Lo que debes saber sobre el colapso de la tráquea en los perros

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La tráquea es un tubo bastante rígido (también conocido como tráquea) que se extiende desde el cuello del perro hasta su pecho y lleva el aire a los pulmones.

La estructura está formada por anillos de cartílago, que pueden debilitarse y deformarse con el tiempo, causando diversos grados de obstrucción de la tráquea. Esta condición canina hereditaria se conoce como colapso traqueal, y afecta más comúnmente a las razas de juguete, como Caniches, Yorkshire Terriers y Pomerania.

Aquí hay un vistazo a cómo se diagnostica la condición – y lo que los veterinarios harán para tratarla.

¿Cuáles son los síntomas del colapso traqueal?

Aunque la condición es hereditaria, muchos perros no muestran signos de colapso traqueal hasta la edad media.

Los perros afectados tienen una tos característica de «bocinazo» o «ladrido de foca» que empeora cuando están activos o excitados.

Los caninos gravemente afectados pueden tener largos ataques de tos, que pueden conducir a la dificultad respiratoria y posiblemente incluso a la muerte porque los ataques incontrolados de tos a menudo causan edema e inflamación dentro de la tráquea. Si puede mantener la tos controlada -incluso en los perros gravemente afectados- muchos de estos caninos no experimentarán episodios que pongan en peligro su vida.

¿Cómo se diagnostica la afección?

El colapso traqueal se sospecha a menudo en los perros de raza toy que presentan una tos reveladora, pero se requieren pruebas para un diagnóstico definitivo.

Las radiografías de tórax se utilizan para determinar si el colapso se encuentra en la parte de la garganta (cervical) de la tráquea o dentro de la zona torácica (intratorácica) de la tráquea. Aunque las radiografías son una primera prueba razonable, pueden infradiagnosticar la frecuencia y la gravedad de la afección, por lo que a menudo se requieren pruebas adicionales.

La fluoroscopia, que es similar a una «radiografía en movimiento», puede ser útil para hacer un diagnóstico en los perros que tienen síntomas típicos pero no muestran evidencias radiográficas evidentes de colapso traqueal.

La broncoscopia consiste en colocar un visor directamente en la tráquea bajo anestesia. El procedimiento proporciona un examen visual directo, por lo que es una excelente manera de determinar la gravedad del colapso traqueal, así como si hay otras anormalidades dentro de las vías respiratorias.