La historia de ‘Hola, mundo’

Es el programa más famoso. Conocido como el primer ejemplo en casi todos los lenguajes de programación para todos los programadores, ¿de dónde salió este mensaje?

Como función, el programa informático simplemente le dice al ordenador que muestre las palabras «¡Hola, mundo!» Tradicionalmente, es el primer programa que los desarrolladores utilizan para probar los sistemas. Para los programadores, ver las dos palabras en la pantalla significa que su código puede compilar, cargar, ejecutar y que pueden ver la salida.

Es una prueba, que significa el inicio de un programa. En las últimas décadas, ha crecido hasta convertirse en una tradición consagrada. Todos los programadores que le han precedido han sentido, en algún momento, el mismo subidón de adrenalina tras darse cuenta de que se han comunicado con éxito a través del ordenador. He aquí cómo empezaron las dos palabras más famosas de la historia de la programación:

¿De dónde viene ‘Hello World’?

Brian Kernighan, autor de uno de los libros de programación más leídos, «Lenguaje de programación C», también creó «Hello, World». La primera vez que hizo referencia a «Hello World» fue en el libro predecesor del Lenguaje de Programación C: A Tutorial Introduction to the Programming Language B publicado en 1973.

main( ) {
extrn a, b, c;
putchar(a); putchar(b); putchar(c); putchar(‘!*n’);
} 1 ‘hell’;
b ‘o, w’;
c ‘orld’;

Desgraciadamente, la propia leyenda no puede precisar definitivamente cuándo o por qué eligió las palabras «Hello, World». Cuando se le preguntó qué fue lo que provocó la idea del nombre «Hello, World» en una entrevista con Forbes India, dijo que su memoria es borrosa.

«Lo que sí recuerdo es que había visto un dibujo animado en el que aparecían un huevo y un pollito y el pollito decía: «Hello, World»

En aquel momento, ni Kernighan ni su colega Dennis Ritchie, el difunto autor del lenguaje C, podían imaginar lo monumentales que serían el lenguaje y el libro tutorial en el campo de la programación en la actualidad. Estas ideas no eran más que un proyecto de investigación dentro de los Laboratorios Bell, la rama de investigación y desarrollo de AT&T. Aunque nadie puede explicar científicamente por qué «Hello, World» llegó a ser tremendamente popular, el programa «Hello, World» marca un cambio importante en la retórica histórica de la programación. Veamos su contexto histórico.

Todavía en su caparazón

Es difícil de imaginar hoy en día, pero antes de que se publicara «Hello World» en el libro de Kernighan, los ordenadores tenían una connotación negativa entre el público antes de la década de 1970. Eran enormes ordenadores centrales, increíblemente lentos, llenaban una habitación entera y necesitaban una plantilla completa de científicos o investigadores para su mantenimiento. De hecho, antes de los años 70, los informáticos programaban utilizando pilas de tarjetas perforadas

En general, la gente veía los ordenadores como dispositivos intocables, complejos y ridículamente caros, reservados sólo a la élite del mundo académico, la defensa o el gobierno. De hecho, los titanes de la industria que dedicaron su vida al mundo de la informática trabajaron duro para superar este estigma. Es increíble pensar en cómo hemos evolucionado desde entonces. Hoy en día, algunas personas realmente sienten ansiedad cuando no tienen sus dispositivos personales.

Uno de los primeros usos famosos de los ordenadores en Estados Unidos fue en 1890, cuando la Automatic Electrical Tabulating Machine calculó los datos de más de 60 millones de estadounidenses. En los años 40, los ordenadores Bombes y Colossus descifraron los códigos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

Los años 50 acogieron los primeros ordenadores comerciales, como el Zuse 3 y el UNIVAC, para realizar operaciones aritméticas. Pero se necesitaban millones de dólares para comprar uno.

Desde el punto de vista educativo, la mayoría de los libros de lenguajes de programación sobre los primeros lenguajes de programación, como FORTRAN o BASIC, empezaban demostrando un punto: Los ordenadores son, de hecho, útiles. Esto es lo que opina el algoritmista e investigador John Mount. Mount dice que la popularidad explosiva de «Hello, World» liberó a los informáticos de la carga de justificar por qué los ordenadores son buenos para el resto de la sociedad.

Por ejemplo, en el libro de 1964 My Computer Likes Me When I Speak Basic, la introducción habla del propósito de los lenguajes de programación en general. Además, las salidas del primer ejemplo: «MI HUMANO ME ENTIENDE»

El uso de este ejemplo pretende reforzar la impopular idea de que los humanos pueden, de hecho, hablar con los ordenadores. La Programación Dinámica de 1956 arranca con ejemplos aplicables al cálculo ordinario.
No fue hasta El Lenguaje de Programación C cuando «Hello World» despegó realmente.

‘Hello World:’ La programación ha llegado

Un importante catalizador que desencadenó la difusión de «Hello World» fue la introducción paralela del PDP-11, uno de los primeros éxitos comerciales de los microordenadores. Digital Equipment Corporation (DEC) vendió más de 600.000 unidades del PDP-11 en total a unos 10.000 dólares cada una. Este precio era drásticamente inferior a los millones de dólares que suelen costar los ordenadores.

Además, la serie PDP-11 de 16 bits no requería tarjetas perforadas. Fue la primera vez que se podía utilizar un lenguaje de programación para hablar directamente con un ordenador. Pero para impulsar la aceptación del público, DEC no se refirió a él como un ordenador. Lo comercializó como «procesador de datos programado» para desvincular el producto de los ordenadores centrales del pasado. A medida que más gente compraba ordenadores programables, más gente leía el Lenguaje de Programación C, y miles de personas volvieron a conocer ‘Hello World’

Casi todos los programadores que trabajaron en software de escritorio en los años 80 y 90 tuvieron una copia o hicieron referencia al libro. Se han vendido millones de copias hasta la fecha.

Probablemente había muchos programas básicos diferentes para empezar. Pero ‘Hello World’ es, con mucho, el más famoso hoy en día. Todo programador recuerda su primer ‘Hello World’ como un rito de paso. Puede que muchos no se den cuenta, pero cada vez que un programador siente la dulce sensación de triunfo al superar el primer obstáculo de la programación con las palabras ‘Hello World’, está viviendo un momento que trasciende la historia.