Independencia y Revolución
A principios del siglo XIX, las clases medias locales se habían cansado de compartir su riqueza con España, y comenzó a crecer una obsesión por la independencia.
En particular, los criollos (los nacidos en Nueva España de padres españoles) se resentían de ser considerados inferiores por los nacidos en la patria europea. Vieron una oportunidad en la guerra de España contra la invasión de Napoleón de 1808.
Los principales protagonistas de la Independencia fueron los sacerdotes Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos.
El 16 de septiembre de 1810, Hidalgo liberó a los presos del pueblo de Dolores, encerró a las autoridades españolas y llamó al pueblo a rebelarse haciendo sonar las campanas de la iglesia. Hidalgo comenzó con 600 hombres, pero pronto contó con 100.000 y tomó las ciudades del centro de México. Hidalgo fue engañado, capturado y condenado al año siguiente, y fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento el 30 de julio de 1811.
Morelos, de la ciudad occidental de Valladolid (actual Morelia) dirigió exitosas campañas en 1812 y 1813, que incluyeron la captura de la ciudad de Acapulco, el entonces principal puerto comercial de la costa del Pacífico. Fue capturado y fusilado el 22 de diciembre de 1815. A pesar de los reveses, el movimiento independentista continuó bajo el mando del coronel criollo Agustín de Iturbide. El 28 de septiembre de 1821 se nombró el primer gobierno independiente con Iturbide a la cabeza.
A la independencia le siguieron treinta años de gran agitación política, que incluyeron la Guerra México-Estadounidense de 1846-1848, en la que México perdió Texas, California y Nuevo México a manos de los vencedores.
Después vino un periodo de reformas, encabezado por los educados del país. El liberal Benito Juárez, que sería elegido presidente en 1861, promovió leyes de reforma que se incorporaron a la Constitución de 1857. Como presidente provisional, también redujo los poderes de la Iglesia Católica Romana, y confiscó los bienes eclesiásticos.
En 1864, el archiduque austriaco Maximiliano fue nombrado emperador con el respaldo de Napoleón III. Maximiliano gobernó México hasta 1867, cuando fue derrotado y fusilado después de que Napoleón retirara sus tropas para librar una guerra con Prusia. El regreso al gobierno de Juárez también se conoce como la Restauración de la República.
Los años de Juárez fueron seguidos por la dictadura de Porfirio Díaz, un líder militar que fue presidente de 1876 a 1880 y de 1884 a 1911. México vivió un periodo de desarrollo económico sin precedentes bajo Díaz, con la construcción de ferrocarriles, puertos y telecomunicaciones. Pero el gobierno represivo de Díaz y la brecha cada vez más grande entre ricos y pobres, junto con el cortejo de Díaz a los inversionistas extranjeros y a los grandes terratenientes, condujeron al descontento y al levantamiento después de que ganó otra elección en 1910-su sexta reelección consecutiva.
La Revolución de 1910-1917 fue iniciada por Francisco Madero, un político con mentalidad democrática que se oponía a la reelección. Con los levantamientos militares de Francisco Villa (o «Pancho» Villa, como se le conoce comúnmente) en el norte, y de Emiliano Zapata en el sur, Díaz se vio pronto obligado a dimitir y a exiliarse. Madero se convirtió en presidente, pero su jefe del ejército, Victoriano Huerta, dio un golpe de estado en 1913 e hizo que lo mataran. Huerta dimitió en 1914, y Venustiano Carranza se convirtió en presidente.
Aunque pocos mexicanos cuestionan la importancia del nacimiento de una nación independiente después de tres siglos de dominio colonial, el periodo de conflicto de 1910-1917 que condujo a la promulgación de la Constitución de 1917 fue mucho más complejo, y hasta cierto punto inconcluso. Algunos de los héroes más conocidos de la Revolución fueron asesinados en actos de traición mucho después de 1917: Emiliano Zapata en 1919, Venustiano Carranza en 1920, Francisco Villa en 1923, y Álvaro Obregón en 1928.
Hasta el día de hoy continúan los desacuerdos sobre el significado de los acontecimientos que conformaron la Revolución, con ideas usualmente influenciadas por visiones políticas. No es lo mismo la revolución vista desde la izquierda que desde la derecha, y su éxito o fracaso desde cualquiera de esos puntos de vista no es algo que se pueda dirimir fácilmente. El artículo de Wikipedia (español) ilustra lo complicado que fue el asunto.
En 1917 se promulgó una nueva Constitución que, entre otras cosas, devolvió las tierras comunales a la población indígena y renovó el anticlericalismo de los años de Juárez.
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