El mito y la realidad de disparar en modo manual
Lo he oído. Tú lo has oído. Y es una gran pila humeante de… tonterías.
Mito – Los profesionales sólo disparan en modo manual
Recientemente leí el relato de un nuevo fotógrafo que escuchó que los fotógrafos «expertos» sólo disparan en modo manual, así que se dirigió a disparar. Con la cámara firmemente ajustada en M, disparó muy contento. Sin embargo, los resultados de esa primera exploración fueron, huelga decir, decepcionantes; sobreexposiciones, subexposiciones y un montón de fotos cutres y borrosas.
Tuve unos 10 segundos para hacer esta imagen de un bosquecillo de baobabs en Botsuana. Si hubiera estado trasteando para encontrar los ajustes manuales adecuados, probablemente habría perdido la toma.
Ésta es la realidad: Los profesionales y otros fotógrafos experimentados utilizan casi todos los modos de disparo de su cámara.
Esos modos están ahí por una razón. Los ajustes proporcionan simplicidad, velocidad, flexibilidad o control total. Dependiendo de las condiciones en las que esté disparando, cualquiera de ellos puede ser apropiado. Aunque en otros artículos aquí en dPS se habla de cómo utilizar cada uno de los ajustes de tu cámara, yo quiero hablar del mito del modo manual, pero también de por qué es importante utilizarlo
Los sujetos en movimiento y las escenas que cambian rápidamente no son propicias para el modo manual.
La realidad profesional
Intenta disparar en control manual total mientras haces imágenes de aves en vuelo. Vamos, pruébalo. Yo esperaré.
En el caso de que realmente salieras y probaras ese ejercicio, sospecho que acabarías con un montón de fotos realmente malas. Mientras las aves pasaban rápidamente frente a diferentes telones de fondo, mientras el sol entraba y salía de detrás de las nubes, las condiciones de iluminación estaban sin duda en constante cambio. Adaptarse a esos cambios sobre la marcha sería una tarea casi imposible.
Más bien, cualquier profesional utilizaría uno de los otros ajustes. Yo, por ejemplo, probablemente elegiría el modo de prioridad de obturación en esas condiciones. Eso me aseguraría poder mantener imágenes nítidas (o artísticamente borrosas) mientras disparo, y dejaría la decisión sobre la apertura a la cámara. Si quisiera una exposición más brillante u oscura, ajustaría la compensación de la exposición.
Ahora, si estuviera fotografiando cuidadosamente un paisaje y tuviera una visión particular para la imagen final, es cuando haría el cambio al modo manual. En manual, puedo tomar el control total de la escena. Puedo ajustar la profundidad de campo, la exposición, incorporar desenfoques o enfoques selectivos. En el Modo Manual, soy dueño de todos los aspectos de la imagen final, para bien o para mal.
Mi punto aquí es simplemente este: los profesionales utilizan todas las herramientas a su disposición. Si fuera cierto que los profesionales sólo utilizan el Modo Manual, entonces las cámaras de nivel profesional sólo tendrían un ajuste. Obviamente, ese no es el caso.
Todavía necesitas disparar en Manual
Dispara en Modo Manual, pero no todo el tiempo. Pero entender la exposición, el enfoque, la velocidad de obturación y la apertura y su efecto en la imagen final es el corazón de la fotografía. Para dominar los aspectos técnicos de la creación de imágenes, tienes que ser capaz de juntar todo esto sin la ayuda de tu cámara.
El modo manual es perfecto para la fotografía de paisajes porque tienes tiempo para dedicarte a crear la imagen que imaginas.
Manual significa control total
Practico regularmente el arte de los ajustes manuales. Cuando tengo una escena delante, imagino una forma particular de retratarla. Imagino la luminosidad que quiero que tenga la imagen. Selecciono el punto focal, si se incorpora o se elimina el desenfoque por movimiento, y la profundidad de campo que debe tener.
Una vez que tengo la imagen en mi mente. Selecciono el ISO, la velocidad de obturación y el diafragma sin usar el medidor de luz de la cámara para ayudarme. Luego, hago clic en el obturador y echo un vistazo.
Este ejercicio me recuerda la luz y los ajustes y cómo funciona la cámara, claro. Pero sobre todo, convierte cada aspecto de la imagen en una decisión intencionada. No hay fotografía de «rociar y rezar» cuando se dispara en Modo Manual. Poner tu cámara en esa temible «M» significa que te concedes a ti mismo el control total y la plena responsabilidad de lo que surja.
Las auroras boreales y la mayoría de las demás fotografías nocturnas requieren el uso del Modo Manual.
No hay mejor manera de aprender sobre tu cámara, la luz y sobre la fotografía reflexiva que poner tu cámara en Modo Manual, desactivar el autofoco e ir a hacer imágenes.
Resumen
Es una absoluta tontería que los profesionales sólo disparen en manual. Una auténtica basura. Tu cámara tiene un montón de ajustes por una razón. Disparar sólo en uno sería como comer sólo un tipo de comida. Cada uno tiene un propósito, y cada uno tiene su lugar en el arte de la fotografía.
Las imágenes subexpuestas a propósito también son adecuadas para el modo manual, particularmente cuando quieres mantener una profundidad de campo escasa, como hice con esta imagen de la flor.
Sin embargo, y esto es un gran SIN EMBARGO, disparar en Modo Manual puede ser la mejor herramienta a nuestra disposición para convertir nuestra fotografía en un ejercicio intencionado. Usar el manual te obligará a entender la profundidad, la luz, la exposición, el desenfoque y el enfoque.
Así que sí, debes disparar en modo manual. Sólo que no todo el tiempo.