Manglares

Los manglares se encuentran en los suelos anegados y salados de las costas tropicales y subtropicales protegidas. Están sometidos al flujo y reflujo de las mareas dos veces al día, a las mareas vivas y muertas quincenales y a las fluctuaciones meteorológicas estacionales. Se extienden desde la zona intermareal hasta la marca de la marea alta. Estos bosques están formados por 12 géneros que comprenden unas 60 especies de árboles tolerantes a la sal.

Con su característico nido de raíces en forma de zancos y puntales, los manglares pueden prosperar en zonas de suelo blando, anegado y con poco oxígeno utilizando raíces aéreas e incluso horizontales para afianzarse. Las raíces también absorben el oxígeno del aire, mientras que las hojas del árbol pueden excretar el exceso de sal.

Asociados con las especies arbóreas hay toda una serie de plantas acuáticas y tolerantes a la sal. Juntos proporcionan importantes hábitats de cría para una gran variedad de especies animales acuáticas.
Los ecosistemas de manglares son más diversos en los mares del sur de Asia y menos en el Caribe. Los bosques de manglares de la costa occidental de Madagascar albergan una serie de especies de aves endémicas que están en peligro de extinción. En algunos países tropicales, como la India, Filipinas y Vietnam, se ha perdido más del 50% de los ecosistemas de manglares en este siglo.

Patrones de biodiversidad
La mayoría de las especies suelen tener distribuciones relativamente amplias; floras de baja diversidad pero una diversidad alfa general muy alta cuando se consideran las especies terrestres y acuáticas; una diversidad beta muy baja y un endemismo ecorregional bajo; existen algunas especies muy localizadas; una fuerte zonación a lo largo de los gradientes; varias formaciones de hábitat de manglares distintas.

Requisitos mínimos
Los manglares requieren regímenes hidrográficos y de salinidad relativamente intactos, sin que estas condiciones permanezcan dentro de los rangos naturales la persistencia o restauración de los manglares es difícil o imposible.

Sensibilidad a la perturbación
Las alteraciones de la hidrografía y el sustrato tienen un impacto considerable, pero el potencial de restauración es alto; los manglares son susceptibles a la contaminación, particularmente el petróleo y otros compuestos petroleros; la alteración de los niveles de salinidad puede tener impactos dramáticos en los manglares.