La lactancia materna frente al biberón
La lactancia materna frente al biberón
Tanto la lactancia materna como el biberón tienen sus ventajas. Como tienes que tomar una decisión ahora, vamos a considerar cada una de ellas por separado. De este modo, podrá tomar una decisión informada.
La lactancia materna es mejor porque:
- Su leche materna cubre perfectamente las necesidades nutricionales de su bebé.
- Su leche materna ofrece beneficios para la salud de su bebé.
- Puede recuperar la forma más rápidamente con la lactancia materna.
- El acto físico de amamantar fomenta el vínculo entre usted y su hijo.
- La leche materna está siempre disponible (siempre que usted lo esté).
- La leche materna es más barata.
- Ambos padres pueden participar por igual en la alimentación y aprovechar esta oportunidad para establecer un vínculo con su hijo.
- La madre tiene más libertad en cuanto a horarios, dietas y sexualidad.
- Tanto tú como tu bebé lo tendréis más fácil si tienes que volver a trabajar en los meses posteriores a su nacimiento.
- Proporciona una buena nutrición a tu bebé si tienes una condición médica muy rara que desaconseje la lactancia materna.
- Puedes evitar cualquier sensación de incomodidad que puedas tener respecto a la naturaleza física de la lactancia, especialmente en público.
Por otro lado, la alimentación con biberón es mejor porque:
Para ayudarte a tomar la decisión más adecuada para ti, vamos a echar un breve vistazo a estos argumentos.
La leche materna es la mejor leche
La Academia Americana de Pediatría ensalza la leche materna como el alimento perfecto para los primeros seis meses de vida de tu bebé. La leche materna, con su justa combinación de proteínas, grasas, hidratos de carbono y minerales, también aporta la mayoría de las vitaminas que necesita tu bebé (aunque se queda algo corta en vitaminas A, C y D).
Asombrosamente, la leche materna adapta su composición de un día para otro a las necesidades cambiantes de tu bebé. En los primeros días, el bebé necesita calostro, un líquido algo más espeso, rico en proteínas y bajo en grasas. Durante las dos semanas siguientes, aproximadamente, la consistencia de la leche materna cambia. El calostro se sustituye gradualmente por leche materna madura, que es más líquida y tiene más grasa y colesterol. (A diferencia de los adultos, los bebés aprovechan bien una dieta rica en colesterol y grasa. El cuerpo en rápido crecimiento de su bebé necesita estos nutrientes para el correcto desarrollo del cerebro, los tejidos nerviosos y las membranas celulares.)
Las fórmulas comerciales pueden haberse acercado cada vez más a duplicar la composición esencial de la leche materna humana, pero la fórmula nunca podrá adaptar su composición de un día a otro para satisfacer las necesidades particulares de su hijo.
La leche materna protege la salud de su bebé
La leche materna ayuda a protegerse de muchos agentes causantes de enfermedades. La leche materna contiene anticuerpos que pueden destruir bacterias, virus y otros gérmenes que pueden enfermar a tu bebé. La leche materna puede prevenir desde la faringitis estreptocócica y el tétanos hasta el sarampión y la varicela. También puede aumentar la resistencia del recién nacido a muchos alérgenos. Dado que sólo el cuerpo humano produce anticuerpos, la leche artificial no puede proporcionar esta inmunidad natural contra las enfermedades.