¿Qué es el dióxido de azufre (SO2)?
Los óxidos de azufre, incluido el dióxido de azufre, son un grupo de contaminantes atmosféricos formados por átomos de azufre y oxígeno. Una gran parte de los óxidos de azufre (SOx) se producen cuando los combustibles que contienen azufre se someten a la combustión, y las centrales eléctricas que queman carbón son algunas de las que más contribuyen al SOx.
La exposición a las emisiones de dióxido de azufre puede ser perjudicial tanto para las personas como para las plantas. Las plantas con una alta exposición al dióxido de azufre suelen tener un menor rendimiento y pueden morir prematuramente, y los seres humanos que están expuestos a estas emisiones corren el riesgo de sufrir una disminución de la funcionalidad pulmonar y a menudo sufren de irritación de los ojos, la nariz y la garganta.
¿Qué es el dióxido de azufre (SO2)?
Uno de los tipos de óxidos de azufre más peligrosos es el dióxido de azufre (SO2).
Compuesto por un átomo de azufre y dos de oxígeno, el dióxido de azufre es un gas incoloro y reactivo con un fuerte olor. El olor es muy característico, como cuando se enciende una cerilla.
El dióxido de azufre es una de las fuentes secundarias más comunes de contaminación atmosférica, y es altamente reactivo. Cuando el dióxido de azufre entra en contacto con otros contaminantes del aire, reacciona para formar compuestos nocivos en la atmósfera, como las partículas (PM). El SO2, junto con los óxidos de nitrógeno, contribuye a la lluvia ácida.
¿De dónde procede el dióxido de azufre?
Una cantidad abrumadora del dióxido de azufre en el aire es de origen humano. El SO2 se emite en la atmósfera cuando los seres humanos queman combustibles que contienen azufre, como el carbón y el petróleo, mediante procesos industriales. Algunas fuentes menores son los procesos volcánicos, los procesos de extracción de minerales metálicos y los vehículos que queman combustible con alto contenido de azufre.
El dióxido de azufre puede proceder de fuentes naturales, como los volcanes
Dióxido de azufre & Calidad del aire
El dióxido de azufre es un contaminante atmosférico muy peligroso. Tras una exposición de corta duración, el SO2 irrita fácilmente las vías respiratorias de la nariz, la garganta y los pulmones, provocando tos, sibilancias y opresión en el pecho. Los efectos a corto plazo se perciben muy rápidamente, y la mayoría de las personas sienten los síntomas a los pocos minutos de haberlo respirado. Los efectos a largo plazo de la exposición al dióxido de azufre son bastante graves y a veces provocan una disminución de la capacidad pulmonar.
Un factor adicional a tener en cuenta es la relación del dióxido de azufre con las partículas, especialmente las PM2.5 y PM10. El dióxido de azufre es reactivo y se combina con otros contaminantes del aire para formar otros óxidos de azufre o pequeñas partículas. Estas partículas, cuando son lo suficientemente pequeñas, pueden ser inhaladas y dañar los pulmones, el corazón e incluso el cerebro.
El dióxido de azufre también tiene efectos directos y negativos en el entorno natural. Los altos niveles de dióxido de azufre pueden dañar el follaje y limitar el crecimiento de las plantas. El dióxido de azufre atmosférico también puede mezclarse con la humedad del aire, formando ácido sulfúrico que luego cae a la tierra como lluvia ácida.
El dióxido de azufre contribuye a la lluvia ácida, que puede dañar las plantas y los animales.
Limitación de las emisiones de dióxido de azufre
Muchos gobiernos han tomado medidas para gestionar y reducir la cantidad de dióxido de azufre producido. Entre ellas se encuentran:
- Implementar normas nacionales de calidad de los combustibles
- Aplicar normas más estrictas sobre las emisiones de los vehículos
- Promover fuentes alternativas de energía y combustible
- A Guide to Understanding Particulate Matter
- 5 Major Outdoor Air Pollutants You Should Know About
- Why Is Air Pollution So Hard To Fix?
- Long-Term Effects of Air Pollution on Your Child’s Health
Dado que el dióxido de azufre y otros óxidos de azufre se emiten de forma similar, estas normas tienen el beneficio añadido de reducir las emisiones de otros óxidos de azufre. La Organización Mundial de la Salud también ha creado un conjunto de directrices destinadas a reducir los impactos en la salud de las emisiones de SOx, proporcionando a los responsables políticos un conjunto de objetivos que ayudarán a mantener la seguridad de las personas.
Relaciones con el dióxido de azufre & Recursos sobre la contaminación del aire
La contaminación del aire es una crisis sanitaria mundial, y no se limita sólo al dióxido de azufre. For further resources and information about air pollution, check out our additional articles concerning air pollution and what you should know below: