Salud bucodental

Condiciones de salud bucodental

La mayoría de las condiciones de salud bucodental son: la caries dental, las enfermedades periodontales, los cánceres orales, las manifestaciones orales del VIH, los traumatismos orodentales, el labio y el paladar hendido y el noma (enfermedad gangrenosa grave que comienza en la boca y que afecta principalmente a los niños). La mayoría de las afecciones bucodentales son en gran medida prevenibles y pueden tratarse en sus fases iniciales.

El Estudio de la Carga Global de la Enfermedad 2017 estimó que las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3.500 millones de personas en todo el mundo, siendo la caries de los dientes permanentes la afección más común. A nivel mundial, se estima que 2.300 millones de personas padecen caries de los dientes permanentes y más de 530 millones de niños padecen caries de los dientes primarios.2

En la mayoría de los países de ingresos bajos y medios, con el aumento de la urbanización y los cambios en las condiciones de vida, la prevalencia de las enfermedades bucodentales sigue aumentando. Esto se debe principalmente a una exposición inadecuada al flúor (en el suministro de agua y en los productos de higiene bucal, como la pasta de dientes) y al escaso acceso a los servicios de salud bucodental en la comunidad. La comercialización de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar, así como de tabaco y alcohol, ha llevado a un consumo creciente de productos que contribuyen a las condiciones de salud bucodental y a otras enfermedades no transmisibles.

Caries dental

La caries dental se produce cuando la placa se forma en la superficie del diente y convierte los azúcares libres (todos los azúcares añadidos a los alimentos por el fabricante, el cocinero o el consumidor, además de los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes y los zumos de frutas) que contienen los alimentos y las bebidas en ácidos que destruyen el diente con el tiempo. Una ingesta elevada y continuada de azúcares libres, una exposición inadecuada al flúor y la falta de eliminación de la placa mediante el cepillado dental pueden provocar caries, dolor y, en ocasiones, pérdida e infección de los dientes.

Enfermedad periodontal (encías)

La enfermedad periodontal afecta a los tejidos que rodean y soportan el diente. La enfermedad se caracteriza por el sangrado o la inflamación de las encías (gingivitis), dolor y a veces mal aliento. En su forma más grave, la encía puede desprenderse del diente y del hueso de soporte, provocando que los dientes se aflojen y a veces se caigan. Se calcula que las enfermedades periodontales graves afectan a casi el 10% de la población mundial. Las principales causas de la enfermedad periodontal son la falta de higiene bucal y el consumo de tabaco.

Cáncer oral

El cáncer oral incluye los cánceres de labio, de otras partes de la boca y de la orofaringe. La incidencia mundial de los cánceres de labio y cavidad oral) se estima en 4 casos por cada 100 000 personas. Sin embargo, existe una gran variación en todo el mundo: desde ningún caso registrado hasta alrededor de 20 casos por cada 100 000 personas.3 El cáncer oral es más común en los hombres y en las personas mayores, y varía mucho según la condición socioeconómica.

En algunos países de Asia-Pacífico, la incidencia del cáncer oral se encuentra entre los tres principales tipos de cáncer.3 El tabaco, el alcohol y el consumo de nuez de areca (betel quid) se encuentran entre las principales causas de cáncer oral.4 En América del Norte y Europa, las infecciones por el virus del papiloma humano son responsables de un porcentaje creciente de cánceres orales entre los jóvenes.5

Manifestaciones orales de la infección por VIH

Las manifestaciones orales se producen en el 30-80% de las personas con VIH,6 con variaciones considerables en función de la asequibilidad de la terapia antirretroviral estándar (TAR).

Las manifestaciones orales incluyen infecciones fúngicas, bacterianas o virales, de las cuales la candidiasis oral es la más común y a menudo el primer síntoma. Las lesiones orales del VIH provocan dolor, malestar, sequedad de boca y dificultades para tragar.

La detección precoz de las lesiones orales relacionadas con el VIH puede servir para diagnosticar la infección por VIH y controlar la progresión de la enfermedad. La detección temprana también es importante para el tratamiento oportuno.

Traumatismos orales

Los traumatismos orales son el resultado de lesiones en los dientes, la boca y la cavidad oral. Alrededor del 20% de las personas sufren un traumatismo dental en algún momento de su vida.7 Los traumatismos orodentales pueden estar causados por factores orales, como la falta de alineación de los dientes, y por factores ambientales (como zonas de juego inseguras, conductas de riesgo y violencia). El tratamiento es costoso y prolongado y, en ocasiones, puede llegar a provocar la pérdida de los dientes, lo que conlleva complicaciones para el desarrollo facial y psicológico y la calidad de vida.

