Introducción a la Ecología Acuática
La ecología es el estudio científico de cómo los organismos interactúan entre sí y con su entorno. Esto incluye las relaciones entre individuos de la misma especie, entre diferentes especies y entre los organismos y sus entornos físicos y químicos. La ecología acuática incluye el estudio de estas relaciones en todos los entornos acuáticos, incluidos los océanos, los estuarios, los lagos, los estanques, los humedales, los ríos y los arroyos.
Un ecosistema es una comunidad de organismos vivos y su entorno físico y químico, vinculados por flujos de energía y nutrientes. Los ecosistemas funcionan como una unidad ecológica discreta y pueden definirse a distintas escalas. Por ejemplo, la cuenca del río Athabasca puede considerarse un ecosistema, al igual que un pequeño estanque, un tronco o el planeta entero. Los límites de un ecosistema acuático son un tanto arbitrarios, pero en general encierran un sistema en el que se pueden estimar los flujos de entrada y salida. Los ecologistas de ecosistemas estudian cómo fluyen los nutrientes, la energía y el agua a través de un ecosistema.
Las características físicas de los hábitats acuáticos afectan a los tipos de organismos que se encuentran en ellos. Los organismos vivos en un entorno concreto se ven directamente afectados por las características ambientales, como las concentraciones de nutrientes, la temperatura, el flujo de agua y el refugio. Sólo prosperarán los organismos que sean capaces de sobrevivir en las condiciones de un hábitat concreto y de utilizar los recursos disponibles en él. Las interacciones entre los organismos vivos también afectan al tipo de organismos que se encuentran en un ecosistema acuático, ya que la competencia por los recursos (por ejemplo, alimento, hábitat) y la depredación afectan a la abundancia y diversidad de las especies. A su vez, los organismos vivos de un entorno pueden influir en algunos aspectos de su entorno (por ejemplo, las presas de los castores pueden cambiar los flujos de agua).
Entender los componentes básicos de los ecosistemas acuáticos y la interacción entre los organismos vivos y su entorno puede conducir a una mejor gestión de los impactos humanos en estos sistemas.