Mecánica, electricidad y fontanería
Mecánica
El componente mecánico de MEP es un importante superconjunto de los servicios de HVAC. Así, incorpora el control de los factores ambientales (psicrométricos), ya sea para el confort humano o para el funcionamiento de las máquinas. La calefacción, la refrigeración, la ventilación y la extracción son áreas clave a tener en cuenta en la planificación mecánica de un edificio. En casos especiales, también pueden incorporarse la refrigeración/calefacción por agua, el control de la humedad o la filtración del aire. Por ejemplo, los centros de datos de Google utilizan ampliamente intercambiadores de calor para refrigerar sus servidores. Este sistema genera una sobrecarga adicional del 12% del consumo energético inicial. Se trata de una gran mejora respecto a las unidades de refrigeración activas tradicionales, que tienen una sobrecarga del 30-70%. Sin embargo, este novedoso y complicado método requiere una cuidadosa y costosa planificación por parte de los ingenieros mecánicos, que deben colaborar estrechamente con los ingenieros que diseñan los sistemas eléctricos y de fontanería de un edificio.
Una de las principales preocupaciones de las personas que diseñan sistemas de climatización es la eficiencia, es decir, el consumo de electricidad y agua. La eficiencia se optimiza cambiando el diseño del sistema a gran y pequeña escala. Las bombas de calor y la refrigeración evaporativa son alternativas eficientes a los sistemas tradicionales, pero pueden ser más caras o difíciles de implementar. El trabajo de un ingeniero MEP consiste en comparar estos requisitos y elegir el diseño más adecuado para la tarea.
Los electricistas y los fontaneros suelen tener poco que ver entre sí, aparte de mantener los servicios fuera del camino del otro. La introducción de sistemas mecánicos requiere la integración de ambos para que la fontanería pueda ser controlada por la electricidad y la electricidad pueda ser atendida por la fontanería. Así, el componente mecánico del MEP une los tres campos.
Electricidad
Corriente alternaEditar
Casi todos los edificios modernos integran alguna forma de electricidad de red de corriente alterna para alimentar los aparatos domésticos y cotidianos. Estos sistemas suelen funcionar a entre 100 y 500 voltios, aunque sus clasificaciones y especificaciones varían mucho según la zona geográfica (véase Electricidad de red por países). La electricidad de la red se distribuye normalmente a través de cables de cobre aislados ocultos en el subsuelo del edificio, en las cavidades de las paredes y en el techo. Estos cables terminan en tomas de corriente montadas en las paredes, el suelo o el techo. Se utilizan técnicas similares para las luces («luminarias»), aunque los dos servicios suelen estar separados en circuitos diferentes con distintos dispositivos de protección en el cuadro de distribución. Mientras que el cableado de la iluminación es gestionado exclusivamente por los electricistas, la selección de las luminarias o accesorios de iluminación puede dejarse en manos de los propietarios de los edificios o de los diseñadores de interiores en algunos casos.
Cableado telefónico de los años 70. Los cables de baja tensión se tienden a menudo a través de las vigas del techo y del aislamiento en las cavidades del tejado.
La energía trifásica se utiliza comúnmente para las máquinas industriales, en particular los motores y los dispositivos de alta carga. La provisión de energía trifásica debe considerarse en las primeras fases del diseño de un edificio, ya que tiene una normativa diferente a la del suministro eléctrico doméstico, y puede afectar a aspectos como las rutas de los cables, la ubicación de los cuadros eléctricos, los grandes transformadores externos y la conexión desde la calle.
Tecnología de la informaciónEditar
Los avances tecnológicos y la llegada de las redes informáticas han propiciado la aparición de una nueva faceta de los sistemas eléctricos que incorpora el cableado de datos y telecomunicaciones. A partir de 2019, se han sugerido varios acrónimos derivados para esta área, incluyendo MEPIT (mecánica, electricidad, fontanería y tecnología de la información) y MEPI (una abreviatura de MEPIT). Los nombres equivalentes son «baja tensión», «datos» y «telecomunicaciones» o «comunicaciones». Tenga en cuenta que un sistema de baja tensión utilizado para la creación de redes de telecomunicaciones no es lo mismo que una red de baja tensión.
El sector de la tecnología de la información de las instalaciones eléctricas se utiliza para la creación de redes de ordenadores, teléfonos, televisión, sistemas de seguridad, distribución de audio, sistemas sanitarios, robótica, etc. Estos servicios suelen ser instalados por profesionales diferentes a los del cableado de la red de alta tensión y a menudo se contratan a profesionales muy específicos, por ejemplo, instaladores de seguridad o integradores de audio.
La normativa sobre el cableado de baja tensión suele ser menos estricta o menos importante para la seguridad de las personas. Como resultado, es más común que este cableado sea instalado o mantenido por aficionados competentes, a pesar de los constantes intentos de la industria eléctrica para desalentar esto.
FontaneríaEditar
El diseño competente de los sistemas de fontanería es necesario para evitar conflictos con otros oficios, y para evitar costosas repeticiones o excedentes de suministros. El ámbito de la fontanería residencial estándar suele abarcar el agua potable a presión de la red, el agua calentada (junto con los ingenieros mecánicos y/o eléctricos), el alcantarillado, las aguas pluviales, el gas natural y, a veces, la recogida y el almacenamiento de aguas pluviales. En los entornos comerciales, estos sistemas de distribución se amplían para dar cabida a muchos más usuarios, así como a la adición de otros servicios de fontanería como la hidroponía, el riego, los combustibles, el oxígeno, el vacío/aire comprimido, la transferencia de sólidos, etc.
Los sistemas de fontanería también dan servicio a la distribución/control del aire y, por lo tanto, contribuyen a la parte mecánica de MEP. La fontanería de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) implica la transferencia de refrigerante, aire a presión, agua y, ocasionalmente, otras sustancias. Los conductos para la transferencia de aire también pueden considerarse fontanería, pero generalmente son instalados por otros profesionales.