¿Cuál es el origen de que un minián sea de diez hombres?

El rabino Dr. Jonathan Romain responde a la pregunta: ¿Cuál es el origen de que un minián sea de diez hombres?

Hay una fuerte tradición dentro del judaísmo de oración comunitaria para los servicios regulares diarios o sabáticos. Uno siempre puede decir sus propias oraciones por sí mismo, y en cualquier momento y en cualquier lugar, pero tener a otros a tu alrededor aporta una sensación de camaradería, puede ayudarte a rezar cuando no estás de humor, y ser una fuente de consuelo cuando te enfrentas a problemas; igualmente, tu presencia puede ayudar a los demás cuando se encuentran en cualquiera de esas mismas situaciones. Si observas cualquier servicio, te darás cuenta de que prácticamente todas las oraciones están en plural y se refieren a «nosotros» o «nuestro» o «nos». La única excepción es el comienzo de la Amidá (‘Dios mío, abre mi boca y que mis labios declaren Tu alabanza’), y tradicionalmente esa línea se dice para uno mismo.

Para animar a la gente a reunirse, se estableció que sin un quórum/minyan, no se podían decir partes clave del servicio, por ejemplo, recitar el Kaddish o leer de la Torá. Hay muchas explicaciones de por qué se eligieron diez: una es que en el Arca de Noé había ocho personas (Noé, sus tres hijos y sus esposas) más el espíritu divino, y eso no era suficiente para salvar al mundo de la destrucción (¡mientras que diez podrían haberlo hecho!). Del mismo modo, Dios aceptó perdonar las ciudades de Sodoma y Gomorra si había diez personas justas allí. Otra es que el Salmo 82.1 dice que «Dios está de pie en la congregación» y en otro lugar esa misma palabra hebrea (eidah) se utiliza para los diez espías que trajeron un informe negativo sobre la Tierra de Israel.

Las sinagogas ortodoxas insisten en que este quórum esté formado por diez hombres adultos (es decir, mayores de 13 años), mientras que la Reforma contará con diez individuos, reconociendo a las mujeres como totalmente iguales. Muchos rabinos reformistas permiten que se rece el kaddish aunque no haya un minián, para no penalizar a los dolientes por culpa de los que no asistieron.