Noma

El noma es una enfermedad gangrenosa grave de la boca y la cara. Afecta sobre todo a niños de entre 2 y 6 años que padecen desnutrición, están afectados por enfermedades infecciosas, viven en condiciones de extrema pobreza y tienen una mala higiene bucal y/o un sistema inmunitario debilitado.

El noma se encuentra principalmente en el África subsahariana, aunque también se han registrado casos en América Latina y Asia. El noma comienza como una lesión del tejido blando (una llaga) de las encías, dentro de la boca. La lesión inicial de las encías se convierte en una gingivitis necrotizante aguda que progresa rápidamente, destruyendo los tejidos blandos y avanzando hasta afectar a los tejidos duros y la piel de la cara.

En 1998, la OMS estimó que había 140.000 nuevos casos de noma al año. Sin tratamiento, el noma es mortal en el 90% de los casos. Los supervivientes sufren una grave desfiguración facial, tienen dificultades para hablar y comer, se enfrentan a la estigmatización social y requieren complejas intervenciones quirúrgicas y rehabilitación. Cuando el noma se detecta en una fase temprana, su progresión puede detenerse rápidamente gracias a la higiene básica, los antibióticos y la mejora de la nutrición.

Labio y paladar hendido

Las hendiduras de labio o paladar afectan a más de 1 de cada 1000 recién nacidos en todo el mundo. La predisposición genética es una de las principales causas. Sin embargo, la mala nutrición materna, el consumo de tabaco, el alcohol y la obesidad durante el embarazo también influyen.8 En los entornos de bajos ingresos, hay una alta tasa de mortalidad en el periodo neonatal. Si las hendiduras de labio y paladar se tratan adecuadamente mediante cirugía, es posible una rehabilitación completa.

Enfermedades no transmisibles y factores de riesgo comunes

La mayoría de las enfermedades y afecciones bucodentales comparten factores de riesgo modificables (como el consumo de tabaco, el consumo de alcohol y una dieta poco saludable rica en azúcares libres) comunes a las cuatro principales enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes).

Además, se informa de que la diabetes está vinculada de forma recíproca con el desarrollo y la progresión de la enfermedad periodontal. Además, existe una relación causal entre el alto consumo de azúcar y la diabetes, la obesidad y la caries dental.

Desigualdades en salud oral

Las enfermedades orales afectan de forma desproporcionada a los miembros pobres y socialmente desfavorecidos de la sociedad. Existe una asociación muy fuerte y consistente entre el estatus socioeconómico (ingresos, ocupación y nivel educativo) y la prevalencia y gravedad de las enfermedades orales.9 Esta asociación existe desde la primera infancia hasta la edad avanzada, y en todas las poblaciones de países de ingresos altos, medios y bajos.

Prevención

La carga de las enfermedades bucodentales y otras enfermedades no transmisibles puede reducirse mediante intervenciones de salud pública abordando los factores de riesgo comunes.

Estos incluyen:

  • promover una dieta bien equilibrada baja en azúcares libres y alta en frutas y verduras, y favorecer el agua como bebida principal;
  • dejar de consumir todas las formas de tabaco, incluida la masticación de nueces de areca;
  • reducir el consumo de alcohol; y
  • fomentar el uso de equipos de protección cuando se practica deporte y se viaja en bicicletas y motocicletas (para reducir el riesgo de lesiones faciales).
    • La exposición adecuada al flúor es un factor esencial en la prevención de la caries dental.

      Un nivel óptimo de flúor puede obtenerse de diferentes fuentes como el agua potable fluorada, la sal, la leche y la pasta de dientes. Debe fomentarse el cepillado dental dos veces al día con pasta de dientes que contenga flúor (1000 a 1500 ppm).

      Acceso a los servicios de salud bucodental

      La distribución desigual de los profesionales de la salud bucodental y la falta de instalaciones sanitarias adecuadas en la mayoría de los países hacen que el acceso a los servicios de salud bucodental primaria sea a menudo escaso. En general, según una encuesta realizada a los adultos que expresan su necesidad de servicios de salud bucodental, el acceso oscila entre el 35% en los países de ingresos bajos, el 60% en los países de ingresos medios-bajos, el 75% en los países de ingresos medios-altos y el 82% en los países de ingresos altos.10 Además, incluso en los entornos de ingresos altos, el tratamiento dental es costoso, con una media del 5% del gasto sanitario total y del 20% del gasto sanitario de bolsillo.11 Los esfuerzos en apoyo de la CUS pueden ayudar a enmarcar el diálogo político para abordar la debilidad de los servicios de salud bucodental primaria, y hacer frente a los considerables gastos de bolsillo asociados a la atención de la salud bucodental en muchos países.

