Las Leyes de Navegación
Las Leyes de Navegación fueron aprobadas por el Parlamento inglés en el siglo XVII. En un principio, el objetivo de estas leyes era excluir a los holandeses de los beneficios obtenidos por el comercio inglés. La teoría mercantilista detrás de las Leyes de Navegación suponía que el comercio mundial era fijo y que las colonias existían para el país matriz.
Las Leyes de Navegación de 1660 y 1696 restringían el comercio americano de las siguientes maneras:
- Sólo los barcos británicos podían transportar mercancías importadas y exportadas desde las colonias.
- Las únicas personas autorizadas a comerciar con las colonias eran los ciudadanos británicos.
- Las mercancías como el azúcar, el tabaco, el algodón y la lana que se producían en las colonias sólo podían exportarse a los puertos británicos.
Antes de 1763 la guerra civil inglesa y la Revolución Gloriosa estaban teniendo lugar en Europa. Durante este tiempo los británicos estaban ocupados con las guerras en Europa y no hicieron cumplir las Leyes de Navegación. Los colonos dejaron entonces de cumplir las leyes, y el contrabando y el soborno se hicieron comunes. Los colonos comenzaron a comerciar con las colonias no británicas del Caribe, lo que ayudó a prosperar a muchos comerciantes y agricultores coloniales. Gran Bretaña intentó aplicar estas leyes después de la Guerra de los Franceses y los Indios, pero los colonos se opusieron, y estas leyes despertaron una gran hostilidad en las colonias americanas. Las Leyes de Navegación fueron finalmente revocadas en 1849 después de que Gran Bretaña apoyara la política de libre comercio.