¿Cómo apareció la cinta escocesa y cuál es la historia detrás de su nombre?

Actualmente, podemos afirmar con certeza que todo el mundo sabe lo que es el whisky. Por cierto, no vamos a hablar de una famosa bebida escocesa, aunque algunos puedan sentirse decepcionados. El tema de nuestro artículo es la cinta adhesiva o, como ellos la llaman, la cinta scotch.

La historia detrás de la cinta adhesiva es bastante intrigante, así que empecemos con la idea de su invención.

Quién inventó la cinta scotch y cómo ocurrió

En 1923, un estadounidense Richard Drew fue nombrado técnico de laboratorio en Minnesota Mining and Manufacturing, una pequeña empresa que producía papel de lija, más tarde conocida como corporación 3M. La principal responsabilidad de Richard era el papel de lija. Justo en ese momento, el departamento de investigación de la empresa estaba experimentando con el celofán, con el objetivo de crear una cubierta impermeable. De hecho, el celofán se impuso en el gusto de los fabricantes de alimentos inmediatamente después de su debut. Por ejemplo, surgió el envoltorio alimentario de plástico -celofán- para la confitería y el pan. Por aquel entonces, Richard ya se interesó por el nuevo material y sus propiedades.

Al notar la iniciativa y diligencia de Drew, la empresa le asignó trabajar en talleres de automóviles y garajes para supervisar las pruebas de Wetordry, una nueva marca de papel de lija. Un día, Richard se dio cuenta de que los trabajadores se enfrentaban a un cierto problema al realizar el trabajo de pintura. En efecto, cuando la carrocería del coche debía tener un aspecto bicolor -pintado en dos colores-, la línea del borde era irregular. Dispuestos a proteger la sección pintada, los técnicos utilizaban un papel especial para cubrirla, pero al retirarlo después de pintar, el papel se desprendía junto con la pintura. Después de eso, se tardó mucho tiempo en corregir los defectos.

Al notar esto, Drew prometió al técnico inventar algo que ayudara a sortear las dificultades. Así que, algún tiempo después, Richard trajo la cinta de 5 cm de ancho, que era adhesiva en los bordes. Los trabajadores decidieron probarla; sin embargo, después de pintar la cinta, se encogió. Se debió a que la capa adhesiva sólo se aplicó en los bordes, y la parte central de la cinta se empapó de pintura. Aun así, Richard no se desanimó y siguió probando la cinta. El ingeniero tardó casi 5 años en mejorar la cinta adhesiva. Por ejemplo, Drew se pasó todo el año buscando el adhesivo perfecto. Durante sus pruebas, Richard utilizaba tanto celofán que al final de cada jornada de trabajo los residuos tenían que ser recogidos por un camión.

No fue hasta 1930 cuando se envió el primer rollo de cinta adhesiva a un cliente de Chicago para que lo probara. La respuesta del cliente no se hizo esperar. Estaba entusiasmado con el invento y recomendó iniciar la producción en masa de cinta scotch lo antes posible.

La primera cinta estaba hecha de caucho, resinas y aceites aplicados sobre una base de plástico. Sus ventajas eran ser impermeable y poder utilizarse con un amplio rango de temperaturas.

William McKnight, que por aquel entonces ocupaba el cargo de presidente de la compañía, decidió que la cinta debía anunciarse no como un medio para sellar embalajes, sino como un material económico para alargar la vida de las cosas viejas. La invención de la cinta adhesiva coincidió con el periodo de la Gran Depresión en Estados Unidos y los estadounidenses se volvieron muy frugales y ahorradores. La gente se acostumbró rápidamente al nuevo producto y se le ocurrieron cada vez más aplicaciones. De hecho, Scotch lo «reparaba» todo: desde dinero, documentos y libros hasta juguetes rotos.

Mientras que en 1920 la empresa sólo producía y vendía papel de lija, en 1937 sólo el 37% de las ventas correspondían al papel y el resto, el 63%, a la venta de adhesivos y cintas adhesivas de papel o celofán.

Después de un tiempo, hubo muchos productos cuyo nombre incluía la palabra «scotch». Tras la cinta adhesiva, se desarrollaron muchos otros productos, como la cinta de enmascarar, la cinta de doble cara, la cinta de marcar y otros.

En 1947, la Minnesota Mining and Manufacturing Company dio un paso más y comenzó a producir cintas de audio para aficionados, y en pocos años, cintas de vídeo Scotch.

Quince años más tarde, se desarrolló la cinta adhesiva de acetato en 3M. Cuando estaba en el carrete, tenía un aspecto turbio y ambarino, y se volvía transparente y prácticamente invisible al aplicarla. Sin embargo, con la aparición de esta película, surgió un nuevo problema, que Drew no tuvo tiempo de resolver. Más tarde, el director de ventas John Borden lo resolvió.

El problema era que resultaba difícil despegar la cinta adhesiva del carrete, y tras ser cortada, la cinta se pegaba inmediatamente, por lo que no se podía encontrar su extremo. Era necesario sujetar el extremo libre a algún objeto. Además, las tijeras no siempre estaban a mano, y sin ellas, la cinta era casi imposible de cortar.

Borden dedicó un año y medio a desarrollar un carrete con cuchilla integrada, que sujetara la cinta adhesiva y el extremo libre de la misma, y que al mismo tiempo tuviera una pequeña cuchilla para cortar los trozos necesarios.

¿Cómo es que la cinta tiene este extraño nombre?

Al menos una vez en la vida te habrás preguntado por qué se utiliza el nombre «scotch» para la cinta adhesiva, y por qué está tan en sintonía con la famosa bebida. De hecho, como la mayoría de los nombres de productos conocidos, la cinta obtuvo su nombre por accidente.

Cuando Richard Drew llevó el prototipo de cinta adhesiva al estudio, y ésta se encogió después de pintarla, el trabajador dijo que era porque el adhesivo se aplicaba sólo en los bordes, es decir, en palabras sencillas, por parsimonia. Le lanzó a Drew un rollo de cinta adhesiva de prueba y le dijo que llevara la cinta a sus jefes en Escocia, para que pusieran más adhesivo. ¿Por qué Escocia -se preguntarán-? En aquella época, los escoceses eran conocidos por su frugalidad y tacañería. En Estados Unidos era común llamar escocés a todo lo que era «avaro» o «tacaño» (es decir, «escocés»).

Por supuesto, la cinta adhesiva moderna ya no puede llamarse escocesa o escocesa. Es de suficiente calidad y tiene todas las características necesarias, según el campo de aplicación.

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