      Respuesta de la OMS

      Ocho años después de que la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Enfermedades No Transmisibles reconociera que las enfermedades bucodentales suponen una importante carga sanitaria para muchos países, en 2019 se incluyó la salud bucodental en la Declaración Política sobre la Cobertura Sanitaria Universal. Durante el mismo periodo, los Estados Miembros, con el apoyo de la OMS, desarrollaron y aprobaron sólidas estrategias regionales y llamamientos a la acción en favor de la salud bucodental en las regiones de África, el Mediterráneo Oriental, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental.

      En tal contexto, la OMS se compromete a garantizar la promoción de la salud bucodental y el tratamiento esencial y de calidad de las afecciones bucodentales para todas las personas en todos los países, sin dificultades financieras individuales.

      La reducción de las condiciones de salud bucodental requiere una reforma de los sistemas de salud bucodental para cambiar el enfoque de los tratamientos dentales invasivos a la prevención y a los tratamientos menores.

      La OMS ha identificado estrategias clave para mejorar la salud bucodental, centrándose en las poblaciones de bajos ingresos y marginadas, donde el acceso a la atención bucodental es más limitado. Estas incluyen el fortalecimiento tanto de la prevención rentable en toda la población como de la atención primaria de salud centrada en el paciente.

      Este trabajo se está implementando a través de una hoja de ruta de tres años (2019-2021) que comprende una mezcla de trabajo normativo y apoyo práctico a los países. Una de las principales prioridades es la elaboración de un informe mundial sobre la salud bucodental, que proporcionará información sobre el estado de la salud bucodental a nivel mundial. El informe servirá de base empírica para el desarrollo de un plan de acción mundial de salud bucodental.

      La OMS también apoya a los países en este ámbito mediante:

      • apoyando las intervenciones para acelerar la eliminación progresiva de las amalgamas dentales en el contexto del Convenio de Minamata sobre el Mercurio;
      • creando capacidad y proporcionando asistencia técnica a los países para apoyar un enfoque a lo largo de la vida y estrategias basadas en la población para reducir el consumo de azúcar, controlar el consumo de tabaco y promover la pasta de dientes con flúor y otros vehículos de flúor;
      • proporcionar asistencia para reforzar los sistemas de salud bucodental de modo que sean parte integrante de la atención primaria de salud y no causen dificultades financieras; y
      • reforzar los sistemas de información sobre salud bucodental y la vigilancia integrada con otras enfermedades no transmisibles para demostrar la magnitud y el impacto del problema y supervisar los progresos realizados en los países.

      1. Asamblea General de las Naciones Unidas. Declaración política de la reunión de alto nivel de la Asamblea General sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. Resolución A/66/L1. 2011

      2. Global, regional, and national incidence, prevalence, and years lived with disability for 354 diseases and injuries for 195 countries and territories, 1990–2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017. Lancet 2018; 392: 1789–8583

      3. Ferlay J EM, Lam F, Colombet M, Mery L, Piñeros M, Znaor A, Soerjomataram I, Bray F. Global Cancer Observatory: Cancer Today. Lyon, France: International Agency for Research on Cancer. Published 2018. Accessed 14 September, 2018.

      5. Mehanna H, Beech T, Nicholson T, et al. Prevalence of human papillomavirus in oropharyngeal and nonoropharyngeal head and neck cancer–systematic review and meta-analysis of trends by time and region. Head Neck. 2013;35(5):747-755.

      6. Reznik DA. Oral manifestations of HIV disease. Top HIV Med. 2005;13(5):143-148.

      7. Petti S, Glendor U, Andersson L. World traumatic dental injury prevalence and incidence, a meta-analysis – One billion living people have had traumatic dental injuries. Dent Traumatol. 2018.

      8. Mossey PA, Little J, Munger RG, Dixon MJ, Shaw WC. Cleft lip and palate. Lancet. 2009;374(9703):1773-1785.

      11. OECD. Health at a Glance 2017: OECD indicators. Published 2017. Accessed 15 February 2018.