¿Pueden los entrenamientos afectar a tu periodo?

Los ciclos menstruales pueden ser monstruosos – te escuchamos. Así que, cuando tu tiempo en el gimnasio oscila durante tu época del mes, puede ser difícil levantarse y seguir la corriente.

Más de la mitad de las mujeres en el Reino Unido dicen que dejan de hacer ejercicio cuando llega su periodo, según un estudio realizado por Populus en nombre de Orreco. Si esto se debe a los calambres, a los antojos, al bajo estado de ánimo o a ese molesto fiasco del tampón en el bañador, depende totalmente de cada persona.

Incluso cuando te sientas lejos, muy lejos de cualquier cosa relacionada con el fitness y rezando por una semana en posición fetal, recuerda esto: Hacer ejercicio durante el periodo tiene sus ventajas. A veces incluso puede ser una ventaja femenina. A veces. Echemos un vistazo a la ciencia…

¿Cómo pueden afectar exactamente los entrenamientos a tu periodo?

El ejercicio puede tener influencias sutiles o extremas en tu ciclo menstrual, dependiendo de cómo reaccione tu cuerpo a la actividad física. Es lógico que la menstruación y la forma física estén conectadas: tu periodo está controlado por la producción y regulación de hormonas de tu cuerpo, mientras que las exigencias físicas del ejercicio afectan a esos niveles hormonales. Tiene un impacto en tu cuerpo de varias maneras…

El ejercicio puede aligerar tu flujo

Los cambios hormonales de una rutina de fitness regular pueden hacer que tus períodos sean menos pesados. ¿Podemos tener un aleluya? Una de las razones se debe a los estrógenos y a la pérdida de peso. Cuanta más grasa corporal tenga, más estrógeno se produce a partir del tejido graso. Este exceso de hormonas puede engrosar el revestimiento del útero, por lo que se acumula más sangre en la primera mitad del ciclo. Cuando pierdes peso mediante el ejercicio, tienes menos estrógeno en tu cuerpo. Como resultado, tu revestimiento se vuelve más delgado, y tu flujo se vuelve más ligero.

Los entrenamientos pueden hacer que los calambres sean menos dolorosos

Puede que no hayas oído hablar de las prostaglandinas, pero probablemente las hayas sentido. Son sustancias inflamatorias que limitan el flujo de sangre a tu útero y son responsables de algunos casos de calambres. Los medicamentos para aliviar el dolor, como el ibuprofeno, bloquean la producción de estos tiernos problemas del periodo, pero hacer ejercicio es una forma más saludable de prevenirlos. Hacer ejercicio no sólo aumenta el flujo sanguíneo hacia el útero, sino que también estimula la producción de esas hormonas que te hacen sentir bien (y que alivian el dolor): las encantadoras y mágicas endorfinas.

El ejercicio puede causar periodos irregulares

Hacer ejercicio te obliga a aprovechar la energía necesaria para hacer funcionar tu cuerpo a diario. Cuando tu cuerpo no tiene suficiente energía para mantener tus sistemas en funcionamiento, se apaga lo que no es esencial, en este caso, tu sistema reproductivo. Una región del cerebro llamada hipotálamo ralentiza la liberación de las hormonas responsables de la ovulación, por lo que es posible que tu periodo no llegue cuando lo esperas. Esto suele ocurrir sólo con el ejercicio intenso y extenuante y con una dieta baja en calorías. Si su régimen de ejercicio tiene un efecto significativo en su ciclo menstrual, hable con su médico.