¡Que no cunda el pánico! Esto es lo que debes hacer cuando se te rompe una lente de contacto
Independientemente de si eres nuevo en el uso de lentes de contacto o un profesional experimentado, los accidentes pueden ocurrir. No importa lo cuidadoso que seas, lo más probable es que se te rompa accidentalmente una lente de contacto en algún momento de tu vida.
¿Tienes actualmente una lente de contacto rota en tus manos? O quizás quieras prepararte para el peor de los casos? En cualquier caso, puede que te preguntes qué hacer a continuación.
¿Puedes seguir usando tu lentilla incluso después de que se haya rasgado? Tenemos esta pregunta cubierta, además de otras. Sigue leyendo para saber cómo puedes manejar este tipo de situaciones.
¿Puedes usar lentes de contacto rasgados?
Si sólo recuerdas una cosa de este artículo, que sea esto: nunca, nunca, nunca uses un lente de contacto rasgado. No importa si se siente bien en el ojo. Tienes que quitarte la lentilla y tirarla a la basura pronto!
Riesgos de usar lentillas rasgadas
Las lentillas rasgadas no funcionarán tan bien como las intactas. Esto se debe a que el rasgado impide que la lente mantenga la curvatura específica necesaria para adaptarse a tu ojo. Como resultado, no tendrán un buen ajuste.
Las lentillas rasgadas también tienen menos probabilidades de mantenerse centradas en el ojo. Si se alejan del centro del ojo o se mueven demasiado, acabarás teniendo una visión borrosa.
Lo más importante es que una lente de contacto rasgada es peligrosa. Tendrá un borde irregular que podría arañar tu córnea, la superficie frontal de tu ojo. No sólo eso, sino que también podría quedar atrapada bajo el párpado. Es probable que esto te resulte irritante y muy difícil de manejar. Simplemente sácalo y tíralo a la basura.
Qué hacer si tu lente de contacto se rasga
Está claro que llevar lentes de contacto rasgadas es una mala idea. Entonces, ¿qué se supone que debes hacer? Si tu lentilla se rompe, debes tirarla y ponerte una nueva. Comprueba primero la nueva lente para asegurarte de que no tiene rasgaduras ni bordes irregulares.
Si tu lente de contacto se rompe después de ponértela, sácala con cuidado y tírala en cuanto te des cuenta de que está rota. Si no tiene una lente de repuesto a mano, utilice sus gafas de repuesto hasta que pueda conseguir nuevas lentes de contacto.
¿Qué ocurre si la lente se queda en el ojo?
A veces, cuando la lente de contacto se rompe, puede quedar un trozo en el ojo después de haberla retirado. Intentar quitar el trozo de plástico perdido puede provocar irritación. Pero es aún más irritante dejarlo dentro.
Intenta localizar el trozo roto, y luego utiliza la yema del dedo para deslizarlo hacia la esquina exterior de tu ojo para poder sacarlo. Puede ayudar poner unas gotas oculares para lubricar el trozo y luego parpadear para desalojarlo.
Si no puede encontrar el trozo pero lo siente, llame a su oftalmólogo y vaya a verlo lo antes posible. Si no es lo suficientemente rápido, acuda a una clínica o centro de atención urgente. El médico utilizará una lámpara de hendidura para localizar el trozo desgarrado. También puede poner un tinte especial de color que ayude a localizarlo y eliminarlo.
Cómo prevenir futuros desgarros
Una vez que hayas lidiado con una lente de contacto desgarrada, querrás hacer todo lo posible para evitar volver a hacerlo. Por suerte, hay muchas cosas que puedes hacer para reducir la probabilidad de que se te rompa una lente de contacto. Aquí tienes algunas medidas específicas que puedes tomar:
Inspecciona primero tus lentes
Inspecciona siempre tus lentes de contacto antes de ponértelas en los ojos. Revísalas (con las gafas puestas si es necesario) para comprobar que no estén rotas, astilladas o con bordes irregulares. Si ves algún problema, tira la lente y empieza de nuevo con una nueva. Es bueno tener un suministro de reserva a mano en caso de que ocurra algo así.
Es una idea inteligente ponerse en contacto con el fabricante si la mayoría de sus nuevas lentes tienen daños. También puedes intentar cambiar de marca de lentillas. Hablar con tu médico puede indicarte la dirección correcta.
Límpialas correctamente
Asegúrate de que estás limpiando tus lentes de contacto según sus instrucciones. Mantenlas húmedas y asegúrate de que tu estuche de lentillas esté siempre lleno de solución de contacto. Si no lo haces, se secarán y serán más propensas al desgarro.
Recuerda ser delicado al manipular tus lentes de contacto. Puedes frotarlas suavemente para eliminar los depósitos. Pero si frotas con demasiada fuerza, podrías acabar rompiéndolas.
Despliégalas en tu solución de contacto
A veces, tus lentes de contacto se doblan accidentalmente cuando te las quitas. Si esto ocurre, vuelve a poner la lente en la solución de contacto antes de desplegarla. Esto te ayudará a despegarlas más fácilmente y será menos probable que las rompas en el proceso.
Evita quitarte las lentillas si tienes los ojos secos
Las alergias, el exceso de tiempo frente a la pantalla o las condiciones climáticas secas pueden hacer que tus ojos se sequen. Cuando esto sucede, tus lentes de contacto también pueden secarse. Esto los hace más propensos a romperse. Si sientes los ojos secos, aplica unas gotas de solución rehumectante en las lentes y en tus ojos antes de quitártelas.
No te frotes los ojos mientras llevas las lentes de contacto
Frotarse los ojos mientras llevas las lentes de contacto aumenta las posibilidades de que se rompan. También te hace más susceptible de sufrir abrasiones en la córnea. Si te pican los ojos y tienes que frotártelos, quítate primero las lentillas.
Mantén las uñas limpias y recortadas
Por último, debes saber que las uñas largas o dentadas pueden rasgar fácilmente el delicado material de las lentillas. Mantén tus uñas limpias y recortadas para reducir el riesgo de rasgarlas. Cuando te quites las lentillas, asegúrate de utilizar las yemas de los dedos pulgar e índice en lugar de las uñas.