Reconstrucción del Tendón Tibial Posterior

El tendón tibial posterior es un gran tendón que corre justo detrás del hueso grande en el interior del tobillo (llamado «maléolo medial»). El tendón ayuda a sostener el arco del pie y le ayuda a levantarse de puntillas, por lo que tiene que soportar mucha tensión a lo largo de su vida. El tendón puede desgarrarse o cicatrizar a medida que se envejece o puede lesionarse por una torsión repentina del pie. Puedes notar dolor o hinchazón sobre el tendón y tu arco puede caer (tu pie puede quedar plano). Su talón puede inclinarse hacia afuera al mismo tiempo, y puede sentirse desequilibrado e inestable.

El tratamiento no quirúrgico puede incluir un yeso para caminar o una férula y medicamentos antiinflamatorios. Cuando estas modalidades fallan, se habla de la cirugía.

La cirugía

Una simple reparación del tendón tibial posterior no devuelve una función satisfactoria. Sin embargo, existe otro tendón llamado «flexor digitorum longus», que mueve los cuatro dedos pequeños del pie y corre al lado del tendón tibial posterior, que puede utilizarse para ocupar su lugar. El tendón del dedo gordo se hace entonces para asumir la función del tendón flexor digitorum longus.

La mayoría de las veces, también hacemos un corte en el hueso del talón (el «calcáneo») y movemos la parte posterior del mismo hacia el interior del pie. Esto ayuda a que el arco del pie sea más alto y ayuda a quitar parte de la tensión de los tendones de la parte interior del pie.

Cirugía & Recuperación

La cirugía se realiza de forma ambulatoria (no necesita ser ingresado en el hospital).

Día de la cirugía: Tendrá un vendaje voluminoso que llega hasta justo debajo de la rodilla. Tiene que mantener la pierna levantada por encima del corazón tanto como sea posible durante los primeros cinco días para mantener la hinchazón. No puede caminar con el pie. A algunos pacientes les gusta practicar con muletas incluso antes de la cirugía.

2 Semanas: Le quitaremos los puntos y le pondremos una escayola. Todavía no puede caminar con el pie.

1 Mes: Le pondremos una bota de yeso extraíble y le dejaremos que empiece a poner peso en el pie gradualmente.

2-3 Meses: Podrá retirarse gradualmente de la escayola y le enseñaremos ejercicios para recuperar la fuerza en el tendón que hemos movido.

Alrededor de 4 meses: La mayoría de los pacientes vuelven a sus actividades normales, pero un poco de dolor con la actividad pesada puede persistir hasta unos 9 meses.