El lado espeluznante y peligroso del regaliz negro
El regaliz negro puede parecer y tener un sabor inocente, pero este dulce tiene un lado oscuro. El 23 de septiembre de 2020, se informó que el regaliz negro fue el culpable de la muerte de un hombre de 54 años en Massachusetts. ¿Cómo puede ser esto? La sobredosis de regaliz suena más como un cuento retorcido que como un hecho plausible.
Tengo un interés de larga data en cómo los productos químicos en nuestros alimentos y el medio ambiente afectan a nuestro cuerpo y mente. Cuando algo aparentemente inofensivo, como el regaliz, está implicado en una muerte, recordamos la famosa proclamación del médico suizo Paracelso, el Padre de la Toxicología: «Todas las cosas son veneno, y no hay nada sin veneno; sólo la dosis hace que una cosa no sea un veneno»
Soy profesor del departamento de farmacología y toxicología y autor del libro «Pleased to Meet Me: Genes, gérmenes y las curiosas fuerzas que nos hacen ser quienes somos».
La raíz del problema
El desafortunado hombre que recientemente sucumbió al consumo excesivo de regaliz negro no está solo. Hay un puñado de informes de casos similares en las revistas médicas, en los que los pacientes experimentan crisis de hipertensión, ruptura muscular o incluso la muerte. Las reacciones adversas se observan con mayor frecuencia en personas de más de 40 años que consumen mucho más regaliz negro que la persona media. Además, suelen consumir el producto durante períodos prolongados. En el caso más reciente, el hombre de Massachusetts había estado comiendo una bolsa y media de regaliz negro cada día durante tres semanas.
El regaliz es una planta con flores nativa de partes de Europa y Asia. Su nombre científico, Glycyrrhiza, deriva de las palabras griegas «glykos» (dulce) y «rhiza» (raíz). El extracto aromático y dulce de su raíz se ha utilizado durante mucho tiempo como remedio a base de hierbas para una gran variedad de problemas de salud, desde la acidez y los problemas estomacales hasta el dolor de garganta y la tos. Sin embargo, no hay pruebas suficientes que demuestren que el regaliz es eficaz para tratar cualquier afección médica.
La glicirricina (también llamada ácido glicirrícico) es la sustancia química del regaliz negro que da al caramelo su sabor característico, pero también provoca sus efectos tóxicos.
La glicirricina imita la hormona aldosterona, que es producida por las glándulas suprarrenales cuando el cuerpo necesita retener sodio y excretar potasio. El sodio y el potasio funcionan juntos como una especie de batería celular que impulsa la comunicación entre los nervios y la contracción de los músculos. Un exceso de glicirricina altera el equilibrio de estos electrolitos, lo que puede elevar la presión arterial y alterar el ritmo cardíaco. Otros síntomas de la ingesta excesiva de regaliz son hinchazón, dolor muscular, entumecimiento y dolor de cabeza. El examen del hombre que murió por consumir demasiado regaliz reveló que tenía niveles peligrosamente bajos de potasio, lo que concuerda con la toxicidad de la glicirricina.
Hay que tener en cuenta que varios alimentos a base de regaliz no contienen regaliz real, sino que utilizan un sustituto aromatizante llamado aceite de anís, que no plantea los peligros que se comentan aquí. Además, a pesar de su nombre, el regaliz rojo rara vez contiene extracto de regaliz. En su lugar, el regaliz rojo se infunde con productos químicos que le confieren su sabor a cereza o a fresa.
Los productos que contienen regaliz real suelen estar etiquetados como tales, y enumeran el extracto de regaliz o el ácido glicirrícico entre los ingredientes. Tenga en cuenta que algunos productos, como las gominolas negras o Good & Plenty, son mezclas de diferentes caramelos que contienen tanto aceite de anís como extracto de regaliz.
Peligros ocultos que aumentan el riesgo
La glicirricina tiene el inconfundible sabor a regaliz y es 50 veces más dulce que el azúcar y se ha utilizado en otros tipos de caramelos, refrescos, té, cervezas belgas, pastillas para la garganta y tabaco. Esto puede dificultar el seguimiento de la cantidad de glicirricina que se ha consumido, y una combinación de estos productos podría desencadenar efectos adversos.
Algunas personas toman suplementos dietéticos o para la salud que ya contienen regaliz, lo que aumenta el riesgo de efectos tóxicos por el consumo de caramelos de regaliz negro. Algunos medicamentos, como la hidroclorotiazida, son diuréticos que provocan un aumento de la micción, lo que puede reducir los niveles de potasio en el organismo. La glicirricina también reduce los niveles de potasio, alterando aún más el equilibrio de electrolitos, lo que puede producir calambres musculares y ritmos cardíacos irregulares.
Las personas con ciertas afecciones preexistentes son más susceptibles de sufrir una sobredosis de regaliz negro.
Por ejemplo, los pacientes que ya tienen niveles bajos de potasio (hipopotasemia), presión arterial alta o arritmia cardíaca son propensos a tener una mayor sensibilidad a los efectos del exceso de regaliz. Las personas con deficiencias hepáticas o renales también retendrán la glicirricina en el torrente sanguíneo durante más tiempo, lo que aumenta el riesgo de experimentar sus efectos adversos.
¿Qué hacer?
Si eres un fan del regaliz negro, no hay necesidad de prohibirlo en tu despensa. Consumido en pequeñas cantidades de vez en cuando, el regaliz no supone una amenaza significativa para adultos y niños por lo demás sanos. Pero es aconsejable controlar su ingesta.
Ahora que se acerca Halloween, asegúrese de recordar a sus hijos que los caramelos son un «alimento a veces», especialmente el regaliz negro. La FDA ha emitido advertencias sobre los raros pero graves efectos de un exceso de regaliz negro, aconsejando que la gente evite comer más de dos onzas de regaliz negro al día durante dos semanas o más. La agencia afirma que si ha estado comiendo mucho regaliz negro y experimenta un ritmo cardíaco irregular o debilidad muscular, deje de comerlo inmediatamente y póngase en contacto con su proveedor de atención médica.
Algunos científicos han advertido además contra el uso rutinario del regaliz en forma de suplemento dietético o té por sus supuestos beneficios para la salud. Un artículo de revisión de 2012 advirtió que «el consumo diario de regaliz nunca está justificado porque sus beneficios son menores en comparación con los resultados adversos del consumo crónico»
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