Generación Alfa

La tasa de fertilidad total de Australia ha caído desde más de tres en la era de la posguerra, hasta cerca del nivel de reemplazo (2,1) en la década de 1970, hasta por debajo de eso a finales de 2010. Se situó en 1,74 en 2017. Sin embargo, la inmigración ha ido compensando los efectos del descenso de la natalidad. En la década de 2010, entre los residentes en Australia, el 5% había nacido en el Reino Unido, el 2,5% de China, el 2,2% de la India y el 1,1% de Filipinas. El 84% de los recién llegados en el ejercicio de 2016 tenía menos de 40 años, frente al 54% de los que ya estaban en el país. Al igual que otros países favorables a la inmigración, como Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, se espera que la población en edad de trabajar de Australia crezca hasta aproximadamente 2025. Sin embargo, la proporción entre personas en edad de trabajar y dependientes y jubilados (la tasa de dependencia) ha pasado de ocho en la década de 1970 a cerca de cuatro en la de 2010. Podría bajar a dos en la década de 2060, dependiendo de los niveles de inmigración. «Cuanto más envejece la población, más personas reciben prestaciones sociales, necesitamos más asistencia sanitaria y hay una base más pequeña para pagar los impuestos», dijo Ian Harper, de la Escuela de Negocios de Melbourne, a ABC News (Australia). Aunque el gobierno ha reducido los planes de aumentar la edad de jubilación, recortar las pensiones y subir los impuestos debido a la oposición de la opinión pública, las presiones demográficas siguen aumentando a medida que los efectos amortiguadores de la inmigración se desvanecen. Los australianos que alcanzan la mayoría de edad a principios del siglo XXI son más reacios a tener hijos en comparación con sus predecesores debido a razones económicas: una mayor deuda estudiantil, una vivienda cara y un crecimiento negativo de los ingresos.

Statistics New Zealand informó que la tasa de fertilidad de la nación en 2017 fue de 1,81, la más baja registrada. Aunque el número total de nacimientos subió, la tasa de natalidad bajó debido al aumento de la población del país gracias a los altos niveles de inmigración. La tasa de fertilidad de Nueva Zelanda se mantuvo más o menos estable entre finales de la década de 1970 y finales de 2010. Las mujeres más jóvenes estaban impulsando la tasa de natalidad a la baja, y las que tenían entre 15 y 29 años tenían las tasas de natalidad más bajas registradas. En 2017, las adolescentes neozelandesas tuvieron la mitad de bebés que en 2008, y menos de una cuarta parte que en 1972. Mientras tanto, las mujeres mayores de 30 años tenían más hijos. Entre finales de la década de 2000 y finales de 2010, nacieron una media de 60.308 bebés en Nueva Zelanda.

América del SurEditar

La tasa de fertilidad de Brasil ha caído de 6,3 en 1960 a 1,7 en 2020. Por esta razón, se prevé que la población de la nación disminuya a finales del siglo XXI. Según un estudio de 2012, las telenovelas que presentan familias pequeñas han contribuido a la creciente aceptación de tener pocos hijos en un país predominantemente católico. Sin embargo, Brasil sigue teniendo tasas relativamente altas de embarazos en adolescentes, y el gobierno está trabajando para abordar este problema.