Fog Computing vs. Cloud Computing: ¿Entender la diferencia?

Es una arquitectura que extiende los servicios ofrecidos por la nube a los dispositivos de borde. El fog computing se considera la nueva nube y se cree que ha tomado el relevo, pero no es más que una extensión o una evolución de la nube.

La computación en la niebla permite la distribución de funciones básicas críticas como el almacenamiento, la comunicación, la computación, el control, la toma de decisiones y los servicios de aplicación más cerca del origen de los datos.

Es una nueva arquitectura distribuida, que abarca el continuo entre la nube y todo lo demás. Hace de la computación en la niebla, una arquitectura de sentido común y necesaria para los escenarios en los que la latencia, la privacidad y otras cuestiones relacionadas con los datos son motivo de preocupación.

Facilita el funcionamiento del servicio informático y de red. La computación de niebla actúa como punto de partida para la computación de borde. Es un estándar que define cómo debe funcionar el edge computing.

La computación en la niebla minimiza la latencia analizando los datos cerca de donde están. Reduce el tráfico de la red central.

Los modelos tradicionales de cloud computing no cumplen estos requisitos. El tráfico de todos los dispositivos supera el límite de ancho de banda.

La aparición de la computación en la nube se debe a la evolución de los dispositivos IoT, y la nube no es capaz de seguir el ritmo.

En términos sencillos, la computación en la niebla es la computación en la nube más el Internet de las cosas.

¿Qué es la computación en la nube?

Los teléfonos tradicionales no tenían suficiente espacio incorporado para almacenar la información y acceder a diversas aplicaciones.

Es gracias a la tecnología de computación en la nube que estos teléfonos se volvieron «inteligentes», ya que transmiten los datos y dan disponibilidad bajo demanda de los recursos y servicios. Pero el modelo actual de la nube se queda atrás a la hora de hacer frente al evolucionado IoT.

El problema fundamental es la latencia y la menor seguridad de los datos. La computación en la nube es un modelo centralizado de la informática, que hace que los datos y los servicios estén disponibles globalmente, lo que hace que sea un enfoque un poco lento.

Se retrasa a la hora de proporcionar recursos cuando hay una amplia red de por medio.

Los tres servicios que proporciona la computación en la nube son:

  • IaaS (infraestructura como servicio): Da una enorme capacidad de procesamiento y una mejor conexión en red.
  • PaaS (Platform as a Service): Mejor para lanzar y probar nuevas aplicaciones.
  • SaaS (Software as a Service): Sus especificaciones se personalizan según las distintas necesidades del negocio.

Diferencia entre el Fog Computing y el Cloud Computing

Minimiza la latencia

El Fog computing evita en cascada los fallos del sistema reduciendo la latencia en las operaciones. Analiza los datos cerca del dispositivo y ayuda a evitar cualquier desastre.

Flexibilidad en el ancho de banda de la red

Se transfieren enormes cantidades de datos desde cientos o miles de dispositivos de borde a la nube, lo que requiere un procesamiento y almacenamiento a escala de niebla.

Por ejemplo, los aviones comerciales generan 10 TB por cada 30 minutos de vuelo. La computación en la niebla envía los datos seleccionados a la nube para el análisis histórico y el almacenamiento a largo plazo.

Amplio alcance geográfico

La computación en la niebla ofrece una mejor calidad de servicios al procesar los datos de los dispositivos que incluso están desplegados en zonas con alta densidad de red.

Por otro lado, los servidores en la nube sólo se comunican con IP, no con el sinfín de otros protocolos que utilizan los dispositivos IoT.

Análisis en tiempo real

El cloud computing analiza los datos más sensibles al tiempo y actúa sobre los datos en menos de un segundo, mientras que el cloud computing no ofrece soporte técnico las 24 horas del día.

Seguridad

Los datos de la niebla son analizados por un número considerable de nodos en el sistema de distribución mientras que en la computación en la nube, la información privada se transfiere a través de canales que están conectados globalmente. El sistema es entonces propenso a diversos ciberataques.

Gastos de explotación

La cuota de licencia y el mantenimiento en las instalaciones de la computación en la nube son menores que los de la computación en la niebla. Las empresas tienen que comprar dispositivos de borde, routers, puertas de enlace, etc., lo que supone un gasto adicional.

Computación en la niebla frente a computación en la nube para proyectos de IoT

Internet de las cosas significa tener «inteligencia ambiental», que incluye un sensor y tecnologías inalámbricas que se conectan a Internet y pueden identificarse como objetos. IoT permite que cualquier objeto físico se represente digitalmente.

El diseño actual de los modelos de nube no puede manejar el volumen, las variaciones y la velocidad de los datos que genera IoT. La computación en la niebla es un nuevo modelo que analiza mejor los datos de IoT y actúa sobre ellos. Almacena los datos de forma eficiente y es fácilmente accesible.

La computación en la nube tiene una limitación de ancho de banda mientras que con la computación en la niebla se resuelve este problema almacenando los datos cerca del suelo. No pasa por un DC centralizado en la nube, sino que procesa los datos físicamente.

En cualquier industria, IoT aumenta la respuesta y el conocimiento de las incidencias. Por ejemplo: En la industria petrolera, los sensores de los oleoductos notan un cambio de presión. En respuesta, las bombas se ralentizan automáticamente para evitar cualquier accidente.

En lugar de enviar extensos datos de IoT a la nube, la computación en la niebla analiza de este modo los datos más sensibles al tiempo en el borde de la red, haciéndolos actuar en milisegundos. La computación en la niebla permite respuestas rápidas y reduce la latencia y el tráfico de la red.

Conclusión

Debido a la evolución del Internet de las Cosas, éste ha puesto demasiadas limitaciones a los servicios en la nube, ya que son muy latentes y tienen un retraso en la seguridad en comparación con la computación en la niebla.

La razón es que la nube está a distancia del punto de origen mientras que, en el fog computing, analiza y reacciona a los datos en menos de un segundo.

Hay que tener en cuenta que la computación en la niebla no es una arquitectura independiente, y que no sustituye a la computación en la nube, sino que es sólo una extensión de la computación en la nube con un mayor ancho de banda y mejores funciones de seguridad.

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