Keppra para controlar las convulsiones en los perros

Keppra, el nombre comercial del levetiracetam, es un nuevo medicamento que puede utilizarse para tratar las convulsiones en perros y gatos. Las convulsiones y la epilepsia son condiciones comúnmente diagnosticadas en los perros. Una convulsión ocurre cuando las neuronas del cerebro se descargan rápida y continuamente, causando un aumento de la actividad eléctrica. Ver a su perro sufrir una convulsión puede ser perturbador, pero no suele poner en peligro su vida. Los medicamentos utilizados tradicionalmente para tratar las convulsiones y la epilepsia incluyen el fenobarbital y el bromuro de potasio.

Sin embargo, en algunas mascotas, estos medicamentos por sí solos no siempre pueden controlar adecuadamente las convulsiones. Además, algunos animales no son capaces de tolerar bien el fenobarbital o el bromuro de potasio, o el propietario de la mascota puede desear evitar los posibles efectos secundarios asociados a ellos. En estos casos, puede ser necesario un medicamento anticonvulsivo alternativo, y Keppra puede ser una buena elección.

Keppra como anticonvulsivo

Keppra puede utilizarse por sí mismo como medicamento anticonvulsivo. También puede utilizarse junto con el fenobarbital o el bromuro de potasio para aliviar los síntomas de forma más eficaz. Es posible que se necesite menos de esos otros medicamentos cuando se utiliza Keppra, lo que puede reducir los efectos secundarios que pueden causar. Los efectos secundarios del fenobarbital o del bromuro de potasio en perros pueden incluir sedación, ataxia (pérdida de coordinación) y cambios de comportamiento.

Keppra está disponible en diferentes dosis, incluyendo comprimidos de liberación prolongada de 500 miligramos y 750 miligramos. Es necesario dosificarla con más frecuencia que otros medicamentos anticonvulsivos. En muchos casos, el medicamento debe administrarse tres veces al día o los comprimidos de liberación prolongada dos veces al día, ya que se descompone rápidamente en el organismo, con una semivida de eliminación de entre cuatro y seis horas. También tiene un amplio margen de seguridad, por lo que las sobredosis son menos probables. No requiere la monitorización de los niveles sanguíneos.

El levetiracetam parece ser relativamente seguro para los perros, pero todavía se están realizando estudios para investigar cualquier efecto adverso que pueda tener. No parece afectar al hígado o a las enzimas hepáticas (medidas en la sangre) como pueden hacerlo el fenobarbital y el bromuro de potasio. No se descompone en el hígado, sino que pasa a la orina. Por eso es más seguro para los animales domésticos que puedan tener la función hepática deteriorada, incluidos aquellos cuyas convulsiones se deban a daños en el hígado causados por otros medicamentos como el fenobarbital.

Efectos secundarios potenciales

La mayoría de los perros parecen tolerar bastante bien el levetiracetam.Los efectos secundarios en los perros pueden incluir somnolencia, cambios en el comportamiento y síntomas gastrointestinales como vómitos o diarrea.

Los comprimidos de liberación prolongada deben administrarse intactos, sin partirlos ni triturarlos, o se liberará demasiada cantidad de medicamento a la vez. Si es probable que su mascota los mastique, es mejor utilizar la formulación normal en lugar de la de liberación prolongada.

Es importante recordar que el levetiracetam se ha utilizado hasta la fecha sólo en un número limitado de mascotas, y sólo se conocen algunos de los efectos en los perros.

Al igual que con cualquier otro medicamento anticonvulsivo, el levetiracetam nunca debe suspenderse repentinamente. Hacerlo puede poner a su mascota en riesgo de sufrir una actividad convulsiva que ponga en peligro su vida.