en el patio trasero no es vida para un perro!