Niños con reflujo (ERGE)

Tanto si su hijo es un niño pequeño como un adolescente, ocasionalmente sufrirá diarrea, malestar estomacal, eructos excesivos, dolor abdominal o acidez. A veces, el estrés provocado por un acontecimiento importante en la vida de un niño -como el primer día de colegio, los exámenes o un acontecimiento deportivo- desencadena un trastorno digestivo. Sin embargo, cuando las molestias digestivas en los niños se hacen más frecuentes, es un buen momento para buscar la opinión de un profesional médico.

Su hijo podría estar sufriendo varias afecciones digestivas, una de las cuales es la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), en la que el contenido del estómago retrocede hacia el esófago, provocando molestos e incómodos síntomas. Esto se debe a que el estómago está especialmente equipado para manejar el fuerte ácido necesario para la digestión, mientras que el esófago no tiene la misma protección.

Los principales síntomas de la ERGE en adultos incluyen ardor de estómago, regurgitación y un sabor amargo o agrio en la boca. Algunos síntomas menos comunes son el dolor de garganta persistente, la ronquera, la tos crónica, la dificultad o el dolor al tragar, el asma, el dolor inexplicable en el pecho, el mal aliento, la sensación de un nudo en la garganta y una incómoda sensación de saciedad después de las comidas.

Los niños con ERGE son más propensos a informar de un malestar general en el estómago en lugar de los síntomas más comunes que experimentan los adultos. Los niños también son más propensos a vomitar o regurgitar, y pueden experimentar trastornos de oídos, nariz y garganta. A veces los niños más pequeños no pueden expresar lo que les molesta, por lo que pueden volverse irritables.

Cinco cosas que los padres deben saber sobre la ERGE

  1. Los principales síntomas de la ERGE en los niños son los vómitos o las regurgitaciones. Los niños pueden quejarse de dolor de barriga, presión en el pecho, sensación de que algo sube a la garganta, dolor ardiente en el pecho, o simplemente pueden parecer irritables o agitados.
  2. Aunque la ERGE afecta al grupo de edad pediátrica, es importante distinguir las ocurrencias fisiológicas o digestivas normales de la enfermedad. Escupir o regurgitar sin esfuerzo es normal para la mayoría de los bebés felices y en crecimiento durante el primer año de vida. En el 95% de los casos, los bebés superan esta situación a los 12-15 meses de edad. En realidad, se trata de reflujo, un fenómeno fisiológico normal, y no de ERGE. Los padres pueden estar tranquilos sabiendo que la regurgitación o la regurgitación rara vez persiste hasta el segundo año de vida del niño, o tal vez un poco más en el caso de los bebés que nacieron muchas semanas antes de la fecha prevista.
  3. Un pequeño porcentaje de bebés que escupen con mucha frecuencia o fuerza, lloran, tosen, se angustian o pierden peso, pueden tener en realidad ERGE u otra afección. La ERGE es más frecuente en niños de 2 a 3 años o más. Si su hijo tiene estos síntomas continuos, busque consejo médico.
  4. Entre el 5 y el 10% de los niños de 3 a 17 años experimentan dolor abdominal superior, acidez, regurgitación y vómitos, todos ellos síntomas que podrían sugerir un diagnóstico de ERGE. Sólo un médico debe determinar si se trata realmente de ERGE o posiblemente de otra afección digestiva.
  5. La prevalencia de los síntomas de ERGE aumenta con la edad en los niños. La ERGE en los niños también puede estar asociada a sibilancias, tos crónica, mal aliento, sinusitis, ronquera y neumonía. A medida que los niños maduran, los síntomas de la ERGE se asemejan más a los de los adultos.

Qué hacer

Anime a su hijo a que le describa exactamente lo que está experimentando durante cualquier episodio de sensaciones incómodas en las zonas del pecho o del estómago, o cuando parezca agitado. Si cree que su hijo puede estar mostrando síntomas de ERGE, hable con un profesional médico para que le haga un diagnóstico y un tratamiento adecuados. Si un gastroenterólogo pediátrico ejerce en su comunidad, podría ser beneficioso contar con este nivel de atención especializada para su hijo.

Hay una serie de opciones de tratamiento disponibles para la ERGE infantil, incluyendo modificaciones en la dieta que un dietista registrado podría recomendar. Los niños parecen beneficiarse de hacer comidas más frecuentes pero más pequeñas. El médico de su hijo podría recetar un medicamento, disoluble y/o fácil de tragar, para aliviar los síntomas.

Publicado por primera vez en el boletín Inside Tract® número 175 – 2010
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