Rodenticidas: Los 4 principales ingredientes que matan a las mascotas

Las intoxicaciones por ingestión de rodenticidas son uno de los tipos de toxicidad más comunes que se observan en las consultas veterinarias, tanto en especies de pequeños como de grandes animales. (Nota: la toxicosis de relevo -envenenamiento por comer roedores muertos por rodenticidas- no ocurre comúnmente pero es posible y también puede verse en depredadores salvajes y aves de presa que ingieren roedores envenenados). Hoy en día existen muchos tipos diferentes de venenos para ratones y ratas, y vienen en una amplia variedad de colores y formulaciones. La identificación precisa del ingrediente activo de estos venenos es el primer paso para que los veterinarios puedan proporcionar un tratamiento eficaz, ya que los ingredientes varían drásticamente en cuanto a toxicidad y mecanismo de acción. Estos venenos no pueden identificarse sólo por el color o la forma y la mejor forma de identificarlos es buscando en el envase el nombre del ingrediente activo o el número de registro de la EPA. Aquí están los cuatro ingredientes activos más comunes en los rodenticidas, sus efectos y cómo los veterinarios los tratan.

1. Anticoagulantes de acción prolongada

Los rodenticidas que contienen anticoagulantes de acción prolongada como ingrediente activo son el tipo más común y conocido de venenos para ratones y ratas.

Mecanismo de acción: Este tipo de veneno actúa impidiendo la coagulación de la sangre, lo que provoca una hemorragia interna. Normalmente pasarán al menos 48 horas antes de que este tipo de veneno haga efecto. Sin embargo, si la mascota ha estado expuesta crónicamente al producto, la aparición de los signos clínicos puede ser anterior.

Signos y síntomas comunes de envenenamiento: El letargo, la intolerancia al ejercicio, la tos y la dificultad para respirar (debido a una hemorragia pulmonar), la debilidad y la palidez de las encías son los más comunes y resultan de una hemorragia interna. Otros signos menos comunes son los vómitos y la diarrea (con o sin sangre), las hemorragias nasales, los hematomas, la orina con sangre, la falta de apetito y el sangrado de las encías.

Antídoto y tratamiento: Afortunadamente, este veneno tiene un antídoto de prescripción fácilmente disponible llamado vitamina K1. Es necesario un tratamiento de al menos tres o cuatro semanas. Los medicamentos de venta libre o los alimentos con alto contenido en vitamina K no serán sustitutos suficientes.

Amenaza: La toxicidad de los anticoagulantes de acción prolongada variará mucho entre los principios activos, siendo el brodifacoum uno de los más potentes. La señalización del paciente también puede ser un factor a la hora de determinar una dosis tóxica, ya que los animales con enfermedades hepáticas o gastrointestinales subyacentes, así como los muy jóvenes o muy ancianos, corren más riesgo. Algunas especies, como los gatos, son más resistentes a los efectos de los anticoagulantes de acción prolongada y rara vez sufren una intoxicación. Los perros, en cambio, pueden ser bastante sensibles y a menudo requieren la intervención del veterinario.

2. Colecalciferol (vitamina D3)

Este es uno de los venenos para ratones y ratas más peligrosos del mercado y parece estar ganando en popularidad.

Método de acción: Este veneno actúa aumentando continuamente los niveles de calcio y fósforo, lo que puede provocar una insuficiencia renal secundaria.

Signos y síntomas comunes de envenenamiento: Los animales pueden experimentar un aumento de la sed y de la micción, debilitarse y aletargarse, y tener una disminución del apetito en las primeras 24 horas después de la ingestión. La insuficiencia renal aguda suele observarse entre dos y cuatro días después de la ingestión.

Antecedentes y tratamiento: Este puede ser uno de los rodenticidas más difíciles de tratar, ya que se requiere una terapia extensa y un control de laboratorio, que puede ser costoso, para obtener un resultado positivo. No existe un antídoto específico, pero la intoxicación responde a varias terapias prescritas, como fluidos intravenosos, furosemida, calcitonina y bifosfonatos. Suele ser necesario un tratamiento agresivo y un control frecuente de los análisis de sangre (calcio, fósforo y valores renales) durante un período de dos a cuatro semanas después de la ingestión.

Amenaza: la ingestión de sólo una pequeña cantidad de este veneno puede ser potencialmente mortal para cualquier animal, por lo que casi todas las ingestas pueden resultar tóxicas.

3. Brometalina

Se trata de un peligroso veneno con un nombre que a menudo se confunde con un anticoagulante.

Método de acción: La brometalina actúa desacoplando la fosforilación oxidativa en las mitocondrias del cerebro y del hígado y puede provocar un edema cerebral (hinchazón del cerebro) cuando se ingieren cantidades tóxicas.

Signos y síntomas comunes de intoxicación: El edema cerebral puede provocar ataxia (incoordinación), temblores, convulsiones, parálisis y, finalmente, la muerte. La aparición de los signos clínicos dependerá de la dosis y oscilará entre dos y 24 horas.

Antídoto y tratamiento: Puede ser necesario el cuidado en el hospital durante tres a seis días ya que este veneno tiene efectos duraderos. El tratamiento consiste en la elevación de la cabeza, manitol y otras medidas para reducir el edema cerebral.

Amenaza: Los gatos son más sensibles a los efectos de la brometalina que los perros; sin embargo, la dosis tóxica para ambos animales es muy pequeña.

4. Fosfuros de zinc, calcio y aluminio

Son más comunes en los cebos para topos o ardillas, pero también pueden aparecer en algunos cebos para ratones y ratas.

Método de acción: Este veneno, una vez en el estómago, libera gas fosfina tóxico. Los alimentos en el estómago también aumentarán la cantidad de gas producido y, por lo tanto, aumentarán la toxicidad del veneno. Por lo tanto, no se recomienda alimentar al paciente después de la ingestión.

Signos y síntomas comunes de intoxicación: El gas producido por este veneno puede dar lugar a distensión e hinchazón gástrica, vómitos, dolor abdominal, shock y colapso, y daño hepático.

Antídoto y tratamiento: Este veneno tampoco tiene antídoto y los veterinarios deben realizar una descontaminación agresiva como el lavado gástrico. Durante la descontaminación, hay que tener mucho cuidado para evitar que el personal del hospital se exponga al gas, ya que es un potente irritante respiratorio. Dado el riesgo potencial que supone este gas para las personas, es mejor que los profesionales veterinarios (no los dueños de las mascotas) induzcan el vómito en una zona bien ventilada o al aire libre.

Amenaza: La dosis tóxica es muy pequeña y casi todos los pacientes que ingieren este veneno necesitan ser examinados por un veterinario para determinar si el tratamiento es necesario.