Factores de producción
Factores de producción, término utilizado por los economistas para denotar los recursos económicos, tanto humanos como de otro tipo, que, si se utilizan adecuadamente, darán lugar a un flujo o producción de bienes y servicios.
Simplemente, los factores de producción son los «inputs» necesarios para obtener un «output». Sin embargo, no todos los «insumos» que deben aplicarse deben considerarse factores en el sentido económico. Algunos de estos insumos en una situación normal son «gratuitos». Por ejemplo, aunque el aire atmosférico, o un sustituto del mismo, debe estar a mano para permitir la producción, no se cuenta entre los factores, ya que está disponible en la mayoría de las circunstancias en cantidades prácticamente ilimitadas. Sin embargo, si hay que canalizarlo en una mina profunda o bajo el agua, habría que tratarlo como los demás «recursos económicos». Desde el punto de vista del conjunto de la economía, el uso de un recurso supone un coste si, como consecuencia de este uso concreto, se obstaculiza la producción de otra cosa que depende del mismo tipo de recurso. Así, si el insumo es escaso en relación con su necesidad, se considera un factor de producción. Los insumos necesarios pueden ser escasos y, por tanto, constituir factores productivos, bien porque representan algo que no se puede producir, como la tierra (en el sentido estrictamente económico), o bien porque aunque se pudiera ampliar su oferta, como las fábricas, hacerlo sería costoso en términos de recursos.
Los factores productivos se clasifican habitualmente en tres grupos: tierra, trabajo y capital. El primero representa los recursos cuya oferta es baja en relación con la demanda y no puede aumentarse como resultado de la producción. La renta derivada de la propiedad de este factor se conoce como renta económica. El factor trabajo representa todos aquellos recursos productivos que sólo pueden aplicarse a costa del esfuerzo humano. El sueldo o salario es la forma de pago por el uso de este factor. El esfuerzo que el economista considera cualificado puede ser manual o mental, aunque en épocas anteriores, y aparentemente bajo el comunismo, sólo el trabajo manual se consideraba un factor productivo. La última categoría, el capital, es más compleja. En el sentido más simple, se refiere a todos los instrumentos «producidos» de la producción -las fábricas, su equipo, sus existencias de materias primas y productos terminados, las casas, las instalaciones comerciales, etc. Los propietarios del capital reciben sus ingresos de varias formas posibles; los beneficios y los intereses son los habituales.
Se supone generalmente que el nivel de producción de una economía depende directamente, y de hecho simplemente, de la cantidad de sus factores productivos en uso. También se supone que, en cierta medida, un tipo de factor puede ser sustituido por otro en la producción. El estudio del nivel de empleo de los factores, de la dirección específica de su empleo y de las recompensas recibidas por su uso constituye una gran parte de la economía.