Anatomía del oído – Oído interno

Al lado del oído medio en el hueso del cráneo hay un pequeño compartimento que contiene el aparato auditivo y de equilibrio conocido como oído interno. El oído interno tiene dos partes principales. La cóclea, que es la parte auditiva, y los canales semicirculares, que son la parte del equilibrio.

La cóclea tiene forma de caracol y está dividida en dos cámaras por una membrana. Las cámaras están llenas de líquido que vibra cuando entra el sonido y hace que los pequeños pelos que recubren la membrana vibren y envíen impulsos eléctricos al cerebro.

Los canales semicirculares también se conocen como el laberinto. Estos pequeños canales están alineados en ángulo recto (90°) entre sí. Esto permite al cerebro saber en qué dirección se mueve la cabeza. Estos canales semicirculares están llenos de líquido y tienen algunos pequeños cristales de calcio incrustados en el revestimiento.

El octavo nervio craneal, el nervio auditivo, sale del oído interno y llega al cerebro. Este nervio transporta la información sobre el equilibrio y la audición al cerebro. Junto con el octavo nervio craneal corre el séptimo nervio craneal. El séptimo nervio craneal también se conoce como nervio facial porque suministra impulsos nerviosos a los músculos de la cara.

Diagrama del oído interno

¿Cómo funciona el sistema?

El oído externo capta las ondas sonoras. El sonido viaja por el canal auditivo y golpea el tímpano. El tímpano vibra, lo que hace que los huesecillos (huesos del oído medio) vibren. La acción de pistón de los huesecillos crea una onda en el líquido del oído interno. La onda de fluido estimula las células ciliadas de la cóclea y se envía un impulso eléctrico a través del octavo nervio craneal al cerebro.

El sistema de equilibrio funciona enviando impulsos eléctricos continuos al cerebro. Al mover la cabeza, el líquido de los canales semicirculares se desplaza. Esto, a su vez, cambia los impulsos eléctricos al cerebro. El cerebro utiliza esta información para realizar los ajustes que el cuerpo necesita para mantener el equilibrio.