¿Qué es el sanatana-dharma?

Por Jayaram V

Los practicantes de la antigua fe cuyos orígenes se remontan a los Vedas creían que su religión era eterna, con sus raíces en el cielo, y que se originaba directamente de Dios en el mismo principio de la creación.

Por eso preferían llamarla la religión eterna (sanatana dharma), un nombre, que muchos hindúes siguen prefiriendo utilizar en lugar de hinduismo porque el nombre hinduismo recuerda a muchos los abusos que sus antepasados y su religión sufrieron en manos de los invasores del pasado como los sultanes de Delhi, los mogoles y los británicos.

Además, como hemos visto, la palabra hindú se utilizaba originalmente en un sentido secular y no religioso. Sanatana significa eterno y dharma significa deber o deber obligatorio. La expresión tiene un doble significado.

Según nuestra tradición, el deber no es sólo para los humanos, sino también para todos, incluidos los dioses, los seres celestiales, los demonios e incluso el propio Dios. El deber de cada uno es eterno, en el sentido de que, creación tras creación, los seres tienen que cumplir sus deberes para mantener el mundo y el orden del mundo. Lo mismo ocurre con Dios. Su deber nunca termina. Tiene que despertarse al principio de cada creación y cumplir con su deber antes de disolver los mundos y dormirse durante miles de millones de años.

Lo mismo ocurre con nosotros. Tenemos que despertarnos cada día y hacer nuestros respectivos deberes diarios, antes de irnos a dormir. Cuando morimos, volvemos de nuevo a completar nuestras tareas inconclusas. Nuestros deberes son, pues, eternos y obligatorios. Si no los cumplimos, los mundos caerán en el desorden.

Dado que nuestra religión habla de ellos e insiste en que los cumplamos sin falta, se le llama acertadamente religión eterna o religión que habla de deberes eternos. En segundo lugar, la base de la religión son los Vedas, que se cree que son eternos.

Por lo tanto, nuestra religión, que se deriva de ellos, también se conoce como religión eterna. Creación tras creación y al principio de cada manvantara, Dios vuelve a introducir los Vedas a los seres humanos para su bienestar, para que sepan cuáles son sus deberes y cómo deben realizarlos.

El hinduismo es, pues, una religión de continuidad, una religión que aparece en cada creación y cumple con su deber como la Voz de Dios para impartir conocimiento y liberar a las personas.