How ‘skinny guy’ Juan Martin del Potro ‘won’ Diego Maradona’s heart and made football icon ‘very happy’
- Tennis365
- November 26, 2020
Diego Maradona passed away at the age of 60 on Wednesday and fellow Argentine Juan Martin del Potro was one of several tennis players to pay tribute to the football great.
«I feel that you return to the place that belongs to you, HEAVEN. For me you will never die. Rest in peace,» former US Open champion Del Potro wrote on social media.
Siento que volvés al lugar que te pertenece, EL CIELO. Para mí nunca vas a morir. Descansá en Paz.#GraciasDiego https://t.co/CenIdC4Tbe
– Juan M. del Potro (@delpotrojuan) 25 de noviembre de 2020
El campeón del mundo de fútbol y Del Potro compartieron un vínculo especial y el Maradona más grande que la vida habló de su relación en el libro de Sebastián Torok «Juan Martín del Potro: el gigante amable».
En un capítulo titulado «Palabra del Diez», Maradona reveló cómo Del Potro se «ganó» el corazón de todos los argentinos cuando ayudó al país sudamericano a ganar su único título de la Copa Davis en 2016 al vencer a Gran Bretaña en Glasgow en la semifinal y a Croacia en Zagreb en la final.
Maradona, que fue a Zagreb, a apoyar a Argentina en la final, explicó: «Se podría decir que Martín, porque yo le llamo Martín, se ganó mi corazón el día que ganó la Copa Davis. Pero no, hombre, no… Ese día se ganó el corazón de todos los argentinos. Se ganó el mío cuando fallecieron mis amados padres, la señora Tota y don Diego, y él estuvo ahí, presente, para acompañarme.
«¿Cómo no iba a acompañarlo a Croacia? ¡Iba a ir al fin del mundo para animarle! Por él y por todo el equipo argentino. Era la parada más valiente, la de intentar ganar la Copa Davis por primera vez en la historia, como visitante, contra todo pronóstico… ¡Con todo en contra es como me gusta! Por eso quería estar allí…
«Muchos me llamaron gafe. Otros decían que sólo quería la visibilidad y ser el centro de atención, pero lo único que quería era animar, que todos los argentinos estuvieran apoyando, detrás de él. Lo único que me importaba era estar en las gradas. Ni siquiera fui al hotel, hasta que me llamaron. El flaco, que es más largo que la Torre Eiffel, se rió cuando me vio llegar. Un fenómeno.
«En ese partido final, Delpo nos dio una lección a todos los deportistas y a todos los argentinos: Si luchamos, podemos hacerlo. Él sabía mejor que nadie que era un lugar difícil, pero no imposible. Lo que hizo fue una locura… Estar en un lugar así, en un momento así, es tocar el cielo con las manos. Yo lo viví en México en 1986. Martín lo vivió en Croacia.
«El flaco, ese día, llegó al corazón de los argentinos, sin duda. Fue como una caldera, lo juro. Así son los partidos de la Copa Davis: mucho calor, muchas batallas, adrenalina y gritos… Una caldera humeante. Y Del Potro la apagó con dos grandes huevos como la roca de Tandil. Tenía que llevar y traer a todos, tenía una gran responsabilidad. Era el que tenía que tomar la bandera y lo hizo de la mejor manera. Les ganó a todos a martillazos. Que quede muy claro para todos los argentinos, lo que Delpo lanzaba no eran pelotas, ¡eran martillos! Quería destruir la pelota cada vez que la golpeaba. Y te juro que pegaba con él.
«Por eso, cuando me invitó a bajar al vestuario, cuando ya eran campeones y me dijo que eligiera lo que quisiera llevarme de regalo a casa, elegí la raqueta, porque esa raqueta fue el arma que usó para ganar, pero también pedí besar su mano. Porque esa mano nos hizo levantar la Copa.
«El flaco, Martín, Delpo, llámalo como quieras, se convirtió en un gran maestro que nos hizo falta durante mucho tiempo. Fue Maradona contra los ingleses. Por eso le voy a estar agradecido el resto de mi vida. Por hacerme, hacernos, muy muy felices. Y por acordarse de mí cuando más lo necesitaba»
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