Herrajes dolorosos

Editado por Gregory Waryasz, MD

Resumen

Los tornillos y las placas metálicas se utilizan a menudo en la cirugía para fijar fracturas, fusionar articulaciones o estabilizar huesos que han sido cortados (osteotomías) en el pie y el tobillo. En la mayoría de los casos, estos tornillos y placas no generan síntomas y permanecen permanentemente en el pie. Sin embargo, en algunos pacientes, los herrajes pueden sobresalir o irritar un tendón cercano u otros tejidos blandos. Algunos pacientes también se quejan de dolores en el pie o el tobillo relacionados con los cambios de tiempo. Inicialmente, esto puede tratarse con modificaciones en el calzado, acolchado sobre la zona y medidas sencillas para reducir la hinchazón e inflamación locales. Sin embargo, si esto no es satisfactorio, los pacientes pueden beneficiarse de la retirada de los herrajes dolorosos una vez que la fractura, la fusión o el corte óseo hayan sanado por completo.

Presentación clínica

Los pacientes que se han sometido previamente a una cirugía para arreglar una fractura o para fusionar un hueso del pie y del tobillo pueden tener herrajes retenidos que pueden llegar a ser prominentes y/o crear molestias. Aunque la mayoría de los elementos retenidos son asintomáticos, algunos pacientes desarrollan síntomas. Los síntomas pueden deberse a que el tornillo o la placa rozan con la bota, o bien el dolor puede producirse cuando el tendón o la estructura de tejido blando rozan con el tornillo o la placa prominentes. Cuando los pacientes se están recuperando de la lesión o cirugía original, los síntomas y la hinchazón son tales que el hardware no suele ser un problema importante. Sin embargo, con el tiempo, cuando la inflamación se asienta, los herrajes pueden volverse prominentes y, en algunos casos, puede ser necesario retirarlos. Sin embargo, algunos pacientes se quejan de dolores en el pie o el tobillo relacionados con los cambios de tiempo. Una infección puede ser ocasionalmente la causa del dolor también, por lo que su cirujano evaluará a los pacientes para este problema potencial.

Examen físico

En el examen, el hardware puede sentirse bajo la piel. Puede haber una bursa (saco de tejido lleno de líquido) o un área de inflamación asociada a la zona. Los síntomas a menudo pueden reproducirse con el movimiento de la articulación o el movimiento de los tendones cercanos.

Estudios de imagen

Las radiografías revelarán el hardware si es metálico (la mayoría de los tornillos son de acero inoxidable o titanio). Las radiografías también pueden identificar la zona del herraje que probablemente esté causando los síntomas. Las radiografías también pueden indicar si el herraje se ha desplazado o se ha roto. En ocasiones, las suturas prominentes y no absorbentes u otras formas de material quirúrgico retenido pueden crear síntomas pero no aparecer en las radiografías. Por lo general, estos objetos no se ven en las radiografías (son radiolúcidos). Las resonancias magnéticas rara vez son útiles para los implantes metálicos dolorosos, ya que el metal provoca un «artefacto» que impide la visualización de los tejidos vecinos, o incluso de todo el pie.

Tratamiento

La mayoría de los herrajes que se colocan para fijar una fractura o fusionar una articulación no necesitan ser retirados y, de hecho, no causarán ningún síntoma. En la mayoría de los casos, quedan retenidos dentro del hueso o no son particularmente prominentes con una cobertura adecuada de los tejidos blandos. Sin embargo, en algunos individuos y con algunos tipos de cirugías, pueden surgir síntomas. En este caso, los síntomas pueden tratarse con un acolchado local, como llevar un calcetín grueso o utilizar una almohadilla de gel local. También puede ser útil un cambio de calzado o la modificación del existente. Si esto no es aceptable para el alivio de los síntomas, debe considerarse la posibilidad de retirar los herrajes una vez que la fractura o la fusión hayan sanado completamente. La extracción de los herrajes debe considerarse si hay problemas de piel o signos de infección.

Extracción quirúrgica

La cirugía para extraer los implantes metálicos se realiza normalmente de forma ambulatoria o sin hospitalización (es decir, se va a casa el mismo día). En el caso de muchos implantes, puede realizarse con anestesia regional o local (es decir, un «bloqueo nervioso»), lo que significa que puede permanecer despierto (si lo desea) durante el procedimiento y no sentir nada. Para la extirpación se suelen utilizar las mismas incisiones que para la cirugía original. Para la extracción de herrajes se aplican muchos de los mismos riesgos perioperatorios que para cualquier procedimiento quirúrgico. Ciertas operaciones de pie y tobillo tienen un mayor índice de necesidad de retirada de herrajes que otras. Entre ellas se incluyen:

  • Una fijación previa de fractura de tobillo del peroné distal
  • Una osteotomía calcánea con un tornillo prominente en la zona del talón.
  • Una fractura de calcáneo con herrajes en la cara externa del hueso del talón.
  • Un procedimiento de alargamiento de la columna lateral como parte de una reconstrucción del pie plano con herrajes en la parte exterior y anterior del hueso del talón (calcáneo).
  • Los herrajes colocados en el mediopié y el antepié pueden ser prominentes y puede ser necesario reemplazarlos.
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