Fumar y dolor torácico

El análisis de las respuestas al cuestionario de 70.208 personas que se sometieron a exámenes de salud multifásicos mostró una mayor proporción de fumadores que de no fumadores (con un exceso de 1,6 veces en los hombres de raza blanca y de 1,3 veces en las mujeres de raza blanca) que admitían nueve tipos de dolor torácico. Este exceso en los fumadores fue mayor en los individuos más jóvenes, y se aplicó por igual a los dolores anginosos y no anginosos. La asociación entre el tabaquismo y el dolor torácico no se explicaba por un mayor consumo de alcohol o café, una menor tolerancia al dolor o una menor fiabilidad entre los fumadores; tampoco parecía estar mediada principalmente por un exceso de tos, falta de aire, enfermedad coronaria o quejas musculoesqueléticas en los fumadores. Aunque los fumadores tenían una media de más quejas que los no fumadores, el dolor torácico se asemejaba a síntomas claramente relacionados con el tabaquismo, como la tos, cuando se consideraba el número de quejas de cada sujeto. Aunque un mayor número de fumadores tenía dolor torácico, ningún tipo de dolor era exclusivo de los fumadores, lo que sugiere que el concepto de «angina de pecho por tabaco» debe descartarse o reservarse para los raros pacientes con enfermedad coronaria en los que el tabaquismo provoca claramente una angina de pecho.